MUERTO

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Han pasado varios días desde lo sucedido con Toey, de alguna forma Beam consiguió que pudiera quedarse en casa, por más que me opuse no hubo poder humano que lo hiciera cambiar de parecer, no diré que no entiendo en parte al menor pero igual no logro entender todo, por muy enamorado que yo este no sería capaz de engañar y mentirle a esa persona, yo... yo jamás le mentiría a Beam y mucho menos trataría de hacerle daño, es difícil verlo todo el tiempo, en la universidad y aquí en casa más parece entender aun cuando ninguno de los dos ha dicho nada que lo que teníamos termino, salgo de mi habitación y al primero que veo salir de la habitación de Beam es al rubio, frunzo el ceño y este solo desvía la mirada, aun no puedo creer que me deje engañar solo pro su carita inocente e infantil forma de ser ¿Puede un ser tan maliciosos parecer inocente y tierno? No soy capaz de confiar en nada que venga de él, ni en sus miradas apenadas, paso a su lado en dirección a las escaleras.

— Sé que me estas odiando en este momento P'Forth— dice haciendo que me detenga— por favor, permíteme hablar contigo— pide acercándose.

— No deseo escuchar más mentiras niño— digo para seguir mi camino dejándolo en medio del pasillo.


Subo a mi motocicleta y emprendo camino pero me detengo al ver un auto nuevo frente a la casa tan pronto la reja se abre, bajo al ver un sobre en uno de los espejos, tomo el sobre y solo esta el nombre Beam, abro el sobre.


Sé que tu auto no podrá ser reparado, por eso he comprado este para ti, espero que te guste, te ama tu padre.


Miro hacia todas partes tratando de ver si hay alguien sospechoso, regreso dentro, cierro la reja y camino hasta la casa, subo las escaleras y entro son llamar a la habitación del moreno quien sostiene una camiseta en sus manos y solo viste unos pantalones cortos de deporte, aparto la mirada ¿Cómo es que puede ponerme nervioso? No es como si no lo hubiera visto desnudo antes.

— ¿Sucede algo?— pregunta ya con su camiseta puesta.

— Ese día dijiste que todo estaba resuelto— digo recordando sus palabras, Beam asiente con el ceño fruncido— vez el auto — señalo la ventana y este camina y mira hacia afuera antes de asentir— pues es un regalo de tu padre— digo tendiendo el sobre.

— ¿Qué está mal con él? Primero se hace pasar por muerto, regresa y hace que un niño nos engañe y ahora viene con esto— habla con el ceño fruncido.


Se saca la ropa sin importarle mi presencia, lo veo caminar por su habitación solo en un pequeño bóxer que deja ver más de lo que cubre, trago grueso al verlo inclinarse buscando algo en su armario dejándome una espléndida vista de su trasero, respiro profundo tratando de controlar mis pensamientos y mi cuerpo pues mis pantalones se hacen más apretados poco a poco, sin poder contenerme me acerco y tomo con toda la longitud de mi mano uno de sus glúteos haciendo que este de un respingo, antes de que pueda siquiera reaccionar, lo giro y estampo su espalda contra la puerta del armario apresándolo entre la puerta y mu cuerpo, Beam parece sorprendido por mi movida.

— Mala idea usar esa posición conmigo presente— habla acercándome a su rostro— no saber lo malditamente caliente que te vez— digo antes de posar mis labios sobre los suyos.


Beso con fuerza sintiendo como se resiste pero poco a poco deja de hacerlo para seguir en ritmo del beso, la mano que trata de alejarme, la tomo junto a la otra y la apreso sobre su cabeza, una de mis piernas es colada entre las suyas haciendo nuestra cercanía aún más corta, con mi mano libre recorro su costado hasta llegar a la altura de sus caderas desviándola hasta su trasero el cual apretó con fuerza robándole un gemido entre lastimero y gustoso al de piel clara, mis labios se separan de los suyos solo unos milímetros, vuelvo a cerras la distancia cuando este abre la boca aprovechando para colar mi lengua dentro de la suya, no se si es mi cuerpo o el suyo el que desprende tanto calo pero la ropa empieza a fastidiarme, muerdo su labio inferior y este busca besarme nuevamente, me separo unos centímetros y aprecio su hermoso rostro sonrojado hasta las orejas, su respiración entre cortada, su mirada oscurecida, sus labios enrojecidos con un pequeño hilo de saliva que lo hace ver malditamente irresistible, suelto sus manos y me saco la chaqueta sin despegar mi mirada de sus ojos, en lugar de huir Beam posa sus manos sobre mi pecho y aprieta haciéndome llevar mi cabeza hacia atrás disfrutando del toque fuerte del moreno.

POSITIVOS FORTH BEAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora