Capítulo 72 : Me las vas a pagar

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Enreda las piernas a su cadera, el sorprendido aún por el repentino beso pierde el equilibrio haciendo que ambos acabarán en el piso, apenas y habían pasado la puerta.

-Uhm Altagracia -murmura sobre sus labios

-Shhhh -coloca los brazos al rededor de su cuello

-Estás bien? -habla una vez sus bocas se separan

-Te necesito -le besa el cuello

El timbre suena como loco allá abajo haciendo que Javier se levantará de encima suyo, sale al pasillo checando que alguien no halla salido de sus cuartos.

-Javier!! -se queja desde el piso- Vente -se sienta abriendo las piernas

-Abajo están tocando mucho -extrañado baja por las escaleras

-Hijo de tu mamá -se queja- Me las vas a pagar como me dejas así, todavía me di un golpezote en la cabeza -se levanta yendo al barandal de la escalera

-Esperabas a alguien a esta hora? -pregunta desde abajo

-Sólo a un imbécil pero que creés me dejó en el piso con las piernas más abiertas que cuándo voy al ginecólogo -rueda los ojos bajando

-Le abres así las piernas? A José -se cruza de brazos celoso

-Si por que? -lo ve- Al menos le echa una miradita y un cariñito de vez en cuando

-Te hace cariñitos? -la ve enojado- Eres mi prometida, el no tiene por que hacerte cariñitos

-Se las voy a dar a otro -se toquetea- Que las quiera de a deberás, mis caricias valen mucho y si tu no las quisiste, no me falta quien las quiera -canta ese cachito abriendo la puerta dando de cara con Carolina- Lo que me faltaba -se quita

-Javier vamos a la casa ahora -demanda

-Está lloviendo mamá -ve para afuera- No debiste de haber salido de casa pudiste sufrir un accidente

-O causar uno -dice Altagracia- Creó que es lo más probable, bueno ya lo encontró ahora lleveselo

-Como quieres que salgamos así Altagracia -apunta afuera- Las calles deben de estar inundadas

-Y que quieres que haga? Que vaya con mi balde de agua y la saque? -se cruza de brazos

-Dejanos pasar aquí la noche al menos -suspira

-Nonono -ríe- Me salí de la casa por que ella estaba ahí, no voy a dejar que se quedé

-Altagracia por favor se racional, no podemos salir con esta tormenta, mañana en la mañana nos iremos -le suplica

-Bien se pueden quedar pero te advierto algo Javier, si ella intenta imponer alguna cosa en mi casa habrá problemas entendiste? -sonríe

-Si, puedes estar tranquila que no va a pasar nada -mira a Carolina- Verdad mamá

-Uhm -es lo único que sale de su boca

-Bueno ya sabes dónde están los cuartos pero supongo que ella querrá dormir contigo, no le basta con manejar tu vida -da de hombros- Cierren la puerta porfa -sube

-Javier no quiero quedarme aquí con esa mujer dándome órdenes -se queja una vez Altagracia se va

-Escucha mamá no tenemos de otra, por favor no la hagas molestar -cierra la puerta- Ya vámonos a dormir

Carolina duerme con Javier en el cuarto de huéspedes en lo que Altagracia se tiraba furiosa a la cama, primero por que la había dejado con las ganas, segundo su madre estaba aquí.

A la mañana seguía lloviendo mucho, no había mucha diferencia con la lluvia de anoche, ya todos estaban en el comedor, menos Javier y su madre que por lo visto seguían dormidos.

En lo que los niños comían el desayuno, Matamoros estaba en la cocina tratando de tranquilizar a su patrona, que se encontraba muy molesta con el clima, con Javier y con la vida.

-Doña tranquila, la lluvia se detendrá en algún momento -la toma de los hombros

-Tu ves que de indicios de eso? -apunta a la ventana, sólo parecía empeorar- La voy a matar Matamoros te lo juro

-No -hace que la vea- Nadie va matar a nadie ok? Sólo relajate y vigila esos panqueques que son mi desayuno y no quiero que se quemen -ríe

-Por que no los miras tu -se queja- Son tuyos no?

-Tu eres la cocinera por ahora así que andale -le da una nalgada y va con los niños

-A la próxima que me vuelvas a pegar te cortó los dedos que te quedan oiste -voltea el panqueque

Al terminar con el desayuno ella y Mónica cortan frutas para dárselas a los peques, se escuchan pasos viniendo de las escaleras, con eso fue suficiente para saber que el bello durmiente y la bestia habían despertado, pero como cada quien se hacía su desayuno en la casa salvo los niños por obvias razones y Matamoros por que siempre convencía a Altagracia

A ellos les tocaría igual ni modo si no les gusta la puerta está ahí se las muestro.

-Buenos días -sonríe Javier- Están ricas las frutas? -le pregunta tierno a Valeri

-Ti -se come otra

-En la cocina está todo lo necesario para que se preparen un desayuno -avisa Altagracia en lo que le hacía caras al bebé

-Y la cocinera? Dónde está? -pregunta Carolina buscando a la muchacha con la mirada

-Pues como aquí cada quien se prepara lo suyo y a los niños les agrada lo que cocino no veo la necesidad de tener una -besa sus cachetitos- Algún problema?

-No ninguno querida -sonríe falsa y va a la cocina

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