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     Cuando despertó, se encontraba en la misma cama donde había estado durmiendo desde hace dos días, se levantó y al momento de poner su pie en el frío piso, sintió el dolor como si le hubieran roto la pierna, sintió ganas de vomitar de solo recordar la escena anterior, se tambaleó por la casa, no veía a Gold por ningún lado, se apresuró a bajar al sótano y entró buscando a la joven, la encontró desmayada.

— Lilly, Lilly— la removio— Tenemos que irnos, no importa lo bien que me trate no quiero ver sangre jamas—

—Te acostumbras— diablos.

—Yo— se dió vuelta— No quería escapar lo juro, lo juro—

— Te dije que no podías bajar— se acercó a Fred y lo jalo del cabello—¿No es verdad?—

—¡Por favor no!, ¡Gold yo no iba a escapar, solo quería asegurarme de que estuviera bien!— empezó a llorar—¡Tengo miedo, no me hagas daño!—

   Sus palabras fueron ignoradas, fue arrastrado hasta el piso de arriba y de paso a la recamara, lo arrojó contra la cama y y empezó a morder su cuello con fuerza.

—¡Me duele!, ¡Por favor!— apretó las sabanas—¡No me toques no me gusta!—

—Callate, si no cierras la puta boca te romperé la mano con un martillo— susurro en su oreja.

    Se tapó la boca rápidamente, le dolía su piel, le dolía como la succionaba, sentía en algunas partes la sangre derramarse, la sangre no debía salir de su lugar, apretó la mandíbula un par de veces, le retiraron bruscamente la playera y siguió marcando esa zona.

—Por favor ya—murmuro con lágrimas.

—¿Irás abajo sin mi permiso?— le jalo el cabello de nuevo.

—No, jamás, nunca en mi vida—chillo.

—Bien, tienes que tener un castigo ahora— le dió la vuelta—Esta será tu advertencia, te irá peor si lo vuelves a intentar—le dió dos fuertes bofetadas que le dejaron las mejillas rojas, después lo tiró al suelo y le dió patadas en el abdomen sacándole el aire, estuvo apunto de vomitar pero lo evito, después del pequeño ataque lo alzó de sus cabellos—¿Has entendido que no debes hacer?— Fred asintió levemente—bajate los pantalones y el boxer, ahora—

—No por favor—chillo—Yo, te dije que no estaba listo— empezó a temblar, no quería ser violado.

—No es una pregunta, bájalo ahora o haré que bajes y le rompas un brazo a Lilly—cruzo los brazos.

    Al pensar en ello ninguna opción era buena, lo único que hizo fue llorar y bajar su ropa quedando desnudo de la cintura para abajo, cerró las piernas por pena, se sentía humillado, pero a la vez sentía que debía complacer sus caprichos de su "amor", su mente no se entendía ni a ella misma.

—Tenias todo eso oculto bajo tu ropa, eh—le jalo las piernas y se las abrió—No llores, esto te gustara— guío su mano juguetona mente hasta el pene del menor, lo acarició un poco.

—¡Mmg!— estremeció ante el simple contacto—¡Ngh!, ¡Mmg— se estaba excitando.

   Frotó sus rodillas entre sí, se sentía tan bien ese toque, no opuso algún tipo de resistencia, quería creer que era por miedo a que dañará a la chica pero realmente no era así, se había vuelto dependiente mentalmente de su propio secuestrador, lo había preparado para ese momento desde hace meses, esto era parte de su prueba final que estaba pasando muy bien, Gold tomo sus manos y las apartó, su mano ya se movía sobre el erecto miembro contrario de arriba a abajo, le acariciaba la punta y le masajeaba.

[ You Are Mine Until Death ] [Historia En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora