Capítulo 61 : Ajuste de cuentas

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-Mamá Javier dijo que tenías que estar acostada unos días -dice Mónica apoyada en la puerta para que no saliera- Así que vuelve a la cama

-Llevó tres días acostada es suficiente, ahora quítate de la puerta o voy a ser grosera -le advierte

-Para que quieres salir eh? Que hay de interesante afuera -la ve

-Tienen a Saúl si piensas que estaré aquí mientras ellos se divierten con el estás bien equivocada así que hazte -estaba perdiendo la paciencia

-No mamá, piensa en ti y en tus hijos, no querrás volver a la cárcel -suspira

-Mónica quítate -se lo repite

-No mamá -le lleva la contraria una vez más

-Tu no lo entiendes, quítate por favor -queda frente a ella

-No, si te dejo salir harás una estupidez y no lo voy a permitir -la ve a los ojos

-Mónica estoy cansada de llorar por ese bebé que Saúl hizo que perdiera, tu no lo entiendes por que ese bebé no era tuyo -sus ojos se cristalizan- La única forma que veo en que ambos estemos en paz es haciendo que el pague

-Entregalo a la policía -le grita- No lo hagas tu

-La cárcel es poquito -la quita y sale del cuarto

-Mamá vuelve aquí -va tras ella pero ya era tarde se había subido a una camioneta- Esto va acabar mal -suspira


En una de las haciendas en el sótano, Matamoros y Javier habían golpeado a Saúl, ahora se tomaban un descanso comiendo pizza luego lo meterían a una foza, nada más que no contaban con que Altagracia viniera.

Se sorprendieron al verla entrar al sótano y más cuándo bajo con un rifle, no estaba nada contenta.

-Amor que haces aquí, deberías de estar descansando -se levanta

-Descansar? Sabiendo que el imbécil este aún respira? No -va hasta Saúl y le pega en la cara con el rifle- Por que tenías que meterte con mi bebé

-Deberias agradecermelo -escupe sangre- Que creés que va a pasar cuándo tus pobres hijos vayan a la escuela? -sonríe- Van a hablar de la perra de su madre, serán los hijos de una asesina, ya pensaste en como los van a tratar -la ve- Claro que lo hiciste

-Altagracia espera afuera no hace falta que escuches las estupideces que salen de su boca -la toma de los hombros Javier

-No -apunta a Saúl- Saludame a esos imbéciles en el infierno por mi, aún no les caigo

-Iras presa -le grita- Todo el mundo va a buscarme, soy el mejor abogado recuerdas

-Ay Saúl, desapareciste por 3 días nadie te anda buscando -sonríe- Y el mejor abogado pues como que te queda grande

-Eres una perra -intenta safarse

-Ujum muy perra -le dispara


Luego del disparo reina el silencio, el cuerpo de Saúl sin vida descansaba en la silla, Matamoros y Javier empiezan un juego de miradas para decir algo, Altagracia tira el rifle al piso dándose la vuelta para irse.


-Por aquí tenemos ácido metelo ahí para no dejar rastros Matamoros -sube las escaleras saliendo

-Hay ácido aquí? -pregunta Javier viéndolo

-Pues si -va a buscarlo

-Parece de la mafia rusa, Amor esperame -sube

-Claro déjenme al puerco este a mi -rueda los ojos

-Vas rápido -llega casi sin aire hasta ella- Te sientes bien mi amor? Estas pálida

-No la verdad estoy algo mareada -se sienta

-No debiste salir, nosotros nos íbamos a encargar -se agacha acariciando su pierna

-Era un ajuste de cuentas -se recarga en el sofá- Todo está dándome vueltas

-Respira ondo iré a traerte agua si -se levanta

-No -lo toma de la mano- Quédate conmigo

-Esta bien -toma asiento a su lado y la abraza- Estas bien calmada para haberle disparado a alguien -ríe

-Es que a Saúl ya no lo consideraba persona -da de hombros

-No pues si -acaricia su pelo- Amor eres de la mafia rusa? -ríe

-No por que -levanta la mirada

-Tenías ácido en el sótano -dice obvio

-Ah eso -ríe- Se lo guardaba a alguien que ya nunca volvió por ellos -da de hombros- Tengo tres tambores nadie notará que Saúl quedó ahí, se va a desintegrar 

-Eres mala -sonríe- Y me encanta

-Y yo te amo -le roba un beso- Volvemos a casa? En serio no me estoy sintiendo bien

-Claro deja te ayudo a levantarte y nos vamos -la carga

-Te pasas sólo tenías que levantarme -se acomoda en su hombro

-Estas algo pesadita amor -bromea y recibe un golpe como ya es de costumbre

-Entonces para que me cargas, bajame -dice indignada

-Nooo sólo bromeaba para que creés que voy al gym nena, si quieres engordar hazlo con confianza que estaré bien fuerte para cargarte -vuelve a ser golpeado

-A veces no te soporto -se cruza de brazos

-Me amas y lo sabes -ríe y la acomoda en la camioneta 

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