Capítulo 8 : Mi princesita

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Llegaron a tiempo, los enfermeros la llevaron a un cuarto para examinarla pasandola directo a la sala de partos, Regina y Felipe entraron con ella, mientras Matamoros se quedó al otro lado de la puerta junto con Isabela.

-Ya la empiezo a ver Altagracia -esa era la señal- Un poco más y nace

-No me siento bien -se acuesta en la camilla agitada- No puedo respirar

Una de las enfermeras desconecta uno de los cables haciendo que la máquina sonará

-Saquenlos de aquí enfermera necesito que aplique 40 miligramos de epinefrina, que hacen que no le colocan la mascarilla de oxígeno -grita mientras sacan a Felipe y Regina

Cuándo se salen las enfermeras regresan a sus lugares, conectando la máquina mientras otra iba por Matamoros.

-No pensaste ser actor? Por que hasta yo te creí -vuelve a la posición en la que estaba

-Pueden quitarme la licencia por esto -se queja

-Pero si pierdes la vida de que te sirve la licencia -pregunta Matamoros tomando la mano de Altagracia

-Uhmm ya viene otra -respira ondo cuándo la contracción le llega haciéndola pujar con fuerzas

Apretaba la mano de Matamoros con cada pujo, el sobaba su espalda dándole aliento para que siguiera.

-Recuerde que entre más rápido nazca la podrá disfrutar por más tiempo -seca su frente

-Pero está nena no colabora ahhhh -manda su cuerpo para adelante empujandola

-Una vez más así Altagracia -dice el médico ya con la manta preparada

-Uno... -cuenta Matamoros agarrandola mejor de la mano mientras ella puja- Dos... ya casi Doña -sonríe emocionado- Y...

Grita pujando por última vez sintiendo todo su cuerpo relajarse, todo el dolor había desaparecido y el pequeño bultito que se removia en esa manta azul de hospital comenzó a llorar reclamando los brazos de su mamá.

-Felicidades -la coloca entre sus brazos- Tiene unos pulmones muy fuertes

-Ya mi princesa -ríe entre lágrimas- Hace frío mamá -la cubre pegándola más a ella- Ya viste como el tío moros te mira? Todo embobado -besa su cabecita y Irati comienza a calmarse

-Felicidades Doña, es una princesita muy hermosa -toma su manita

Los dos se quedan embobados por Irati varios minutos hasta que pudieran pasarla a la habitación sin que se dieran cuenta, una vez allí entré los dos la visten.

Empieza a llorar buscando el seno de Altagracia con su boquita, se lo acerca y la acomoda en sus brazos tarareandole.

-Y ahora que sigue Doña -acariciaba el piecito de Irati

-No los podré evitar mucho hoy -suspira viéndola- Matamoros te irás con ella a la hacienda, me sacaré la leche para que puedas alimentarla cuando empiece mi luto me reunire con ustedes

-No se si las pueda separar Doña, Irati acaba de nacer debe estar a su lado, esperó tanto para tenerla así -se levanta

-No la voy a abandonar pero habrán sacrificios -acaricia su cachetito

-Claro que no la abandonará, No insinue eso, pero se la tristeza que le generará a ambas cuando se separen Doña -la mira

-Arreglamos eso luego, ahora la voy a disfrutar -se acomoda observando cada detalle de su carita

Era una mezcla perfecta entre ella y César, tenía más rasgos de Altagracia que de el pero la forma de mirar era totalmente de César.

Pasa horas con ella hasta que llega el momento en que debían despedirse, al final Matamoros se llevaría una de las enfermeras como nana.

Como si Irati lo supiera se agarra a la bata de Altagracia haciendo ruiditos de que lloraria, el corazón se le parte en mil pedacitos al escucharla.

-Te amo mi cielo -besa su cabecita varias veces y la abraza a ella- Ahorita nos vemos te lo prometo

Se la pasa a Matamoros, antes de salir de la habitación Irati comienza a llorar al ver que su mamá estaba lejos, ellos se marchan y Altagracia se permite llorar abrazada al señor panzón que tenía su olor.

La noticia de que se presentaron complicaciones en el parto resultando en la muerte de la bebé, no tardó en llegar a los oídos de Regina, Isabela y Felipe, quienes fueron a la habitación apenas se enteraron.

-Altagracia -susurra bajo Regina acercándose- Yo lo lamentó mucho

-Si yo igual -el llanto de Irati la destruía por dentro

Regina y Isabela se acuestan a su lado abrazandola, el corazón se les parte al verla llorar en silencio.

Unas horas más tarde Altagracia consigue el alta voluntaria y se dispone a salir del hospital junto a Regina y Isabela, Felipe se dedicó a preparar el funeral, el era el único que había visto el "cuerpo" de la bebé, luego cumplió el deseo de Altagracia en que el ataúd se mantuviera cerrado.

La prensa los esperaba afuera pero está vez venía preparada, los ignoró a cada uno de ellos regresandose a la casa con los brazos vacíos.

Al caer la noche mientras Felipe cenaba con Regina y Isabela, Altagracia le marca a Matamoros para saber de Irati.

-Cómo está? -pregunta ansiosa

-No ha dejado de llorar Doña y no quiere comer -suspira- La necesita

-Mañana estaré ahí por ahora toma el biberón y has que escuche mi voz por el teléfono -se acomoda en la cama y escucha el llanto

-Listo Doña puede empezar a hablar -la coloca en altavoz mientras mece a Irati

-Mi amor -sonríe al ver que el llanto cesa- El tío moros me dijo que no quieres comer, por que princesa? -la escucha balbusear- Si tu comes yo te cantó va?

Matamoros consigue darle el biberón mientras Irati con los ojitos cerrados escuchaba el cantó de su mamá, duran un rato largó en el teléfono hasta que Matamoros le avisa que ella ya se había quedado dormida, se despide y cuelga.

El saber que estaba bien la tranquilizaba, ya en la mañana se reuniría con ella. Duerme aferrada a el señor panzón toda la noche.

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