Blaking Doors

Cap.5. Una estrella en el abismo

La noche había terminado y el sol ya se asomaba. Santi despertó al recibir un rayo de luz, qué atravesó la densa vegetación. Levantándose de golpe gritó.

—¡Buenos días! —hablando a la absoluta nada. —ah...

Contemplando su soledad.

—Por un momento creí qué alguien estaría aquí.

A pesar de estar solo, no sentía tal cosa. momentos después guardó su equipo para dormir, y decidió comer algo. tomando un poco de comida de su mochila, eligió un trozo de pan sazonado con alguna especia.

—Qué buena está.

Comió un bocado mientras miraba a su alrededor. Teniendo una repentina sensación extraña, vio directamente la vegetación, era como si cada árbol estuviese lleno de vida, sus verdes hojas sanas eran increíblemente llamativas.

—No había notado que este bosque-selva fuese tan bello, también una cálida brisa lo tranquilizaba aún más, podía ver en los árboles hojas recién formadas, lo qué les daba un aspecto renovado. y podía sentir como si una energía brotara de los árboles.

—Es como si pudiera ver la vida del árbol, es increíble.

Sorprendido se quedó quieto con los ojos abiertos.

—Ahora qué recuerdo, el mundo tenía este aspecto cuando era un niño. ¿Por qué justo ahora lo estoy viendo? ¿fue por la comida? ¿La chamana verá el mundo de esta forma?

Pero conforme fue invadido por sus pensamientos ya no pudo seguir apreciando el momento. Y ahora noto que Aquel bosque no dejaba ver a más de 10 metros, también había una gran cantidad de insectos, no podía saber si eran peligrosos, pero para su suerte su ropa lo protegía muy bien, el clima seguía siendo agradable. Revisando a fondo su mochila se tornó preocupado.

—Solo me queda comida para hoy.

Viendo el entorno busco alguna planta pero nada parecía comestible, sintiendo ahora desesperación por no saber identificar lo qué observaba, pero pensaba en otra alternativa.

—¿Acaso me traerá más comida? —Y recapacitando sobre eso. —¿él comprará la comida?. ¿o acaso él la roba?

Sabiendo qué Will tomó todas sus cosas sin dudar, aunque se las haya entregado después. preocupado se dijo a sí mismo

—No quiero vivir de esa forma.

Trato de olvidar el tema temiendo ser escuchado. Aún le quedaban unas cuantas tiras de carne seca que le habían regalado, después de desayunar se recostó junto a un árbol, entre el pasto y hojas secas, mirando hacia el cielo o lo que podía ver a través de los árboles.

—Ahora mismo creo qué cualquier cosa puede pasar, incluso qué pueda haber algo allá arriba ¿sabrá algo Will? Ah, empiezo a creer que lo sabe todo, parece saber demasiado a pesar de verse joven.

Rápidamente se levantó ya qué el suelo no era muy cómodo.

—Es hora de continuar, no creo que haya nada por este lugar.

Santi no tenía ningún sentido de dirección, caminaba con las manos en las bolsas de su suéter, le parecía peligroso pero era para protegerse de los insectos, el lugar estaba lleno de plantas extrañas, se acercaba a cada una tratando de reconocerlas.

—¿serán comestibles?.

Miro a cada rincón con curiosidad. llegando el mediodía, seguía vagando por esa especie de bosque-selva sin ninguna preocupación. finalmente se detuvo y pensó muy rápido.

—Sé qué estoy perdido, pero aun así creo qué todo estará bien.

Tenía una sensación en el pecho, algo qué llevaba ignorando desde qué despertó. una presión qué se hacía más fuerte conforme avanzaba el día. hasta qué muy impaciente se dijo así mismo.