CAMINOS

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El sonido del estúpido televisor me está enloqueciendo, ya hace más de cuatro horas que Forth entro a cirugía y nadie viene a decirme nada, odio estar en esta cama, yo debería estar allá con los demás para recibir la noticia de que todo salió bien, estúpidos huesos débiles, tenían que romperse tantos al mismo tiempo ¿No bastaba con una perna o un brazo? No tenían que dejarme medio cuadripléjico, vamos Beam no lograras nada peleando con tu genética, solo espero que tanto Ming como Forth salgan bien y no haya ninguna complicación, me hubiera gustado ser yo quien donara su riñón pero los médicos no aceptaron pues dicen que es mejor si es de un familiar, esta estúpida férula no me deja hacer nada, ya han pasado ocho días ya deberían sacármela, busco a mi alrededor algo con lo que pueda destruir el estúpido televisor pero el mundo parece conspirar en mi contra ya que no encuentro nada que sea lo suficientemente fuerte para destruir ese aparato, estoy por soltar un grito de frustración cuando la puerta se abre y Kit entra seguido de Phana.


— ¿Todo bien?— pregunto preparándome para todo.

— Todo bien— responde Phana quitándome un enorme peso de encima.

— Gracias al cielo— me dejo caer relajado— por favor apaguen eso— digo viendo el televisor.

— Ahora solo hay que esperar que despierten y podremos decir que la cirugía fie un éxito— dice Kit quien se ve algo preocupado.

— Vamos lo digas así, tu prometido es muy fuerte— hablo y este asiente sentándose a mi lado.

— Te daré el alta hoy— Phana miro a Phana cuando dice eso— sabes cuales son los cuidados y podrán llevarlos en casa— dice mientras toma mi planilla.

— Espera, no, yo tengo que quedarme con Forth— hablo viendo a mi amigo.

— No estás en condiciones de cuidar de Forth— me regaña.

— Aun te faltan algunas semanas para sacarte el yeso del brazo y más para sacar el de tu pierna, sabes que necesitaras terapia y mientras tendrás que tener asistencia para caminar ¿Cómo pretendes cuidar a un hombre que estar bien en cuatro semanas y tu necesitaras casi ocho meses si haces la terapia como se debe?— pregunta dejándome sin respuesta.

— No quiero que piense que me marche— digo sin ver a mis amigos.





Tres semanas después



Muevo el brazo como me lo pide el kinesiólogo, me duele un poco moverlo pero es normal por el tiempo inactivo que estuvo, tomo las muletas y me despido del doctor, es complicado caminar con estas cosas, mi madre a mi lado no dice nada, con ella hemos solucionado nuestros problemas de comunicación, mi padre aún sigue en la ciudad pero no ha vuelto a intervenir entre nosotros, sé que va y viene a algún lugar pero prefiero que guarde su distancia, mi madre se detiene cuando llegamos a la habitación de Forth, abro la puerta y entro encontrándolo sentado en el sofá, este bastardo tengo más cara de enfermo yo que él.

— ¿Cómo estuvo?— pregunta levantándose para ayudarme a llegar al sillón.

— La última vez que use molestas tenía ocho años— respondo dejando que tome mis auxiliares para dejarlos a un lado— ¿Tu como estas?— pregunto.

POSITIVOS FORTH BEAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora