CAP 04 Eco en la oscuridad

10 0 0
                                    

En cuanto Norita y Gabriel desaparecieron Santi notó su propio cansancio, viendo su entorno noto algo. aquella casa, de donde salió Norita. ahora no eran más qué ruinas colapsadas, reclamadas por la naturaleza. Santi solo pudo observar pensativo, dudando de qué si todo lo qué vio fue verdadero.

Comenzando a caminar, trato de regresar al pueblo, no había camino alguno y cada vez qué las nubes ocultaban la luna no podía ver nada, aun así avanzó sin miedo, sentía que algo lo estaba guiando.

En aquel pueblo, la chamana en su habitación oraba por su regreso. era extraño, esto pareció guiarlo de alguna forma. Santi finalmente atravesó la maleza y llegó al pueblo sin ningún rasguño. y en ese momento la chamana cayó dormida. Santi fue directamente a la casa que le ofrecieron, temiendo no equivocarse, apenas revisó y al entrar cayó rendido en un profundo sueño, ya no tenía nada de qué preocuparse.

Al día siguiente, temprano la luz entraba por los bordes de la puerta. Santi abrió los ojos y de inmediato pensó.

—Parece... qué todo está bien.

Al mismo tiempo no podía dejar de pensar.

—Todo lo que está pasando. ¿Qué es? ¿y por qué nadie más hace algo? estoy seguro de que debe haber alguien más haciendo lo mismo. Todo esto se está haciendo normal de alguna forma. ¿por qué? ¿Este es el problema del mundo?

De repente se asustó y se levantó, siendo fuertemente sorprendido por una respuesta.

—Solo has visto lo más insignificante.

Santi contestó molesto.

—De nuevo eres tú, te fuiste sin decir nada.

A lo qué recibe una respuesta despreocupada.

—Nunca estuve contigo.

Más molesto le contestó.

—Claramente estabas escondido entre las hierbas como lo haces ahora mismo.

Pero repentinamente escuchó la voz enojada de Will a su espalda, acompañado de un escalofrío.

—Cuando el vínculo es fuerte, no importa la distancia.

Tratando de calmarse le respondió.

—¡Por poco y todo sale mal!

la respuesta de will fue fría.

—Tienes qué hacerlo solo.

—¡Pero yo no sé nada de esto!

Hablando más lentamente Will exclamó.

—Si no supieras nada, ya estarías muerto.

Antes de continuar aquella charla mental, resonó un golpe en la puerta.

—¿Ya despertaste? por favor ven a mi casa de inmediato.

Santi ya no pudo escuchar la voz de Will. Ante esto decidió salir de la casa y a un lado noto una silla en la pared, la cual tenía ropa que le había dejado la chamana, tenía aspecto de ciudad. Santi fijó su mirada en su ropa. Qué estaba muy sucia, llena de tierra, decidiendo tomar la ropa limpia, aunque estaba incomodo por recibir aquello se cambió y guardó su uniforme.

Contento, fue en dirección a la casa de la anciana, mientras sentía miradas curiosas de las habitantes, algunas veían por sus ventanas y otras trabajaban desde temprano a la puerta de sus casas. Entrando directamente lo recibió la chamana con dudas.

—¿De verdad se terminó la maldición? no percibo mal alguno en las cercanías.

Santi respondió afirmativamente pero bajando la mirada.

Blaking DoorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora