[ You Are Mine Until Death ] [Historia En Pausa]

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     La sensación era fría y poco cálida, el estómago le rugía por alimento y su piel estaba adormecida, al mirar finalmente, seguía en el piso de la cocina, para elevar su cuerpo se apoyo de la mesa pero resbaló al tener está aún la sangre, lo intento de nuevo logrando está vez ponerse de pie, se miro en el espejo colgado y su rostro parecía un tanto pálido, había perdido una sangre considerable tal vez o simplemente fue la adrenalina, ya no sabía porque le pasaba todo eso... Pero no quería pensar en ello tampoco. Miro por la ventana percatando se de qué estaba oscuro, no tenía idea cuánto tiempo paso, pudieron ser días o unas pocas horas, aún así no le importaba, solo recordó que estaba en su casa porque Gold lo hecho, la tristeza lo invadió y su primera reacción fue buscar su teléfono celular, desconocía si el albino se lo devolvió y efectivamente estaba hasta el fondo de la maleta.

    Intento encender el aparato, desafortunadamente este no contaba con batería por lo que tuvo que esperar a que cargará, mientras se dedicó a hacerse algo para comer, limpiar la sangre y su herida, está ocasión no sintió nada más que indiferencia al ver el agujero en su piel con una ligera anciedad, tal vez porque no sangraba o algo. Tal vez un progreso. Después de tomar una ligera comida aún pensando en que haría para convencer a Gold de volver a su lado, fue a ver el teléfono, ya con pila, busco entre sus contactos pero ya no estaba su número, muchas cosas habían sido eliminadas, parecía casi nuevo. Por suerte se aprendió el número de memoria y lo dígito en el teclado, mientras el pitido de la llamada sonaba, se murmuraba internamente que contestara.

    No fue solo una, fueron miles de llamadas que realizó sin obtener respuesta, ya fuera que lo mandarán a buzón o que le rechazaran la misma, con eso estaba seguro que no quería volver a verlo, lo cual provocó lágrimas en sus ojos. Tenía que buscar la manera de ubicarlo, si iba a su casa Gold se enojaría de que anduviera en taxi cuando una mujer estaba en el sótano. Es verdad, Lilly seguía atrapada ahí, no, no, no... Tenía que ser humano otra vez, pensar como una persona decente y llamar a la policía, no al loco ese, nuevamente tecleo el número de emergencia.

— // Buenas noches, ¿Cuál es su emergencia? // —

— Alguien está secuestrada —

— // Okey, ¿Esta usted bien?... ¿Hace cuanto fue? // —

— Estoy bien... Fue... Fue... —

— // Necesito que se relaje para poder entenderlo // —hizo silencio— // Por favor repitame los datos // —

— Yo... No... —

    Gold se enfureceria de que lo traicionara, pero estaba haciendo cosas malas y debía pagar por ello. Pero si lo acusaba, el no querría verlo jamás y nunca podría volver a estar a su lado. ¿Estaba haciendo lo correcto?, ¿Valía la pena?... Realmente era culpa de Gold... Pero no podía dejar de pensar que no del todo... Pero el, le dijo que era especial por... porque sabe que es ilegal, y si es ilegal no lo harías con cualquiera. Entonces confiaba en él... ¿Y si esto solo era una prueba para ver qué tanta confianza podía depositar en el?, Seguro que eso era, aún podía recuperarlo.

— // Joven, ¿Esta bien?. ¿Hay alguien en el cuarto por el que no pueda hablar // — Insistió la mujer de la llamada.

— No señorita... Disculpe, mi tía creí que la secuestraron... Pero solo fue una llamada de extorsión... Ya la encontraron y está bien —la mentira más grande que había dicho en su vida.

— // ¿Esta seguro? // — Fred afirmó su declaración— // Muy bien, le recuerdo que antes de responder a un rescate verifique si su familiar está bien y tenga cuidado. Buena noche // —

— Gracias —corto.

    Una vez la llamada fuera, volvió a llamar a Gold una y otra vez pero seguía sin responder hasta que una voz le detuvo indicándole que no tenía saldo disponible para seguir llamando, chito la lengua, estaba furioso y desesperado. Tomo dinero de su cartera para correr a la tienda donde puso saldo a su celular... Corrió de nuevo a casa para poder llamar sin riesgo a qué le robaran pero nada. Cansado fue a su habitación y se dejó caer en el colchón.