Capítulo 2 : Le haré pensar que es suyo

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Matamoros la deja en el cuarto para que descanse, Felipe sube un poco después, preguntándole como había pasado todo. Altagracia le cuenta brevemente lo del supuesto accidente alegando que no se sentía del todo bien y que quería descansar.

A la mañana espera a que Felipe se fuera a trabajar para abrir los ojos, detestaba escucharlo en las mañanas. Regina y Isabela entran poco después trayendole el desayuno.

-Pero que fue lo que pasó tía -Isabela se acuesta a su lado abrazandola- Nunca antes te había pasado algo estando con Matamoros

-Había mucho tráfico y un imbécil quiso pasar antes en un intento de esquivar a los otros coches nos chocó a nosotros de frente, la bolsa de aire me golpeó -comienza a desayunar

-Que te dijeron los médicos -pregunta Regina

-Me hicieron exámenes luego me dieron un sedante para no sentir los dolores por el golpe, está todo bien conmigo Regina despreocupate sólo debo descansar y ya mañana iré a mi empresa, esto sólo será un mal recuerdo -termina el desayuno

-Bien Isabela te encargó a tu tía -besa la cabeza de ambas y sale del cuarto

-De verdad estás bien tía? -se acomoda en su pecho- No quiero que te pase nada

-Ay mi cielo, claro que estoy bien, lo de ayer fue sólo un susto -la abraza a ella- Tu no tienes que ir a la escuela?

-Me quedaré a cuidarte hoy -le sonríe

-Bueno pero sólo hoy eh -acaricia su pelo mimandola- Ven vamos a dormir un rato -se acomoda en la cama- Aprovechando que vas a cuidarme te usaré de almohada

Isabela ríe y se acomoda junto a su tía. La semana pasó muy rápido, ese viernes Altagracia compró una caja con pruebas de embarazo al salir de la constructora, Felipe llegaría en la noche, tenía bastante tiempo como era de tarde. Las tres pruebas que se hizo salieron positivas, sonreía boba acostada en la cama

-César ya está aquí -acaricia su vientre- Lo logré mi amor -sonríe- Con el o ella podré tener un pedacito de ti, de mis padres -comienzan a salir lágrimas de alegría- Una vez que los vengue esté bebé me ayudará a sanar

Se levanta debía comenzar a prepararse, Felipe llegaría en unas horas, tendría que llevarlo a la cama un par de veces para que creyera que el bebé era suyo. Los bebés no se hacen del aire, Regina y Isabela no estarían en la casa esa noche ambas irían a cenar juntas afuera.

Al caer la noche el coche de Felipe llegó a la casa, como ya era costumbre se sentaba en el sofá a descansar un momento, Altagracia baja ya en bata y lencería, va hasta el cristalero sirviendole un trago a Felipe como el estaba con los ojos cerrados recargado en el sofá no la vio venir, sólo supo de ella cuando se sentó en sus piernas

-Mi amor te ves tenso -deja el trago sobre la mesita sacandole el saco junto con la corbata- Hay algo que te preocupa? -desabotona su camisa acariciando su pecho 

-Son cosas del trabajo mi vida -sonríe

-Ah pues que tal si te relajas con este Whisky y luego vamos al cuarto, tenemos la casa sola -le susurra al oído

Felipe se toma el Whisky dejándose jalar al cuarto por Altagracia y así fue por varios días hasta que las náuseas, mareos y antojos llegaron.

A Regina se le hacía todo esto muy raro pero no dijo nada hasta que vio a Altagracia bajar las escaleras con prisa.

-A dónde vas tan apurada -se cruza de brazos- Ya va a ser la hora del almuerzo

-Saldré un momento tengo un compromiso pero llegaré a tiempo -checaba algo en su teléfono- Ya me voy -besa su mejilla

-Altagracia no corras traes tacones -dice en vano pues ya se había ido- Un día se va a terminar doblando el tobillo o cayéndose

Habían pasado exactamente tres semanas desde la inseminación, al llegar al hospital se hace los exámenes correspondientes y luego pasa con su médico, vio al bebé por primera vez, tanta felicidad parecía no caberle en el pecho.

Después de escuchar las indicaciones de siempre y de recibir el ultrasonido se regresa a la casa con Matamoros.

-Matamoros voy a necesitar de tu ayuda -dice cuando paran en uno de los semáforos

-Claro Doña que necesita -la observa por el retrovisor

-Una hacienda pero no la quiero poner a mi nombre

-No se preocupe yo me encargó -avanza cuando cambia a verde 

-Hay más -suspira- No quiero criar a este bebé junto a Felipe, cuando la prensa se enteré de mi embarazo habrá mucho escándalo y no va a terminar ahí, tengo que pensar a futuro, si me voy a vengar no quiero a mi bebé en medio

-Y cuál es el plan, usted sabe que Felipe no dejaría que esconda a su hijo mucho menos que lo aleje de el -la miraba de reojo

-Lo sé, por eso fingiremos su muerte -mira por la ventana

-Como piensa hacer eso -se detiene viéndola

-Durante el parto podemos hablar con el médico, convencerlo para que nos ayude -lo mira 

Dulces Para Momentos Dulces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora