BIENVENIDA

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Maldigo mi suerte por milésima vez el día de hoy, recojo mi maleta del suelo y la dejo en el porta equipajes del auto, este día cada vez está mejor, si tan solo pudiera volver, suspiro mientras observo la ciudad ¿hace cuánto no estaba en este lugar? Debió ser un tiempo largo pues todo cambio y no sé si para mal pero ahora que regreso me encuentro con que mi madre se casó con quien era su amigo, Namcha no tiene nada de malo es alguien amable, comprensivo, inteligente y trabajador, además de que ama a mi madre y le da todo lo que puede necesitar, después de que mi padre nos abandonó ella siempre trato de mostrarse fuerte y seguir con su vida pero cuando mi padre murió pareció llevarse una gran parte de ella, la verdad me alegra que Namcha haya aparecido en su vida pues la hizo reír nuevamente, pero como toda cosa buena trae algo malo y es que Namcha tiene un dos hijos uno que es tratable y el otro que es un puto grano en el trasero, Ming es de piel blanca y cabello negro, delgado de cuerpo de corredor, es unos centímetros más alto que yo y es alguien un poco agradable solo trate con él lo justo el día de la boda, en cambio Forth, es alto, más que yo, de piel un tanto bronceada aunque no deja de ser clara, de cabello negro, cuerpo trabajado, rasgos faciales cuadrados y muy varoniles, con una actitud más acida que un limón, si Forth es lo único malo que tiene el nuevo esposo de mi madre, soy sacado de mis pensamientos cuando el taxi se detiene, observo por la ventana la reja de la gran casa abrirse, doy un suspiro, debido a que mi madre se casó y yo estaba lejos esta decidió vender nuestra casa, así que hasta que el banco no libere el dinero que mi madre destino para mi tendré que vivir con ellos, solo a mi madre se le ocurre crear un fideicomiso para un mayor de edad, al estar frente a la puerta de la casa el auto se detiene nuevamente, bajo junto al conductor quien me ayuda a bajar mis dos maletas, tomo mi maletín de viajero y pago por el servicio, antes de darme cuenta una de mis maletas y mi morral son arrebatados de mis manos.

— No me equivoque, parecían pesadas y ahora sé que estaba en lo correcto— habla Ming quien me sonríe, respondo con la mejor sonrisa fingida que puedo.

— Yo puedo solo Ming— trato de tomar mi equipaje.

— Oh vamos P' yo quiero ayudarte además, papá y mamá me pidieron que te ayudara en todo lo que necesitaras hasta que ellos volvieran— dice subiendo los dos escalones.

— ¿No están aquí?— pregunto siguiéndolo.

— Están en Japón, se supone que regresarían mañana pero debido a las lluvias en ese país los vuelos han sido cancelados hasta nueva orden, quizás estén aquí mañana mismo o pasado mañana— habla dejando mi equipaje al pie de la escalera.

— Comg chai— giro al escuchar la voz de una mujer quien se inclina con respeto al verme.

— No haga eso tía, puede llamarme Beam, no es necesario tanto formalismo— le sonrió a la mujer quien me responde igualmente.

— Ti acho ¿has visto mi unifor...— mi mirada cae sobre el moreno que baja las escaleras quien frunce el ceño al verme— ¿sabe dónde está mi uniforme?— pregunta a la mujer ignorándome.

— Forth— habla la mujer con reproche.

— Buenas tardes— dice de mala gana el moreno.

— Te aseguro que no lo crie así— dice la mujer al pasar junto a mí, sonrió.


Después de esa bienvenida decido mejor encerrarme en mi habitación, no me encuentro de muy buen humor como para tener que soportar a aun idiota que se cree el rey del mundo y a Ming quien parece ser muy considerado, debería tenerle algo de consideración después de todo es dos años menor que Forth y yo, observo la habitación que mi madre ha preparado para mí, hay muchas cosas aquí de las que tenía en mi hogar, creo que debería llamar a mis amigos para decirles que volví, tomo mi teléfono y envió los dos mensajes, salgo de mi habitación encontrándome con Ming quien parece va de salida igual, lo saludo con un asentimiento y sigo mi camino, salgo de la casa al igual que el menor con la diferencia que este lo hace en su auto y yo a pie, debo preguntara mi madre ¿Dónde está mi auto? Camino hasta la calle para esperar un taxi.

POSITIVOS FORTH BEAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora