Capítulo 11 : Nos vamos

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-Tío, tío, tío -baja Irati rápido las escaleras

-Que pasó princesa, sabes que no puedes bajar corriendo las escaleras tu mamá ya te lo dijo varias veces -la carga

-Mamá está en la televisión -lo sacude

-Y dónde está tu mamá ahora -ve la televisión afortunadamente estaba en silencio

-Arriba -apunta al techo

-Ire allá con ella tu quédate aquí si? -la baja

-Platica de grandes? -pregunta tomando sus juguetes

-Si -ríe y sube

Altagracia veía las noticias sentada en la cama, aún andaba en pijama, despeinada y en pantuflas

-Doña -se acerca a ella

-Matamoros nos tenemos que ir -dice sin verlo

-A dónde quiere ir -se sienta a su lado

-No lo sé pero aquí no estamos seguros -lo mira

-Muy bien Doña yo me encargó -se levanta saliendo del cuarto

Irati sube después de un ratito, no la ve en la cama y escucha ruidos en el bañó, va hasta allá y la encuentra apoyada en la tasa vomitando.

-Mami -la ve preocupada

-Estoy bien mi amor -hace correr el agua y se sienta en el piso

-Le llamó al tío moros -va hasta ella abrazandola

-No hace falta mi vida -soba su espaldita

En la casa Sandoval.

Mónica y Saúl estaban en el sofá de la sala abrazados charlando. Su matrimonio no iba de maravilla pero digamos que podían sobrellevarlo.

-Hace unos días descubrí que tengo una hermana, no se como sea o dónde este siquiera -se acomoda en su pecho

-No se lo preguntaste a tu tía? -soba su espalda

-Mi tía sólo sabe de la existencia de mi hermana, nunca la vio ni sabe dónde está exactamente -suspira

-Pero si Regina está llamé y llamé a un número preguntando por tu hermana No? -la ve

-Si pero el señor tiene órdenes de no decir nada del paradero de mi hermana, Altagracia dejó órdenes de que la niña no podía pasar a manos de ningún familiar que no sea ella y un señor más que no sabemos quien es -se sienta

-Regina dijo que el padre no era Felipe, tal vez ese señor sea su padre -da de hombros

-Aun así Saúl, esa niña forma parte de mi familia, no debería estar aquí con nosotros? -se levanta viéndolo

-El es el padre Mónica, además si Altagracia dejó por escrito que la niña no podía pasar al cuidado de tu tía que es su familiar directo no se puede hacer nada -bebe de su copa de vino

-Pero por que la escondió, pudo divorciarse de Felipe y criar a esa niña bajo su techo, aquí con ella por que mandarla a un internado -camina de unlado a otro

-Necesitaba a Felipe recuerdas, no iba a deshacerse de el, tuvo que esconder a la niña y criarla sola -da de hombros

-No entiendo nada de esto -suspira- Además Altagracia puede estar muerta Saúl, dejó a esa niña sola

-No está sola, su papá la debe de estar cuidando ahora -la observa

-No es lo mismo que tener a tu mamá Saúl -se cruza de brazos- Volvió a hacerlo otra vez, abandonó a su hija de nuevo sólo que ahora puede estar de verdad muerta

-Vamos a dormir si? Te ayudare a encontrar a tu hermana -se levanta y van juntos al cuarto

En la hacienda Irati cuidaba de Altagracia que seguía sintiéndose un poquito indispuesta, ya se había tomado un té para calmar las náuseas y los mareos, afuera el cielo azul se llena de nubes grises. Los truenos comienzan asustando a Irati que jugaba con el señor panzón y otros dos peluches.

-Mi amor sólo son truenos -dice al verla pegar un brinquito- No hay nada que temer ellos están afuera en el cielo muy lejos de nosotras

Altagracia se acomoda con la intención de dormir, se sentía débil y con mucho sueño, Irati había vuelto a jugar receosa de que los truenos regresarán, pero eso no pasa por varios minutos así que vuelve a jugar tranquila.

Los rayos iluminan el cielo los truenos regresan resonando con más fuerza, la energía se corta de repente haciendo que Irati pegue un grito asustada y se metiera bajo las cobijas.

-Ya mi vida -la descobija trayendola a su pecho- Es sólo el tiempo, ya va a pasar -besa su cabecita

-Pero suena feo -esconde la carita en su pecho

-Lo sé pero no es tan malo -la mima- Recuerdas que las plantitas deben regarse para que crezcan?

-Si y los estanques se llenen -se abraza a ella

-Pues todo eso sólo pasa si llueve mi vida, primero vienen los truenos para que las señoras que lavan la ropa y dejan que se seque afuera vallan corriendo a recogerla

-Y los rayos que -la ve

-Ah pues son para que los animalitos se metan a sus casas y así no se mojen - acaricia su pelito

-Pero aún no llueve ya pasó todo lo que dijiste por que no llueve -mira a la puerta corrediza de vidrio que les dejaba ver todo lo de afuera

-Te acuerdas que vimos Hercules? -mira con ella a la misma dirección

-Si -se termina acostando sobre ella

-Pues su papá es Zeus Dios de los truenos, recuerdas que el tenía los rayos también, bueno supongo que allá arriba hay una toma de agua gigante tal vez no la pueda abrir por eso no llueve -le da varios besos

-Tan musculoso que se veía y no puede abrir la toma de agua -niega

-Las apariencias engañan -ríe

Varios minutos pasan y empieza a llover Altagracia ya se había quedado dormida.

-Mira mami Zeus ya pudo abrir la toma de agua

-Que bueno mi cielo -sonríe- Ahora vente vamos a dormir tenemos que empezar a empacar mañana -la usa de almohada

-A dónde vamos a ir? -acaricia su pelo

-No lo sé mañana veremos eso, serán como unas vacaciones, buenas noches mi vida -besa su cachete y se vuelve a dormir, Irati se duerme unos minutos después

Dulces Para Momentos Dulces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora