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    Gold viajo hasta una ciudad cercana que era más bien por propia precaución, se aseguraba de cambiar las placas de su auto por si acaso, llegó a un bar de por ahí, bajo del vehículo y entró al lugar que no se veía muy gastado.

   Fue a la barra mientras observaba a todas las posibles presas, no tenía ganas de buscar una compañera de cuarto para Lilly, pero era necesario para que Fred empezará a perder la cabeza, pidió algo fuerte y continuo observando, el cantinero le hizo las preguntas básicas para iniciar una conversación las cuales ignoro, no tenía tiempo para lidiar con un hombre como ese.

    Espero un rato más hasta apareció una chica de cabellos rojizos, se acercó, tenía los ojos verdes cual esmeraldas, un cuerpo muy bien formado, pero por como se veía se notaba operada, tal vez unos 30 a 35 años, pero lucía algo joven, está tipa se sentó a su lado y pidió un trago, la miró de forma obvia para llamar su atención.

— ¿Que pasa guapo?, ¿No puede apartar la mirada de mi?— que egocéntrica, era perfecta para su plan.

—Solo admiraba la belleza femenina y tú pareces ser la más encantadora de todas— respondió para luego dar un trago.

—Se nota que no eres de por aquí, ¿Qué edad tienes?, Te vez muy joven, pero a la vez muy maduro— se bebió su trago de una.

—jeje ¿A caso importa mi edad?, tú y yo sabemos que esto no es algo que importe, lo único sería que soy mayor de edad— jugo un poco con el vaso cosa que llamó la atención de la fémina.

—ja, Eres creativo en tus respuestas y eso atrae mi atencion— giro un poco su cuerpo para apreciar al joven albino— No hay muchos hombres que llamen mi atencion, al menos no hoy, sabes—puso su mano en la pierna del contrario— te calculo unos 22 o 25 años, deberías estar con niñitas de tu edad—

—No gracias, yo quiero una mujer que sepa lo que quiere en el momento, esas niñas como tú las llamas apenas y pueden satisfacerme... Soy alguien muy exigente— formó una sonrisa ladina mientras tomaba de su vaso— Tu debes tener experiencia, y tener lo que ellas no tienen, buenos movimientos y una sensualidad indiscutible— puso su mano en la de la mujer y la guío más cerca de su entrepierna.

—Vaya, parece que la tienes grande... Hace mucho que no estoy con un hombre de verdad— dejo su vaso en la barra para prestar total atención al chico delante suya—Dime algo... ¿Tienes experiencia?—

—Mas de la que puedes imaginar—puso una mano tras su nuca jalando levemente de una forma erotica.

—Dios, amo a los hombres que saben lo que quieren—se mordió el labio inferior— ¿Te parece si vamos a un lugar más privado, por ejemplo los baños?—

—A donde órdenes preciosa— saco unos billetes y los puso en la barra— Quédese con el cambio—

   Tomo de la cintura a la mujer y se fueron hasta los baños, la fémina fue estampada en la pared, se empezaron a besar de una forma desesperada, en un momento, la contraria iba a empezar a quitarse la ropa para de una vez iniciar el acto lujurioso, repentinamente el albino detuvo todo contacto y se apartó un poco.

—No me digas que ya te arrepentiste— se quejó cruzando los brazos.

—Para nada, solo que pensé que una dama como tú, debería hacerlo en una cama, vivo solo, ¿Vamos a mi casa?— le extendió la mano y beso sus nudillos.

—Eres muy caballeroso— sonrió, sentía como si hubiera atrapado un buen premio— De acuerdo vamos a tu casa—

   Tomo su bolso y camino a la salida, no pudo ni tocar la perilla de la puerta por qué de repente todo se volvió negro, cayó al piso desmayada, por su parte el albino bajo el bloque de cemento que encontró por allí, se  aseguro de limpiarlo muy bien y lo dejo ocultó en ese cuarto, cargo a la mujer y se aseguro de no olvidar nada, por suerte ya había calculado lo que pasaría, había estacionado su auto enfrente por lo que nadie se dió cuenta, puso a la chica en el maletero, la amarro y amordazó por si despertaba y el subió en el lado del conductor para luego arrancar.

[ You Are Mine Until Death ] [Historia En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora