-¿Quieres que use eso, Fran?- pregunte mirando la prenda, era un horror, negra, con brillo y muuuy corto, pero claro, a Francesca Devilla le gustaba.
-Si, a Jorge le encantara- aseguro quitando la mini prenda de mis manos.
-¿Qué no se supone que me debo de sentir cómoda yo? Yo quiero usar este- le enseñe un vestido arriba de la rodilla, rojo, de tirantes, con medias negras y a Fran pareció gustarle.
-Está aprobado, y creo que por Jorge también- me guiño- ¿Qué te parece este para mi, Marti?
Fran poso mientras enseñaba su vestido, blanco y con algunas ondas, es precioso. Aplaudí sonriendo y ella dio unos brinquitos y palmaditas como siempre lo hace, raro sería que no.
Entre a la ducha, Fran ya estaba arreglándose para la gran noche. Diego no me ha vuelto a hablar, lo cual me duele, sinceramente, nunca pensé en terminar con él, quería enamorarme y no pude, soy tan tonta. Pero tampoco pensé en terminar de novia con Jorge, estaba decidida a dejarlo atrás, lo cual, tampoco pude hacerlo y no creo poder hacerlo.
Soy tan feliz con Jorge, siempre me saca sonrisas, ahora sé que era el orgullo que no nos dejaba acercarnos y mucho menos conocernos como ahora lo hacemos.
Volviendo a Diego, me ignora, pero sus amigos no nos ignoran, Federico persigue a Francesca hasta al baño, pero a ella le gusta, Fran no es de esas chicas de reservar mucha información, aun recuerdo sus palabras:-¡Me gusta, chicas, me gusta! ¡Federico es tan lindo conmigo, le quiero tanto en tan poco tiempo!- y claro, todas terminamos riendo a carcajadas por su reacción.
-¡Martina Navaro, te tardas horas ahí adentro, ya hasta Mechi llego!- grito Francesca, golpeando mi puerta, haciéndome pegar un grito.
-Date prisa, Marti- me apresuro Mercedes- los chicos ya van a llegar, Jorge querrá verte y le hare pasar aun que estés en la ducha, en ropa interior o hasta desnu…
-¡Ya entendí, ya entendí!- me apresure a decir antes de que completara su frase, nada agradable. Mi mente aun no piensa en eso.- Eh terminado, ¿podrían darme mi privacidad para cambiarme?- les pregunte poniéndome mi bata de baño y una toalla envuelta en la cabeza.
-Claro, nos gritas cuando estés lista para ayudarte a maquillarte, peinarte…- comenzó Mercedes, no soy tan tonta como para no poder yo sola.
-Sí, chicas, ahora me tengo que cambiar- les dije saliendo del baño, envuelta en mis toallas rosadas.
Ambas salieron, ya listas, y yo apenas me voy a poner la ropa, ¿Qué haremos con nosotras, Martina-subconsciente?
Me seque todo el cuerpo, cuando ya estaba lista me puse el sujetador y los calzoncillos, un lindo conjunto negro que me compro mi madre, gracias, mamá. Puse mis medias, es vestido y un pequeño cinturón negro, delgado.
Seque mi cabello, conecte la plancha para cabello… y… necesito a las chicas, después de todo… si estoy torpe aun para esto. Salí decidida de mi habitación a llamar a las chicas, descalza y con el cabello no muy ordenado.
-¡Chicas, necesito de su ayuda!- grite bajando las escaleras muy sonriente.
-¡Ven, esta lista, déjenme verla!- escuche los quejidos de Jorge, me detuve en seco. ¡Carajo, aun no estoy lista!
-No, Jorge…- lo retuvo Francesca- vos esperas, nos llamo a nosotras.
-Es mi novia, Fran. Puedo verla- la voz de Jorge sonaba irritada y yo espero que no suba… ¡mi cabello es un asco!
-Es nuestra amiga- le recordó Mercedes- ahora volvemos.
Sin más, escuche los tacos de las chicas retumbar mientras intentaban corres hacia las escaleras donde yo seguía escondida.
-Hola- susurre y ambas comenzaron a reírse, de mi.- ¿Qué? Ya lo sé, mi cabello, ayuda…
-Vamos, antes de que a mi primito, ósea, tu noviecito quiera subir- comenzamos a subir de nuevo las escaleras hasta llegar a mi habitación, la cual la chicas cerraron detrás de nosotras.
Y comenzaron a arreglarme, el peinado, un simple planchado. Los accesorios, una simple pulsera dorada, unos tacones negros y me no me maquillaron demasiado, natural. Perfecto, todo lo hacen tan fácil y rápido… ¿Cómo aprenderé algún día a hacer todo esto?
-Listo- finalizo Mer.
Salimos de mi habitación y nos dirigimos hacia abajo, donde estaba mi muy desesperado novio y Marcos el “no” novio de Mercedes, Facundo junto con Natalia, si hubo demasiada conexión ahí, Federico también vino, ya es parte del grupo desde que supo que Fran estaba con nosotros.
-Hola- les dije a todos, sonriendo. Jorge se acerco a mí, sonriendo.
-Pensé que ya habías huido- bromeo. Me tomo de la mano y me acerco a él dejando un dulce beso en mis labios.
-Nunca- asegure dándole ahora yo, un beso.
-¡Chicos, basta!- dijo entre risas Francesca.
Jorge rodo los ojos y nos dispusimos a salir, mi novio conduciría y ya no me daba miedo, soy valiente por ser novia de un maniaco con el automóvil.
Al llegar a la fiesta de un amigo de los chicos, entramos a la enorme casa donde seguramente los padres no estaba, demasiado alcohol, gente, música, más gente carajo, nada ha cambiado, odio las fiestas. Jorge me tomo por la cintura y todos nos dirigimos hacia una de las mesas disponibles.
-Vamos, Martina, ven a bailar con nosotras- me extendió la mano, Mercedes. Mire a Jorge que asintió y le di la mano a Mercedes para caminar y encontrar algo de espacio para bailar; Fran, Mechi, Nati y yo.
Pasaban los minutos y yo me divertía cada vez mas bailando con las chicas, varios chicos nos invitaron a bailar, y nos negamos. Esto puede ser divertido y me podría acostumbrar.
-Necesito ir al tocador- grite para que me escucharan, las tres asintieron y camine lejos de ellas, atravesando a toda la gente.
Antes de que pudiera siquiera alcanzar la perilla, una mano ágil, tomo la mía, me atrajo hacia él y me llevo de nuevo a la pista.
-Ey…- me queje, intentando zafarme de su agarre. El tipo no era feo, no. ¡Pero tengo novio, carajo, y este no es nada comparado con Jorge!- ¿Puede soltarme?- le pregunte, moviendo mi brazo.
-No lo creo, mejor baila conmigo, te eh estado observando en la preparatoria, te eh estado observando aquí en la fiesta…
-¿Ah donde quieres llegar con esto?- listo, lo dije.
-Que quiero bailar con vos.- me dijo.
-Pero yo no quiero bailar con vos, a demás, tengo novio- murmure, nuevamente intentando zafarme de su agarre.
-No lo engañas si bailas conmigo una canción, Martina- me contradijo.
-Te lo repito, no quiero bailar con vos- me estaba molestando, y mucho.- ¡Que me sueltes, carajo!
-¿No la has escuchado?- escuche la voz del chico que lleva semanas ignorándome después de “nuestra” salida.- suéltala.
El chico zafo su agarre y levanto las manos al aire, alejándose del lugar.
-Gracias…- susurre.
Diego me miro unos segundos, asintió y cuando estaba a punto de alejarse salte a sus brazos.
-¡Eres un tonto, Diego Gimenez, eres importante para mí y vos simplemente… me dejas de hablar…!- que queje, se zafe de él y lo mire con enojo.- ¿Sabes que te necesite? ¡Tonto, tonto, eso eres… un tonto!-El me miraba divertido, tonto. -¿Qué es tan divertido, tonto?
Estallo en una carcajada y segundos después yo me uní a él, riendo como dos estúpidos a la mitad de la pista de baile.
-Te extrañe tanto, Martina- murmuro cuando la risa estaba casi controlada.
-no vuelvas a dejarme de hablar, ¿de acuerdo?
-promesa de tonto- levanto la mano. Por eso le quiero, siempre es un tonto.
Una chica, alta, muy linda se acerco a nosotros, le sonrió a Diego y a mí también, le correspondí igual.
-Martina, ella es Clara. Clara ella es Martina- nos presento.
-Mucho gusto, Martina- me contesto Clara alegre, me gusta para Diego.
- Marti- le dije.-El gusto es mío, Clara.- murmure sonriéndole.
-Cla, o Clari- murmuro sonriente.
- Marti, nos vemos más tarde, ¿sí?- me pregunto Diego, tomando por la cintura a Clara- cuídate, nada de alcohol.
-Hasta luego, Marti.- se despidió Clara.
-Nos vemos, Clari- murmure agitando la mano.
Me gusta para Diego esta chica. Camine de nuevo hasta donde estaba las chicas, pero no estaban ya, mire hacia donde estaba nuestra mesa y ahí estaban, charlando. ¿Y Jorge?
No está Jorge.
Me acerque a ellos frunciendo el ceño.
-¿Y Jorge?- les pregunte.
-No querrás saberlo…- murmuro Francesca.
-Sí, sí quiero saberlo- corregí cruzándome de brazos.
Mercedes me señalo con su dedo hacia la derecha y lo vi…
¡Hablando con Sara! O bueno… peleando con Sara.
-¿Por qué no vas y le dejas en claro que vos sos la novia?- me pregunto Francesca, inocente. Aun que yo sé bien que solo es porque quiere que lo haga por ella.
-Francesca…- alargo Mercedes.
-Déjame. Ella va a seguir así si vos, la novia, Martina, no le pones un alto- murmuro, y tomo un poco más de su bebida, refresco.
-Jorge es mi novio- aclare- ella… ella no puede… simplemente ir a hablarle…- comencé inspiradoramente trabada.- ¡Jorge es mi novio, chicas!
-No debiste, Fran, no debiste…- se quejo Mercedes.
-Simplemente están hablando, déjalo pasar Marti- suplico Natalia.
-Sí, solo hablan… tal vez ella quiere volver con el…- murmuro Francesca.
-No, yo soy la novia- murmure haciendo que Facu, Marcos y Fede me miraran, pero me arrepentiría de ello mañana.- no voy a dejar que cualquier chica se le acerque a mi novio, no señor.
-Ahora ve y deja en claro a Sara que Jorge es novio de vos- me ordeno Francesca.
Asentí, y me acerque a paso decidido a ellos.
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Si se Trata de Amor
RomansaLo que comienza como un accidente... termina en algo maravilloso. ¿Te animas a descubrirlo? Esta Novela no es mía, es una adaptación de Facebook, pero me encanto. Es una trilogía original escrita por MaJorge.