Capitulo 15 - "La verdad siempre sale a la luz".

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-¿Pueden creer que dentro de unos días comienzan las vacaciones? ¡Al fin seremos libres!- grito Francesca, emocionada.

-Al fin libertad-dijo Mercedes, divertida- ¿Ustedes irán a pasarlas algún lado?

-Supongo que viajare con mi familia- conteste- ¿No sería genial que nos dejaran viajar a nosotras tres?...

-Sinceramente no creo que nos dejen viajar solas- contradijo Francesca- Pero, podríamos convencerlos para que viajemos las tres familias juntas.

-¿Por qué no?- asintió Mercedes- Tal vez podamos convéncelos.

Llegamos hasta la cafetería, compramos nuestro almuerzo, en mi caso; una rica hamburguesa y un refresco. Nos sentamos en la mesa de siempre, esperaba la llega de Jorge, pero no apareció, y los únicos que si lo hicieron fueron Marcos y Facundo.

-¿Estás bien?- me pregunto Mercedes, al oído.

-Lo estoy, Mechi- mentí, aun queriendo gritar y buscar a Jorge.

Soy tan confusa; quiero ser parte de la vida de Jorge, pero no, porque al momento de hacerlo, me acobardo y no quiero decir nada.

Al terminar nuestro almuerzo, estaba decidida a ir a buscar a Jorge, pero me detuve al momento en el que recordé que ya había terminado mi hora libre y tenia clase. Entre al salón de clases y me senté donde correspondía, aun lado de Mercedes y atrás de Francesca.

La clase transcurrió lenta y aburrida, ¿Dónde se metió Jorge?

Tal vez estaba enfermo.

No, Fran ya me lo habría hecho saber.

-¡Me aburrí a lo grande!- grito Mercedes mientras caminábamos hacia el jardín de la preparatoria, donde, si no estaba Jorge, no estaría en ningún lado.

Nos sentamos en una de las pequeñas bancas que había ahí.

-Creo que prefiero matemática.- aseguro Francesca. Mantuve la cabeza baja mientras las chicas charlaban sobre los lugares a donde les gustaría ir de vacaciones y lugares que no había visitado aun. La sombra de alguien se dirigía hacia nosotras, y vi unos tenis negros con rayas blancas, finalmente levante la mirada para encontrarme con Jorge, quien, al parecer, estaba enojado.

-¿Sucede algo, primito?- pregunto Francesca, con el ceño fruncido.

-Francesca, Mercedes, necesito hablar con Martina- ni siquiera contesto a la pregunta de Fran, simplemente, fue al grano. Y en verdad, parecía molesto.

-Vámonos, Fran- se apresuro a decir Mercedes, y ambas se fueron sonriendo, mirándonos constantemente.

Presiento que esta, no será una conversación muy linda y pensar eso, hace que quiera salir corriendo por el miedo que ahora siento.

Me levante de la banca, para ponerme frente a él, pero no cambiaba su expresión. Me miraba como si fuera una mala persona, y eso… duele.

-¿Por qué me miras así?- le pregunte, jugando con mis dedos.

-Ya lo sé- contesto, cortante.

-No entiendo- Sentí como mis manos comenzaban a sudar, mis piernas a temblar… ¿Qué es lo que sabe y porque lo sabe?

-Se que eres tú la chica de la fiesta, se que tu eres la tal “Romina Van Daan”- me acuso, realmente molesto. Al momento de decirlo, sentí como me faltaba en equilibrio, y fue como si el oxigeno se empezara a extinguir solamente para mí.

-Todo tiene una explicación, Jorge- murmure, cerrando los ojos, sintiendo su mirada aun sobre mí.

-¿Qué clase de explicación darás? ¿Otra mentira? ¿Te llamas Martina o eres realmente Romina?- Todo, todo eso… me dolió, más de lo que el imagina. Abrí los ojos y lo mire, intentado que con una mirada notara que en verdad estaba realmente arrepentida por a verle mentido.

Si se Trata de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora