Capítulo 62 : Mi oso personal

394 49 16
                                    

Al llegar a la casa la traía aún en brazos hasta dejarla en la cama, se sienta algo cansado por las escaleras y Altagracia lo jala de la camisa haciendo que descansará la cabeza en sus piernas.

-Fueron muchas escaleras -dice casi sin aliento

-Si cuándo estaba embarazada de Irati no subía mucho aquí arriba -acaricia su cabello

-Estas algo hinchadita amor -abraza su cintura

-Si en una semana más o menos volveré a como mi cuerpo estaba -suspira

-Lo siento no debí mencionarlo -se sienta viéndola

-En el hospital pasó lo peor esto no es nada -le sonríe leve

-Si quieres hablarlo sabes que estoy aquí para escucharte -se acomoda a su lado

-Cuándo te echaron de la habitación -juega con su anillo de compromiso- Tenía mucho dolor y el doctor trato de ayudarme me hizo una ecografía para ver al bebé

-Y que pasó después -la trae a el mimandola

-Descubrimos que eran dos de nuevo -sonríe- Sólo que ya era tarde, pude ver a uno ya cuándo tuve el abortó

-Por que lo viste amor -besa su cabeza- Eso es torturarte

-Lo vi sin querer, estaba muy chiquito sabes -las lágrimas empiezan a salir- Fue ahí cuándo perdí el control, lloré y grité -se le quiebra la voz

-Lo imaginó amor -soba su espalda- Si quieres llorar hazlo, te va a hacer bien además estaré aquí para pasarte pañuelos y me llenes la camisa de lágrimas y mocos -la abraza

-Tarado -ríe bajo- Sólo necesito estar entre tus brazos -se acomoda- Nada más

-Bueno considerame tu oso personal -sonríe

-Pues te estás medio pareciendo a uno -jala la cobija

-Perdón? -la mira

-Estas peludito amor -sonríe

-Ah pensé que me ibas a decir otra cosa -se acomoda

-Pero si estás mamadisimo -levanta su camisa- Aquí puedo lavar tus boxers -toca su abdomen

-Amor no provoques -se remueve al sentir su tacto- No podemos

-Ya pasaron tres días -se le sube encima

-Nena no quiero hacerte dañó -le roba un beso

-Y si yo quiero que me lo hagas? Por favor ayúdame a pasar este trago amargó -desabotona su camisa- Si?

-Bien pero suave Sandoval, nada de acabar en el piso -le dice serio

-Es mi parte favorita pero bueno -se levanta a cerrar con seguro la puerta

-Creí que no había parte favorita -la jala a la cama

-Tengo varias -sonríe- Todas son contigo pero hay ciertas cositas que me encantan -se sube sobre el acariciando su pecho

-Me dices entonces que es lo que te encanta? -besa su cuello

-Y si mejor te enseñó? -sonríe

Tres días después Mónica había acompañado a Altagracia al mercado para comprar las cosas que faltaban en la hacienda.

Andaban en el pasillo de galletas y chocolates, buscando las galletas que las niñas le pidieron.

-Son estás verdad? -se gira viéndola apoyada en el carrito- Mamá? Te sientes bien?

-Si esas son las galletas -se endereza- Vamos a la caja para poder irnos

-Claro -van y al pagar caminan al estacionamiento, mientras Mónica guarda las bolsas- Quieres que pasemos por nieve? -se preocupa al no escuchar respuesta- Mamá? -va a ver y la encuentra desmayada en el suelo -Ayuda!! -grita

Mientras tanto en la hacienda.

-Papi nos dejas arreglarte el pelo y pintarte las uñas? -preguntan tiernas

-Esta bien pero sólo un poco y no quiero rosa en mis uñas -se sienta en la sillita

-Aburrido -se queja Irati

-Es que el rosa no me va -quita su teléfono al escucharlo sonar- Bueno? Si soy yo, está dónde? Claro voy para allá -cuelga

-A dónde vas? Aún no iniciamos tu transformación -se queja Megan

-Altagracia está en el hospital tengo que ir por ella para traerla a casa -se levanta

-Que tiene mi mami -se preocupa Irati

-Se sintió mal en el mercado -se agacha a su altura- Mónica la llevo al hospital pero mami ya está bien, sólo tengo que ir a buscarla por que Mónica no sabe conducir

-Entonces no le pasó nada malo? -abraza su osito

-No, de echo está despierta, sólo se sintió mal por unos momentos, bueno iré por ella -besa la cabeza de ambas

-No te preocupes Irati -le dice Megan- Ven vamos a peinar y maquillar a mi mamá en lo que papá regresa con la tuya -sonríe

-Esta bien -toman las cosas y van en busca de Lidia 

Al llegar al hospital se encuentra con Mónica esperando afuera, va hasta ella preguntándole sobre el estado de Altagracia y que había pasado.

-Todo pasó muy rápido, estaba algo pálida en la caja, le dije que nos sentaramos un momento pero ella dijo que no -se veía preocupada

-Y luego que pasó -se sienta con ella

-Fuimos al estacionamiento, guarde las cosas le pregunté algo y la encontré en el suelo inconciente, llamé a emergencias y nos trajeron hasta aquí -veía cada tanto a la habitación- Se la llevaron a esa habitación y me dejaron esperando aquí, lo siento Javier no debí sacarla

-No es tu culpa Mónica, ella habría insistido en ir igual, no entiende que debe estar en la cama -rueda los ojos- Y no te salieron a decir nada?

-Hasta ahora nadie vino -suspira

-Pues sólo nos queda esperar ahora -se recarga en la silla

En la habitación Altagracia era atendida por una doctora está vez, le estaba midiendo la presión y el nivel de azúcar, toma una pequeña muestra de sangre, al verla palidecer de nuevo hace que se recueste en la camilla en lo que le echa aire.

-Que haz sentido todos estos días Altagracia -la abanica con el expediente

-Muchos mareos -suspira cerrando los ojos- Náuseas también

-Uhm -pone una manta sobre sus piernas- Antes de que me traigan los resultados quisiera hacerte una ecografía, subete la bata por favor -prende la máquina

-Para que una ecografía -hace lo que le pide acomodando la manta

-Solo quiero salir de dudas -coloca el gel pasando el monitor sobre su vientre

-La hinchazón no baja por cierto -mira la pantalla

-Si lo noté -continua moviendo el monitor haciendo un poco de presión

-Que es lo que tanto buscas -se desespera

-Ahí está -sonríe- Ves está cosita de aquí

-Estas jugando verdad -se sienta de golpe sin quitar la vista de la pantalla- Tuve un abortó hace poco

-Si lo dice en tu expediente al parecer perdiste a uno de los bebés, pero aquí está el otro y muy sano -agranda la imagen- Aún no se deja ver

-Estas segura -la encara- No me estás mintiendo verdad

-No Altagracia, ahí está, en dos semanas más sabrás el sexo -sonríe- Felicidades

Dulces Para Momentos Dulces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora