Si se Trata de Amor

Capitulo 5 - "Estúpidos planes y acercamientos"

-¿Entonces lo harás?- Pregunto Francesca después de haberme explicado el “maravilloso” plan que pasaba por su loca cabeza.

-No sé porque tengo que hacer eso, Jorge solo me gusta, no lo quiero, no estoy enamorada de él...-Solté un gruñido- Dame razones por las cuales deba hacerlo…

-Uno; Sara me cae mal. Dos; Vos sos mucho más linda. Tres; Sara me... cae mal- Que buenas razones, ¿Todo es porque la novia le cae mal? No es que a mí me caiga de diez pero… no la odio- Cuatro; Ella no merece a Jorge. Cinco; Sara me cae ma…

-Bueno ya entendí, pero… ¿Por qué yo? De tantas chicas lindas… ¿Por qué yo?- sinceramente no me creo linda, no soy linda… eso lo sé. Francesca soltó un gruñido y me fulmino con la mirada

-Martina, quiero que prestes atención a lo que te voy a decir, porque quiero que lo entiendas- De acuerdo, Fran me dio miedo cuando me apuntaba con el dedo, asentí rápidamente- Estas terriblemente equivocada si no te sietes bonita, eres realmente hermosa, Martina. No lo digo por ser tu amiga, pero es la verdad, cualquier chico que no se fije en vos es porque debe tener un problema con su sexualidad. No quiero que vuelvas a pensar que no sos linda, ¿De acuerdo?

-Gracias, Fran-Susurre intentando no llorar, es la primera vez que alguna de mis amigas me decía eso, no cabe duda que las amistades sinceras existen. Igual, no podría…-Pero no puedo hacerlo, Jorge… no… es que… no… no puedo…- Susurre. Podría hacer mil cosas para acercarme a Jorge, e igual no conseguiría nada, no se fijaría en mí.

-No te obligare a hacer algo que no quieres-Me aseguro sonriéndome-Igual, mi primo puede estar otro rato con esa víbora.- No pude evitar no reírme, en verdad, Francesca no la quería nada.

El resto de la tarde en mi casa fue realmente divertida, Francisco no dejaba de coquetear con Francesca, algo que ella no noto, oh era demasiado inocente o demasiado despistada.

Mercedes no había podido venir, sus padres se enteraron de la travesura que hicimos en el centro comercial, ¿Tiene algo de malo subir y bajar por los elevadores?

Hace más de un mes que conozco a Francesca Divella y Mercedes Rinaldi, les aseguro que son las chicas más: cariñosas y dulces del mundo.

 Evitaba a Jorge cada que podía no quiero hacer más grande ese “me gusta” que se encontraba en mi interior. Me cruzaba con él al entrar a la preparatoria, al medio día y al salir. Es horrible, porque cada vez que lo veo esas maripositas parecen incrementarse cada vez más, y no, no puede ser. Sé que tengo que mantener distancia.

Entre a la cafetería junto con Francesca y Mercedes, lo primero que mi mirada busco fue a Jorge, y ahí estaba, sentado con Facundo y Marco, a Mer le gustaba, no lo aceptaba, pero yo lo sabía. Sonreí inconscientemente al ver que aventó una uva al aire y la atrapo.

-Si sigues así no será secreto que te gusta, porque… parece que estas enamorada…- Al escuchar que Mer susurraba aquello a mi oído me tense y dirigí mi mirada a otro lado donde no estuviera Jorge, lo que fue mucho peor cuando mi mirada encontró a Sara -callate, porque a vos te gusta Marcos - Su hueca novia se acercaba hacia donde él.

Sentía millones de maripositas enojadas, como si quisieran salir y jalar a Sara del cabello para que no se acercara a él, ella no, nadie. Y lo bueno de todo eso era que eso era lo que pensaban las maripositas, no yo, supongo.

Salieron mas enojadas que nunca cuando ella se sentó en las piernas de Jorge y sus labios hicieron contacto. Mire a Francesca, después los mire a ellos, ella sonrió y entendió lo que quería decir, eso creo. Tomo mi brazo y el de Mercedes para hacernos caminar hacia ellos.

-Qué asco primito, ¿No te contagias el mal aliento?-Pregunto con “inocencia” Francesca, interrumpiendo el beso más horrible de la historia de los besos.

-Francesca…- La reto Jorge con la voz agitada.

-Tranquilo, Jorge. Se lidiar con las nenas inmaduras-Contesto esta, Mercedes rodo los ojos lo cual la novia noto- ¿Qué?

-¿Me hablas a mi?- Pregunto mi rubia amiga. Mercedes es de esas personas que no se dejan de nada ni de nadie.

-No, claro que no…- No sabe hablar con sarcasmo. Necesita clases- Si, es a ti.

-Bueno, solo una cosa: No le vuelvas a decir eso a Francesca, no sabes que soy capaz de hacer por mis amigas…- Amenazo Mercedes.

-Eso me gustaría verlo.- Mala idea. Intentaría defenderla, pero soy demasiado estúpida.

-Marcos…- Hablo Jorge sosteniendo a Sara por la cintura. Marcos se levanto y tomo a Mer de sorpresa por la cintura, lo cual la puso tensa. Una parte de mi decía: “Llévatela Marcos, no quiero que se meta en problemas” pero la otra: “Deja que le rompa la cara a Sara”

-¿Me acompañas?- Susurro a su oído. Mercedes no hizo más que asentir con una tonta sonrisa. Y ambos se alejaron de ahí.

-Iré al tocador…- Murmuro Sara levantándose de las piernas de Jorge- Ahora vuelvo amor- la chica se alejo hasta perderse de mi vista.

Francesca me obligo a sentarme al lado de Facundo que estaba frente a Jorge, y Fran se sentó al lado de su primo.

-Facu, ¿me acompañas? Quiero comprar algo de comer.- Comento colocando su mano en su estomago, Facundo asintió y Francesca me guiño el ojo mientras caminaba lejos de nosotros… ¿Por qué me odias Francesca? ¿¡Por qué!?

Golpeaba la mesa con mis uñas, estaba realmente nerviosa, mi conciencia me hablaba: “No hables y todo estará bien…” pero mi corazón decía solo estupideces: “Háblale, conócelo…”

-¿Por qué te caigo tan mal?- Pregunto rompiendo ese silencio incomodo que se había formado entre nosotros.

-No me caes mal…- Susurre. No me cae mal, ya no.- Solo me altere, casi me matas.

-No seas exagerada- Comento entre risas. Ríe tan… lindo?- Lo siento, no quería matarte, estaba llegando tarde a clases.

-Entonces si era para algo tan bueno, tal vez… solo tal vez tenias permiso para matarme- Bromee.- Lamento ser tan exagerada respecto al tema.

-Estabas asustada… aun que me dolió que me dijeras que no sabía conducir- Comento nuevamente entre risas.

Lo mire por unos segundos pero luego volví mi vista hacia otro lado. No, Martina.

-Amor, volví…-Nos interrumpió Sara que ya estaba parada a un lado de nosotros. Me miro con desagrado y yo entendí perfectamente. Me tenía que ir.

-Yo… yo… yo me voy- Me levante y camine lejos de ellos.

Parece que las maripositas aumentaban cada vez más, y es algo que me preocupa.