Capítulo 68 : Me voy

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Esa misma tarde Altagracia fue con Mónica a ver como terminaban de amueblar la casa que supuestamente habitarían luego de la luna de miel que nunca llegó.

Luego de ver que todo estuviera bien en los cuartos, cocina, el comedor y la sala, empezaron a quitarle el plástico a los muebles para arrojarse al sofá.

-La casa está muy bonita mamá -sonríe

-Gracias mi cielo, aquí vendríamos en una semana -suspira- Al menos ya está casi lista

-Si, sólo le falta una limpiadita y ya tenemos a dónde correr para no soportar a tu suegra -ríe

-Si pediré que vengan a limpiar lo antes posible o terminaré golpeandola otra vez -cierra los ojos

-Si yo también quiero golpearla -se sincera

-Tu por que -ríe

-Cuándo llegó me mando a subir sus maletas hasta un cuarto -la ve

-Dime que no las subiste -se sienta

-Bien no te lo digo -se cruza de brazos

-No le basta a esa mujer con arruinar mis planes en serio -se levanta- Ahora se mete con mis hijos

-Déjalo así mamá se irán en unos días seguro -dice sin importancia

-Eso espero -toma su bolso- Vente vamos a la casa

-Estaba cómoda -se queja levantándose

-En el coche también te puedes sentar -se van

Al llegar a la casa, Carolina ya había comprado a los niños, ninguno pelaba a Altagracia, Rafael miraba con reprobación a Javier.

Compró a los niños con dulces y comida chatarra, eso irritó un poco a Altagracia quien estaba tratando de cuidar la alimentación de ellos pero no dijo nada, tal vez sería sólo esa noche.

Error así fue durante toda la semana y cuándo Altagracia quería protestar, Carolina sacaba su chantaje emocional, que ella no había compartido lo suficiente con los niños y sólo quería ganarselos.

Obviamente eso sólo se lo creía Javier, ahora Altagracia discutía como siempre con Carolina en la sala por lo mismo.

-Son mis hijos y yo decido como criarlos -se queja

-No entiendo por que siempre estás en mi contra Altagracia -dice en un tono de víctima 

-Por que me quitas autoridad frente a mis hijos, les das cada tipo de dulce y comida que no es sana para ellos por eso -dice obvia

-Solo trato de que me quieran y acepten como su abuela -se defiende

-Hay otras formas no creés? -la mira- Puedes llevarlos al parque o sólo ver la televisión con ellos, enseñarles a hacer galletas

-Son cosas aburridas -se queja- Tu lo único que quieres hacer es alejarme de mis nietos -alza la voz

-Yo? -dice irónica

-Si tu, no estuve ahí cuándo nacieron ni sus primeros meses de vida por culpa tuya, seguro le dijiste a Javier que no nos avisará nada -grita

-Que está pasando aquí? -dice Javier bajando- Mamá por que lloras? -va y la abraza

-Es que Altagracia no quiere que pase tiempo con mis nietos -llora contra su pecho

-Por que no quieres que mamá comparta con ellos? -la ve

-No es verdad, sólo le pedí que dejará de llenarlos con comida chatarra -suspira

-Mamá es verdad lo que Altagracia dice? -la ve a ella ahora

-Sólo pasó una vez y ella no lo olvida -se aferra a su camisa volviendo a llorar

-Altagracia ya la oiste sólo fue una vez, no le hará ningún dañó a los niños, No entiendo por que tanto drama -niega

-Ah drama? -sonríe- No chiquito, drama el que hace tu mamita, desde que vino está llenando a mis niños con comida que les hace daño, ellos ya no me hacen caso y no comen lo que se prepara aquí por que quieren pizza o hamburguesa que trae la nana Caro -estalla

-Ya entendí, el problema no es ese Altagracia -la ve- Estás celosa ahora que los niños comparten más con mi mamá no es verdad? Creés que no notó que cuándo mamá se encarga de ellos tu te enfadas

-Celos? -ríe- Estás muy lejos de saber cuál es el problema Javier, sabes que estoy harta -se da la vuelta

-Entonces cuál es el problema Altagracia -va tras ella

-El problema es que no ves más allá de tu nariz, me voy con los niños -le suelta de golpe y va a hacer las maletas

-Cómo que te vas con ellos -va tras ella- A dónde

-Eso no te importa -echa todo en la maleta y la cierra- Si tu no me vas a dar mi lugar Javier, no tengo nada que hacer aquí -va a pedirle a Mónica que le ayude con las cosas de los niños

-Espera un segundo -la toma del brazo- No te puedes ir así

-Javier estoy cansada, tu ni siquiera creés una palabra de lo que te digo, sólo escuchas a tu madre, quieres compartir con ella? Bien pero no vamos a estar aquí -se suelta

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