Cap.7. Hacia la cima de la humanidad

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Santi se adentro en aquella iglesia. ignorando cierta inquietud, el piso estaba hecho de baldosa blanca, asimismo sintió un ambiente levemente frío y húmedo, a su mente llegaron una serie de buenos recuerdos, todo lo que había vivido en su infancia. recordó cómo corría de un lado a otro cuando estaba solo. mirando los bancos, se vio sentado en ellos, seguía moviendo su mirada, las estatuas y adornos que siempre observaba a detalle. Al fondo veía varias puertas, qué eran los salones de clase. No podía ver ningún cambio significativo. El era el único en ese lugar, lo qué le parecía extraño.

—No hay nadie aquí.

Santi caminó lentamente, sus pasos eran silenciosos.

—En este lugar aprendí a no temer. aprendí a buscar la verdad.

Camino más rápido lo qué hizo retumbar sus pasos en el total silencio, decidió sentarse en un banco de madera y comenzó a reflexionar.

—¿Qué habrá pasado con el antiguo padre? Ya ha pasado mucho tiempo.

se desanimó un poco.

—Seguramente ya no estás vivo.

Bajando la mirada, estaba triste, pero se dijo así mismo con firmeza.

—Él debe estar en el cielo.

Santi estaba un poco feliz.

—Si existen las sombras, también debe haber un cielo.

Pero de pronto Will qué parecía haberlo escuchado donde quiera que estuviese, respondiendo en un tono burlón.

—¿El cielo? Qué tontería.

Santi se molesto pero al mismo tiempo, tenía dudas al respecto.

—!Qué te parece tan gracioso.

La voz de will era confiada.

—Es gracioso, todos hablan del cielo y la salvación, pero en realidad solo hablan de sus inmundas ambiciones.

Santi replicó molesto.

—¡No es eso! !el cielo es un lugar maravilloso!.

La idea del cielo de Santi era, como un lugar lleno de luz con abundante paz y alegría.

Will contestó con voz despectiva.

—Y si fuera así, ¿crees qué lo encontrarás donde estás?

Santi no entendió el mensaje de will.

—¿Qué estás diciendo?.

Santi sospechaba algo, Will parecía saber algo.

—¿Por qué no intentas ir?

Aquellas palabras lanzadas dejaron atónito a santi.

—¡Que!

No podía creerlo, cómo pensar que ir al cielo es posible, pero lo qué siguió le causó una gran preocupación.

—Desde que entraste viste esa cosa. ¿Por qué la estás evitando?

Santi se sorprendió.

—¿Cómo lo sabes? ¿Acaso estás rastreando todos mis movimientos?

A lo qué Will le contestó con una pregunta

—¿A que te recuerda eso?

Santi no analizó con detalle las palabras de will.

—No creo lo que me estas diciendo, te estas burlando de mi,

Will serio le respondió.

—Ve de una vez, deja de evitarlo.

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