Capitulo 18 - "El es, la persona que mas me entiende"

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Las vacaciones se pasaron volando, y por más que quisimos organizarnos para viajar juntos fue imposible, los padres de Fran querían ir a la playa, los de Mer a la montaña y mis padres ni una ni otra, estaban demasiado cansados para viajar, así que decidimos no ir a ninguna parte.

Fue suficiente tiempo para que Diego y yo cumpliéramos un mes de novios, ¿Increíble como pasa el tiempo, no? Diego era probablemente la persona más tierna en este mundo, y eso me hace imposible evitar quererlo, pero por más que lo intente y trate de meterme en mi mente que Diego es perfecto para mi, siento que algo falta…

-¡No puedes ser tan tonta, Martina!- me grito Francesca, enfadada- ¡No puedo creer que seas la novia de Diego!

¿Tonta?

-¡No soy tonta! ¿Podrías dejar de retarme? ¡Lo hiciste todas las vacaciones por webcam!- me defendí- ¡¿Y qué tiene que ver que sea la novia de Diego?!

-¡¿Qué no te das cuenta?!- me pregunto, irritada y gritando- ¡Estuve todo el tiempo tratando de hacer que Jorge se acercara a vos, ahora con esto, ni siquiera quiere hablarte, acabas de tirar todo mi esfuerzo por la borda!

A mí no me importa en lo absoluto, creí que ya había quedado claro que yo no quiero tener nada que ver con Jorge, dije para mis adentros.

-Lo siento, pero yo no sabía nada- me encogí de hombros- en verdad, no quería…

-Jorge intento hablar con vos- me interrumpió- el… el te quiere Martina, lo creas o no, el te quiere- murmuro Fran, como si le fuese difícil decirlo.

-¿Eh?- pregunte confundía.

¿Jor… Jorge me quiere?

-¿Por qué crees que insistía tanto con el tema de que te acercaras a él?- me dijo- Jorge no sabía nada de la fiesta, tiempo atrás el ya se sentía atraído por vos, por eso te anime a acercarte, y lamento que te haya tratado como lo hizo, pensé que…

-No quiero escuchar mas- le interrumpí, apunto del llanto.- no puedo escuchar mas…

Le di una última mirada y salí corriendo, solo escuchaba como Fran me gritaba, pero entre más rápido movía mis pies más rápido se perdía la voz angelical de Francesca.

¿Por qué me pasa esto a mí?

Estoy con Diego, lo quiero, pero ¿Por qué algo dentro de mí me dice que no hago bien al estar con él?

Subí hasta el último piso del edificio, donde sabia que nadie estaría, solo quería estar sola, no puedo pensar con toda la gente diciéndome que hacer, ¿Por qué todos me dicen que hacer? ¿Por qué no puedo simplemente decidir por mi misma?

¿Qué si quiero estar con Jorge? ¿Por qué tengo que pensar en todos los demás antes que en mí? ¿Qué carajos estoy haciendo? ¿¡Que carajos estás haciendo, Martina!?

-¿Te pasa algo?- escuche la voz de mi novio que venía detrás de mí, corriendo y con la cara pálida, seguro del susto.

-Si…- susurre, volviendo a llorar, me sentía morir- no sé qué hacer, Diego…

-¿Quieres contarme?- pregunto atrayéndome hacia él, me abrazo, tan fuerte.

-No quiero que me odies, Diego… te quiero- murmure, recargándome en su hombro y dejando unas cuantas lagrimas en su campera.

-Eso es imposible, Marti. Te quiero sin importar lo que pase, lo que digas o lo que hagas- me aseguro, y eso fue lo único que me tenía que decir para que yo sintiera el corazón roto, el me estaba dando su apoyo incondicional a pesar de lo que tenía que decir…

Soy la peor persona de este puto mundo.

-Yo…- comencé, alejándome un poco de él para mirarlo y así, encontrar las palabras correctas- Gracias por todo, me has enseñado tantas cosas, te quiero tanto como no tienes una idea, Diego. Me haces sentir segura y tranquila…

-Pero…- a completo mi oración, como si supiera lo que quiero decir. Me abrazo de nuevo- Lo sé, Marti. ¿Crees que no lo notaba? Las miradas que le regalabas, que él te regalaba, solo estaba esperando ah que esto pasara, sé que me quieres, te quiero tanto como tú me quieres a mí…- me dijo aun abrazándome- pero esto no está bien anda- me animo.

Me aleje para mirarlo y no pude evitar sonreír, este es el chico que todas desean tener y yo lo estoy dejando ir…

-Gracias- me dije dejando un beso en su mejilla.- Te quiero…

-Yo también te quiero, Marti- me aseguro, me di la media vuelta, dando unos cuantos pasos- Ey…- me llamo, me di la media vuelta.- siempre estaré para ti.

No me contuve más y corrí a sus brazos nuevamente. Me solté y le regale con una última sonrisa de agradecimiento.

Salí corriendo, baje las escaleras, tengo que llegar donde él, tengo que decirle todo lo que lo quiero… necesito hacerlo…

La lluvia estaba fuerte, pero lo que necesitaba, lluvia para aclarar mis ideas que estaban completamente nubladas…

Pisaba los charcos, corría por todo el jardín, nadie estaba ahí, todos estaban en clases. Probablemente parecía loca corriendo y dando vueltas en la lluvia, pero he hecho tantos ridículos que creo que esto, no es peor a todos los demás.

La sonrisa de mi cara no se iba, me sentía como niña de nuevo, una niña que no tiene problemas como ahora yo los tengo… ¡Es tan divertido hacer esto!

¿Qué hago ahora?

¿Debo hablar con Jorge?

¿Debo hacerlo?

Quiero hacerlo. Nunca me había sentido más segura de algo en mi vida.

Un charco, otro charco, mis botas de lluvia y mis jeans ya están del asco, pero no importo, porque seguí brincado y mojándome…

Di unas vueltas como las bailarinas lo hacen, pero con los brazos en el aire, sentí algo que me impedía seguir haciéndolo.

-¿Te diviertes?- me pregunto sonriendo.

-Jorge…- tartamudee.

Si se Trata de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora