Capítulo 5 : Nos regresamos?

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El tiempo vuelve a pasar, la hacienda ya estaba totalmente amueblada, Matamoros se encargó del personal de servicio, la nana aún quedaba pendiente pues ninguna le agradaba a Altagracia, nadie le inspiraba confianza.

Hoy a sus siete meses y unas semanas iría a ver la hacienda, procuro que no estuviera muy lejos de la casa manejando pero tampoco tan cerca, quería mantener a su pequeña protegida.

-Matamoros cuanto falta -se remueve incómoda

-Ya casi llegamos Doña, al final que nombre será -la mira de reojo

-Felipe quiere que se llame Martina y como va a "morir" así aparecerá en su lápida, pero se va a llamar Irati -sonríe molestandola- A ti te encanta aplastar la vejiga de mamá verdad? Justo cuando está bien lejos de casa -dice con una vocecita tierna- Matamoros apurate en serio necesito ir al bañó

-Deme 5 minutos -ríe- Mire esa es la entrada -llegan hasta ahí y les abren el portón- Tiene el jardín grande de frente como quería, atrás también es muy extenso

-Ya pusieron los aires acondicionados -se abanica- Hace calor fíjate

-Todo funciona -sonríe

-Agua? -lo observa

-Sip -gira a la izquierda

-Luz? -lo mira expectante

-Si Doña -ríe

-Cable? Sabes que tenemos que ver las novelas dime que tenemos cable -suplica

-Lo instalaron hoy junto con el WiFi Doña, por que tanta desconfianza -estaciona y baja para ayudarla

-Parece tan bueno para ser real -ríe- Me da mucha emoción, Irati pronto estará corriendo por aquí -sonríe boba y entran a la hacienda

Matamoros le enseña la amplia sala, como sabían que venían los aires acondicionados estaban prendidos, le muestra la cocina, hace que conozca al personal, pasan a las habitaciones y Matamoros la consuela cuándo empieza a llorar al ver la habitación de Irati.

-Doña no lloré si no le gusta podemos cambiarla aún hay tiempo -la abrazaba mientras sobaba su espalda

-No, es perfecta, Matamoros ya deberías de saber que lloró por todo prácticamente -lo golpea y el ríe

-Me alegra que le guste, bueno tengo una sorpresa para usted acompañeme al jardín trasero -la toma de la mano, cuando están afuera le cubre los ojos

-Matamoros recuerda que si me caigo se puede adelantar el parto, si Irati llega ahora nuestro plan se irá aguas para abajo y se llamará Martina además de que te asesinare por eso -le amenaza

-Soy consiente de eso pero correre el riesgo -ríe y la lleva hasta las caballerisas, no estaban planeadas pero sabía lo mucho que le gustaban- Ya puede ver -sonríe

-Soy consiente de eso pero correre el riesgo -ríe y la lleva hasta las caballerisas, no estaban planeadas pero sabía lo mucho que le gustaban- Ya puede ver -sonríe

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-Ihhhh -cubre su boca con ambas manos y lo mira

-Se que no dijo nada de caballerisas, pero pensé que le agradaría tener un rincón con sus caballo y en un futuro enseñarle a Irati a montar -cruza los brazos

-Matamoros -no consigue hablar por el llanto y va a abrazarlo- Gracias -solloza en su pecho- Me encantó la sorpresa

-Ya no lloré -acaricia su pelo- Mejor seque esas lágrimas y déjeme enseñarle los caballos

Altagracia se enamora de todos los caballos, Matamoros había dado en el clavo, tanto que Altagracia ya no quería salir de allí, el sol iba metiéndose y llegó la hora de irse, prácticamente la saco a rastras. Se sentía tan tranquila al estar ahí que ya no quería regresar.

-Doña suba a al coche por favor -le dice Matamoros por 5ta vez, aún se encontraban afuera de la hacienda- Regresaremos otro día

-No me quiero ir -se queja pero al final sube al coche

-Pronto se mudará -ríe y emprenden el viaje de regresó

-Si pero ya no regresaremos sólos -alisa su vientre- Verdad que a ti también te gustó estar cerca de los caballos princesita -sonríe al ver que patea

Luego de una hora en el camino llegan a la casa, ya era de noche, suspira al bajar y Matamoros lo nota, ambos sabían que adentro Regina y Felipe empezarían a regañarlos.

-Seguro que no podemos regresar a la hacienda? -lo encara

-La verdad también me quiero regresar -ríe

-Pero nos descubrirían -ve la casa- Mejor entremos de una vez, cualquier cosa fuimos por pastel pero a uno muy lejos y ya -entran

Regina y Felipe los esperaban sentandos en la sala, esperando a que llegarán, cuando los ven pasar por la puerta se levantan yendo hasta ellos.

-Altagracia como sales sin avisar en tu estado -se cruza de brazos Felipe- Con el calor que hace afuera puedes sentirte mal muy fácilmente

-La Doña quería ir a una pastelería que está a una hora de aquí, quise complacerla -la escusa Matamoros

-Que irresponsable de tu parte Matamoros, una hora es mucho para ella -lo regaña Regina

-Ay ya basta -se queja Altagracia- Desde que supieron de mi embarazo los dos me quieren controlar los horarios que esto y lo otro pero se acabó, si yo quiero salir saldré está claro? Bueno con permiso me iré a acostar perdí el hambre -sube al cuarto de "Martina"

Prepara la pañalera para el hospital acomoda las ropitas, los peluches y demás, la verdad sólo estaba haciendo tiempo para no ver a Felipe.

Toma uno de los cuentos que Regina compró yendo a la mecedora lo leé un poco y termina tirandolo al piso.

-Que basura les traen a los niños hoy en día, no te voy a contar esa estupidez -mima a Irati mientras piensa en una buena historia- Esperame mi amor que a tu mami no se le ocurre nada -ríe

(A la escritora tampoco ríe x2)

Había una vez -sonríe cuándo algo se le ocurre- Un gato montes que tenía la cola al revés, querés que te cuente otra vez? -ríe al ver que Irati patea

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