NO ES POR MI

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Ha pasado un mes desde la última vez que vi a P'Both, no me he atrevido a llamarle o buscarlo, sé que fui algo grosero con el pero no sabía cómo actuar en ese momento, también comprendo que fue mi culpa ya que yo fui el que no dejo en claro la relación que mantengo con Ming desde el principio, sea como sea, ya todo está claro y Ming entendió que no seré capaz jamás de serle infiel, me pongo de pie dejando de pensar en mi vida privada mientras estoy en el trabajo, salgo de mi consultorio con la intensión de hacer mi ronda cuando veo Ming saliendo del ascensor, sonríe tan pronto me ve, camino hacia él.

— ¿Qué haces aquí?— pregunto viéndolo.

— ¿No puedo venir a ver a mi novio?— pregunta haciendo un puchero.

— Voy camino a hacer mi ronda— le hago saber— si quieres esperame un momento en el consultorio— asiente antes de mirar a los lados y darme un rápido beso.

— Te he dicho que aquí no— le reprendo.

— Lo siento— dice antes de encaminarse hacia mi consulta.

No sé qué ha traído a Ming hasta aquí hoy, desde ese día no ha dejado de ser aún más tierno y cariñoso que antes, lo único que si puedo saber a ciencia cierta es que no me imagino sin el a mi alrededor, Ming ha hecho que me vuelva una mejor persona, que piense más en los demás y sea consiente de mis actos, me ha hecho es forzarme por ser aceptado por su padre, me ha hecho ver que puedo ir más adelante, siempre que me siento mal él está allí para darme las fuerzas que me faltan, en definitiva sin Ming a mi lado yo no sé dónde estaría en este momento, no se siquiera se podría sonreír sin tenerlo cerca, ese estúpido e infantil chico ha logrado que sea feliz en todas las formas posibles, regreso a mi consultorio después de terminar mi ronda, el día de hoy solo debo estar al pendiente de los pacientes de esta área así que no tengo mucho que hacer, al abrir la puerta veo a Ming con el torso desnudo y su pantalón desabrochado, al verme sus ojos se abren y su rostro se torna de un color rosado.

— ¿Qué haces?— pregunto cerrando la puerta, no quiero que lo vena medio desnudo.

— Tire algo de café caliente sobre mí— dice, mi vista viaja a mi escritorio y veo el recipiente y su camiseta con una gran manche.

— Déjame ver— me acerco.

Su piel se ve algo rojiza, con delicadeza paso mis dedos por su pectoral derecho, siento algo dentro de mi calentándose, sigo examinando su cuerpo hasta llegar a su cintura, mi mirada inconscientemente viaja hacia la abertura de su pantalón, puedo ver un poco de su corto vello púbico, mi mano actúa con voluntad propia y viaja directo a ese lugar, mi respiración se hace lentamente pesada teniendo que abrir un poco la boca para poder respirar bien, justo en el momento que mis dedos tocan esa fina capa de vellos mi mano es detenida.

— P' si sigues no poder controlarme— dice haciendo que levante la mirada para encontrarme una expresión de completa excitación, su mirada penetrante sobre mi hace que mi cuerpo se estremezca.

— No te pido que te controles— las palabras salen de mi boca antes de atraer al moreno hacia mi para juntas nuestras bocas.

Ming siempre ha tenido una fogosidad increíble, el beso se hace más fuerte, más apasionado, más húmedo, Ming toma mis muslos elevándome para dar media vuelta y dejarme sentado sobre mi escritorio sin dejar de besarme, mis manos no pueden apartarse de la piel del hombre frente a mí, mi boca es liberada para sentir como mi cuello es atacado con besos, lamidas y pequeñas mordidas, mi cabeza inconscientemente cae hacia atrás dándole más espacio de ataque, mi cuerpo se siente tan caliente que la ropa inicia molestarme, rápidamente me saco la bata, Ming se aparta de mi para observarme con una mirada llena de lujuria, pasión amor y muchos sentimientos más que hacen que mi pecho arda, con lentitud sin dejar de verme abre lentamente cada uno de los botones de mi camiseta antes de hacerme levantar los brazos para desnudar mi torso, con parsimonia como si quisiera castigarme besa lentamente desde mi cuello hasta mi vientre bajo haciéndome retorcer debido a las corrientes que desatan su besos en mi cuerpo, no soy capaz de reprimir un gemido cuando su boca se cierra entorno a uno de mis pezones.

POSITIVOS FORTH BEAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora