Si se Trata de Amor

Capitulo 7 - "Aun que Martina se vista de seda, Martina se queda"

-Martina, sal de ahí, seguro te vez preciosa- rogo Mercedes por decima vez, irritada.

Pensé que salir de “compras” era acompañarlas, no venir de compras yo. Si lo pienso, ¿hace cuanto no hago esto? Sé que es raro, pero nunca me tome el tiempo de ver que usaría al siguiente día, o de qué color pintarme las uñas para que combine con mi atuendo, nunca fui una chica ¿Y ahora me tengo que ser de ese tipo de chicas?

-¿¡Cómo quieres que salga si me veo horrible?!- grite desesperada, sentándome en la pequeño banco que estaba ahí, me cruce de brazos- no saldré hasta a verme quitado este horrible atuendo. ¿Por qué no lo haces vos, Mer? Seguro que esto si te gusta y te queda a vos.

-Sos preciosa, seguro con ese conjunto te vez aun mas- sentí como Fran se recargaba en la puesta para decir aquello. Me levante y me mire al espejo. Esto de la moda, no es lo mío.

-Aun que Martina se vista de seda, Martina se queda- murmure para mí. Tomando el valor suficiente para tomar el pequeño seguro de la puerta y abrirlo lentamente.

Abrí lentamente la puerta, intentando no tropezar al caminar con los enormes tacos que usaba en este preciso momento, cerré los ojos al pararme al frente de Mercedes y Francesca, no quería ver sus expresiones al ver lo horriblemente nada bonita que me veía, aun poniéndome la mejor ropa de todas, siempre seguiré siendo yo, y es algo que no se puede cambiar. Escuche unos leves gritos ahogados, seguidos de un enorme abrazo de oso de mis dos mejores amigas.

-¡Te vez hermosa, Marti!- grito Fran, abrí los ojos como platos al escuchar aquello, ¿En verdad lo creen? Vestida así, me siento una mas… una más del montón.

-¿Es broma?- le pregunte seria- ¡Me veo horrible!- me queje de un grito, de nuevo.

-¿Broma?- pregunto Mercedes con el ceño fruncido. Me jalo del brazo para hacerme caminar hacia el espejo, casi caía al hacerlo, lo mío no es caminar con tacones- Ve en el espejo. ¿Qué ves?

-Una chica, una chica que es una tonta y ridícula vestida de esta forma- murmure mirándome en aquel enorme espejo.

¿Qué otra manera hay de describir como me veo? No soy de este tipo de chicas, ¿Y saben que es lo peor? Que yo acepte a hacer todo eso, y no puedo echarme para atrás no en este preciso momento, y admito que la idea de separar a Jorge de Sara no me suena para nada mal.

-No- negó Lodo poniéndose a mi lado.- una chica muy hermosa, Martina, ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?

-Es que no sé, no puedo sentirme bonita, por que se que no lo soy, ustedes lo dicen porque son mis amigas y me quieren, mi mamá lo dice porque es eso… mi mamá.- comencé diciendo sintiendo como se cristalizaban mis ojos con cada palabra que decía- solo sé que no soy una persona bonita.

-¡Mírate, Martina!- le suplico Mercedes- ¿Por qué no puedes ver lo que nosotras vemos en vos? Sos una chica bellísima y cualquiera que te diga otra cosa esta terriblemente equivocado…

-No te lo decimos por ser tus amigas, no te lo decimos porque te queremos, te lo decimos por eres una persona que no quiere darse cuenta de la verdad, cualquier chico podría fijarse en vos, solo que no les das la oportunidad de hacerlo- murmuro- ahora, quiero que me digas una cosa; ¿Vas a querer seguir con el plan? Sabes que si no quieres, nosotras entenderemos y nunca te obligaríamos a hacer algo que vos no quieras hacer.

Este era el momento, aceptar o te hechas para atrás.

¿Por qué no lo intento? Nunca en mi vida me eh arriesgado por algo, quizá sea el momento de que lo haga y deje de tenerle miedo a todo.

-Sí, sí quiero seguir- susurre levantando la cabeza para observarme de nuevo.

-¿Entonces que estamos esperando?- añadió Mercedes, feliz.- Tenemos tantas tiendas que recorrer.

Te esperamos afuera, Martina- murmuro Fran ¡Ese conjunto, se te ve precioso!- dijo antes de salir.

Entre de nuevo al probador y comencé a quitarme la ropa, tendré que acostumbrarme.

Cuando salí, Mercedes y Fran ya tenían miles de prendas en sus manos, que me dieron, y instantáneamente tuve que entrar. Y así fue una y otra vez.

-No creo que sea necesario hacerle nada a tu cabello, Marti-murmuro Mercedes- es muy lindo, claro que si lo dejas suelto una que otra vez se verá mucho mejor…

-Sí, lo único era la ropa- aseguro Fran- eres perfecta en todo lo demás.

¿Es una broma de mal gusto?

Toda la tarde fue así; ropa, zapatos, ropa, zapatos… enserio, ¿Cómo les puede gustar esto?

-Creo que ya lo tenemos todo- dijo Fran mientras dejábamos las bolsas en mi habitación.- entre antes comencemos, mejor.