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    Lo tenía acorralado en la cabina, sus manos fueron atadas en un gancho que servía para colgar bolsos, mochilas o cosas por el estilo mientras Fred se removía y lloriqueaba, tenía los pantalones abajo y una navaja filosa se deslizaba en estás haciendole cortes, la sangre se escurría hasta llegar a sus pies, Gold solo miraba sus heridas con concentración cómo si fuera una obra de arte la que pintaba.

—  No diré nada —chillo— Por favor... Detente... —tenia la respiración agitada pero desconocía si era por el pánico de la situación o el sentir su sangre salir de su cuerpo.

— Escucha —tomo sus mejillas— Los castigos no son divertidos así que te callas y te aguantas —

    Procedió a agacharse y lamer cada parte de sus piernas ensangrentadas, no trago, se volvió a subir para besarlo e inundar sus paladar con el metálico de la sangre, el azabache se había quedado quieta por completo y su corazones aceleró más... Cuando Gold se separó y lo miro, el seguía en un estado de shock.

— Querias que la sangre volviera a tu cuerpo ¿No? —acaricio su mejilla el chico temblaba— Tragalo... — no lo hizo, seguía en un estado de shock— ¿No te gusta tu sangre acaso? —se hizo un corte en la mano y mientras la otra mano alzaba su rostro y abría su boca, dejo que la sangre callera en su boca— ¿Esa está más rica? —

    Soltó una pequeña risa, podía ver esas lágrimas brotar de sus ojos y perderse por algún lado de su cuello... Era un deleite visual. Cuando se detuvo arranco una parte de la camisa del azabache y envolvió su mano, soltó la corbata y se la volvió a poner. Al hacer eso Fred se deslizó por el suelo hasta quedar sentado en el piso.

— Levántate... La fiesta aún no acaba —

— ... —llevo las manos a su boca.

— Me pregunto si de verdad detestas tanto la sangre —al ver qué no se movió, obto por otra alternativa, motivarlo— Cariño... —se hincó a su altura — ¿Lo tomaste todo? —quito su mano de su boca, aún no lo tragaba— ¿Quieres hacerme feliz?... Tómalo, no tiene nada de malo... debes hacerlo si quieres... Si quieres que tú y yo estemos bien... Recuerda que solo fue una advertencia. ¿No volverás a querer engañarme, verdad? Si a esa chica le decías algo, ambos estaríamos en prisión... ¿Eso quieres?  — Fred negó con la cabeza— Entonces, obedecen y Tragalo —
 
    Se la pensó demaciado antes de llenarse de valor y a duras penas hacer que deslizara por su garganta, hizo una mueca de asco. Pero en ves de dejarlo en paz, volvió a alzar sus mejillas y dejar caer más sangre mientras insistía en que lo tragara, Fred apretó los puños y trago la cantidad de sangre que le daba, incluso apoyo su mano en sus labios. Finalmente lo dejo ir.

— No es tan malo. Es como tomar agua de jamaica —sonrio.

— No más —soltó, estaba temblando— Quiero ir a casa... No más por favor... —

— La fiesta aún no acaba, así que arreglate la ropa y muévete — se había dado vuelta para arreglar su traje pero al volver su vista a Fred, este parecía cansado y se acercó, tomo sus signos vitales. Se había desmayado — Eres un inútil, solo por un poco de sangre —

   Lo cargo en sus brazos, se apresuro a moverse del baño y en camino a irse se topo con un chico llamado Christian, un amigo del gymnacio, se acercó seguramente para ayudarlo, pues el trabajaba como guardaespaldas en ese momento del turno.

— ¿Que ocurrió? —intento sostenerlo pero Gold se negó y ahí vio su herida— ¿Que te paso en la mano? —

— Me corte intentado arreglar una metal que se salió... Pero mi novio tiene hematofobia y parece que terminó peor —rio suavemente parecía amigable— No te proecupes, lo mejor es que me vaya a casa, cure mi herida y el descanse —

[ You Are Mine Until Death ] [Historia En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora