[ You Are Mine Until Death ] [Historia En Pausa]

∆ 18 ∆

    Estaban en el baño, besándose como si no se hubieran visto en siglos, Fred era acorralado por las manos de su insaciable amante mientras le devoraba la boca, debía admitir algo, extrañaba esa sensación de pertenencia, ¿Cómo llegaron a esta situación?. Lo resumiré.

   Fred intento irse de dónde Gold estaba con esa chica, lamentablemente la fémina al ver al azabache pensó que era un amigo del albino, lo invito a quedarse a comer y obvio Gold no se negó, habían ido a un restaurante del lugar, durante toda la comida pudo sentir la insistente mirada de este, parecía examinar cada paso. La mujer fue por una bebida mientras ambos esperaban.

— Di-Dijiste que era tu próxima víctima — no quería hablar de matar a alguien porque aún temía hacer ello.

— Te lo pondré fácil Fazbear... Ya la tengo comiendo de mi mano —explico mientras apoyaba su cabeza en ambas manos las cuales eran elevadas por sus brazos— La llevaré al pasillo E del piso 10. Ese lugar no tiene vigilancia así que será fácil, hemos estado caminando en lugares con puntos ciegos —

— ¿Y como están Lilly y Anastacia? —refiriendose a las chicas previamente secuestradas.

— Ellas están bien, no han comido nada en días... Seguramente débiles pero ese no es el punto. ¿Lo harás? —

— Yo... No puedo — susurro.

— Necesitas motivación, eso es todo — una de sus manos bajo hasta su pierna donde se dedicó a acariciar dando a entender que lo motivaría con cariñitos— ¿Entonces?  —lo miro de pies a cabeza y Fred apartó su mano de repente— Estás pálido... ¿Que has estado haciendo? —

— ¿De que motivación hablas? —trataba de desviar la conversación de estos temas que le incomodaban.

— Vamos al baño y te mostraré una verdadera motivación —

   Se dejó jalar al lugar donde nos encontramos actualmente, con el albino acorralando al azabache en la puerta y dándole cariño a su cuerpo con manoseos en su cadera y retaguardia.

— No espera —Fred puso sus manos para detenerlo— ¿Esto significa algo para ti?... Quiero decir... ¿Somos algo? —

— ¿Cumpliste con tu parte del trato? —el chico nego— Entonces no... Yo ya puse mis condiciones Fazbear... Y tú las tuyas ¿Verdad?. Entonces cumple y cumpliré —

— Yo quiero irme —intento apartarlo.

— ¿Y a dónde exactamente?. ¿A la abondonada casa donde apenas puedes moverte sin querer morir? —

— Cállate —nuevamente intento empujarlo— Tu no sabes nada tonto... Nada —cerro los ojos, no quería verlo pero, quería volver a él— Puedo tolerar que mates gente y eso pero... No puedo matar a nadie —

— Porque eres debil e insignificante, porque no valoras lo que yo hice por ti... Ese es el problema, me detestas por buscar lo mejor para ti, pero tú por mi no puedes hacer nada — lo soltó.

— No es eso —intento tomar su hombro.

— Entonces demuetrame lo mucho que me amas y deseas estar conmigo —le hizo entrega de un cuchillo.

   Procedió a retirarse de allí, para empezar, ni idea de dónde escondía el cuchillo, pero fue un beso fantástico a su parecer. Quería más de su cariño ¿Pero a qué costó?. Lo pensó durante varios minutos mientras se mordía las uñas, hasta que finalmente accedió. Oculto el cuchillo en su pierna después de cubrirlo con alguna funda que le dejo colgada en el colgador del baño (colocar bolsos o suéteres). Se apresuro a salir y en dónde comían ya no había nadie así que supuso que fueron al piso que le menciono, tomo el elevador y subió sin hacer mucho ruido, ese piso estaba vacío, solo escuchaba risas de la chica haciendo eco, trato de buscar el origen de la voz al mismo tiempo que tenía cuidado de no hacer ruido.