Capitulo 8 - "Un cambio visible"

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Pinta uñas, maquillaje, zapatos de todo tipo, abrigos, remeras, faldas, pantalones, shorts, accesorios para muchas seria un paraíso, para mí, es un desastre y desperdicio de dinero.

-No te muevas, Martina- me ordeno Mercedes mientras maquillaba los parpados de mis ojos, pero es imposible mantenerlos cerrados ¿Qué tal que me pica algún ojo?.

Las chicas habían llegado antes, Mercedes pasó por Francesca a su casa, no queríamos que Jorge estuviera por acá deambulando por ahí mientras nosotras planeábamos como conquistarlo, aun que veo imposible que se fije en mi, Sara es muy linda.

Mechi me maquillaría y peinaría. Fran escogería mi atuendo, me ayudaría a ponerme accesorios y pintaría mis uñas, gracias a Dios tengo amigas a las cuales les encanta todo esto.

-Ya quedo- murmuro Fran cuando termino de revolver y sacar ropa de todas las bolsas que habíamos comprado el día de ayer.- ¿Cómo vas vos con el maquillaje, Mechi?- pregunto caminando hacia nosotras con el atuendo en manos.

-¡Soy una genia!- murmuro sonriente- ya está listo, y se ve perfecto en vos, Marti.

-Cámbiate, después iniciaremos con el peinado- me ordeno Fran, a lo que gruñí y entre al baño, donde me cambie, la ropa no era de mi agrado, pero tampoco era fea. Una linda falda rosa pastel, una playera blanca que utilizaría debajo de un “suetercito” oh algo parecido, no sé muy bien que es, pero era blanco con estampado de florecitas, con zapatos abiertos blancos ¿Me imaginan a mí en esto? ¡No es gracioso!

Cuando finalmente salí del baño y anuncie que ya estaba lista, Fran y Mer me miraron sonrientes. Llego la hora del peinado, me senté frente el tocador y espere a que Fran y Mechi charlaran sobre como peinarían mi cabello que únicamente estaba acostumbrado a coletas.

Mi cabello no era la gran cosa, estaba hasta los hombros y tenia las puntas rubias.

Iniciaron con una pequeña plancha, con la cual marcaban mis risos, solo un poco. Fran pinto mis uñas color rosa pastel, según ella.

-Cuando ya no nos necesites mas para arreglarte, tendrás que pintar tus uñas del color que combine con tu atuendo.

Al terminar con todo esto de la “transformación”, me levante y me mire al espejo, ni yo misma me reconocía, esta es una Martina que yo no conocía, es muy linda, una chica como todas la demás, una chica superficial, pero no necesariamente lo era, yo al contrario de las demás tengo sentimientos, y yo les tengo un ejemplo: Francesca Divella, chica hermosa, con padres millonarios, ¿Y donde le ven lo hueca? Otro ejemplo es; Mercedes Rinaldi, chica bellísima, con padres millonarios, ¿Dónde ven lo mala persona?

Yo me encargare de no convertirme en una como las demás. Nunca dejaría de ser lo que soy.

-Vamos, Martina- murmuro Mercedes mientras bajamos del auto para entrar a la preparatoria.

Cuando al fin me digne a bajar a un no comenzaban las miradas, no las que esperaba, pero al entrar en aquel enorme edificio, podía sentir las miradas de chicos y chicas.

-Los chicos te miran como bobos, Marti- susurro Mercedes a mi oído.

-Y las chicas con envidia- añadió Fran, susurrándolo.

Mire a todos lados, esperando ver a Jorge por ahí, y justo estaba ahí, charlando con Marcos y Facundo, cruzado de brazos, con un pie recargado en la pared pero lamentablemente tuve que mirar hacia otro lado, en el momento en el que a Marcos se le ocurrió hablarle para señalarnos. Y de pronto, ya estábamos frente a ellos.

-¿Martina?- pregunto sorprendido, bajando sus brazos a los costados y dejando caer su pie.

-¿Si?- lo cuestione intentando que pareciera que no me importaba lo que él pudiera decirme, pero es imposible no querer saber su opinión, digo, por el estoy haciendo esto.

-Wow- logro articular, sorprendido.

-¡Amor!- grito Sara corriendo a abrazarlo. Cuando termino con su muestra de afecto me miro de arriba abajo con desagrado- Querida, mejor vuelve hacer lo que eras antes.

-¿Quién te crees que sos?- le grito Francesca, molesta- ¿Te crees la más hermosa de toda la preparatoria? ¡Qué pena que me das, Sara!- fue cuando Jorge fulmino con la mirada a su novia.

-No tienes porque llevártela mal con todos- murmuro Jorge, irritado. Saliendo del lugar, seguido por sus amigos que querían reír, si no fuera por Fran, no sabría que ellos también les cae mal.

-Se me hace que sos vos la que necesita cambiar, Sara- se burlo Mercedes- porque ya ni el novio te soporta- ¡Y la carcajada que soltamos! Dejando a la pobre de Sara con la palabra en la boca.

Entramos a un aula bacía.

-¡Jorge no te quitaba los ojos de encima!- grito susurro Fran, emocionada.

-Solo lo sorprendí- asegure- seguro no pensó en su vida, verme así- añadí.

-“Solo lo sorprendí”- me arremedo Mercedes- ¡Este es solo el comienzo!

Si se Trata de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora