Capítulo 51. Hogares. (Parte 1)

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Abrió los ojos lentamente sintiéndose completamente descansada.
Se halló cómodamente tendida de su lado derecho y al removerse ligeramente sintió cierto peso sobre ella.
Prestó más atención y notó el brazo de Sesshomaru rodeándola por la cintura, abrazándola hacia sí mientras continuaba profundamente dormido, depositando cada una de sus respiraciones sobre su cabeza. Sonrió para sí misma y abrazó la mano que el peliblanco mantenía en su abdomen. Pensó que nunca había dormido tan bien.

Unos quesos golpes llamaron a la puerta del dormitorio de repente, haciendo que ella se exaltará un poco y que el Taisho despertara...

------Rin, cariño?------Llamó la voz de su abuela desde afuera de la recámara.

-----Eeeh... S...si? Qué pasa, abuela?-----Respondió un tanto nerviosa incorporándose ligeramente mientras veía a Sesshomaru casi agazapado bajo sus mantas.

-----Lamentó despertarte querida, pero ayer olvide decirte que iré a ayudar a la feria de caridad del templo. Te deje hecho el desayuno, por favor come antes de irte a clases.

La joven salió de la cama entonces y salió de la habitación evitando en todo momento que su abuela mirara al interior.
Sesshomaru se quedó en silencio absoluto, escuchando a la joven despedirse amorosamente de su abuela y después de unos minutos, regresó a la habitación...

-------Oh dioses.----Suspiró ella con alivio al cerrar la puerta tras de sí.-----Gracias al cielo que ella nunca entra sin permiso.------Rió volviendo a acercarse a la cama en donde el Taisho permanecía sentado pero evidentemente luchaba por despertarse. -------Aún estás cansado?-----Le preguntó dulcemente mientras acariciaba su platinada cabellera desordenada.

-------No...------Respondió el rodeándola con sus brazos y atrayéndola un poco mas cerca mirándola fijamente hacia arriba. -------Estoy.,,demasiado relajado en realidad.

------Dormiste bien entonces?

--------Si... ------Él pegó su frente a lo bajó del pecho de la joven cual niño pequeño que restriega su cabeza contra el abdomen de su madre. ------- Muy bien...

-------Que bueno...------Le sonrió ella con ternura; nunca lo había visto actuar así. Parecía un pequeño gatito que pide mimos desesperadamente. ------Aún es temprano...-----Dijo mirando el reloj que estaba sobre su escritorio. -------Quieres quedarte en la cama un poco más?------El solo asintió aún con la frente en el vientre de Rin. -------De acuerdo. ----Consintió ella. -------Pero suéltame entonces.-----Pidió entre risas cuando el parecía no querer soltarla.
Así pues, el Taisho ajustó su abrazo y simplemente se dejó caer hacia atrás, llenado sela consigo de regreso a la cama.

Ella no volvió a dormir, a diferencia de él quien a penas se acurrucó entre las mantas y se abrazó a ella como un marsupial, volvió a quedarse profundamente dormido.
Rin lo acariciaba con inmensa suavidad y dulzura, igual que lo hacía él cuando ella había quedado desfallecida sobre su pecho después de haber hecho el amor.
Lo contempló como si fuese la criatura más divina de la tierra y es que para ella ciertamente lo era y también era verdad que, muy pocas veces tenía la oportunidad de ver a Sesshomaru tan quieto, tan tranquilo, tan vulnerable...tan humano.
Era maravilloso.

Después de una hora completa en esa cama, ambos finalmente se levantaron.

Lo primero que hicieron fue bajar a la cocina para tomar su desayuno.
Se sentaron juntos a la mensa y entre conversaciones amenas y alegres tomaron sus alimentos...
Rin hablaba y reía y el la escuchaba con gran atención mientras que al mismo tiempo, su cabeza y sus ojos vagaban de al,a para acá, contemplando la pequeña pero acogedora morada en la que estaba...
Recordó la primera vez que había entrado; en ese momento no había puesto mucha atención a los detalles de esa casa, pero ahora que lo hacía, pensó que jamás había estado en una casa tan pequeña y nunca pensó que fuese tan agradable...

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