Capítulo 55 : Culpa

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Gran tormenta que se armó toda la noche y a la mañana seguía, en lo que todos disfrutaban de sus camitas, Javier dormía en el coche con el asiento retraído, cobijado con su saco.

Altagracia lo miraba por la ventana, estaba un poquito preocupada por el, Mónica se remueve en la cama golpeando su mano contra la mesita de luz.


-Por que no lo dejas entrar -soba su mano que estaba roja

-Por que soy mala -saca la lengua y ríe

-Mamá afuera realmente está horrible -se acerca viendo

-Si me está dando un poco de penita por el la verdad -soba sus brazos dándose calor

-Ya aprendió la lección está desde las 2 de la tarde de ayer ahí -ríe- Iré a mi cuarto para no molestarlos -besa su cachete y sale

-Te dejó un rato más ahí o no -se cuestiona y un trueno suena haciendo que Javier se pegue con el techo- No mejor voy por el -ríe- Luego le hace un hoyo al techo del coche


Le hace un nudo a su bata saliendo del cuarto, al bajar a la sala toma un paraguas abriendo la puerta para salir, había mucho viento, la copa de los árboles se sacudian, temía que uno de ellos se cayera sobre el coche dónde estaba Javier.

Abre el paraguas y empieza a salir dando saltitos para llegar más rápido hasta el coche, lo cuál fue un grande error mojó sus pantuflas más rápido.

Golpea el vidrio de la ventana pero el no le hace caso estaba bien dormido, abre la puerta y le pega en el pecho fuerte asustandolo.



-QUE PASA -grita asustado

-MUEVETE QUE ME ESTOY MOJANDO Y SE NOS PUEDE CAER UN ÁRBOL -lo jala y entran juntos a la casa

-Orale que feo está afuera -cierra la puerta- Momento -la ve- Me dejaste entrar -sonríe- Sabía que aún tenías un poquito de corazón

-Me preocupé por el coche no te creas el último pan con manteca del mundo -rueda los ojos dejando el paraguas

-Awwww Altagracia se preocupó por mi -dice con su voz tierna- Todavía me ama -la abraza de la cintura besando su cachete- Esta loquita por mi

-Yaaaaa hazte -lo empuja pero el no la suelta

-Se preocupó, se preocupó -sonríe

-Bien lo admito, pero sólo un poco, además las niñas preguntaban por ti -miente ellas ni interesadas estaban

-Aja, esas dos sólo me quieren para el maquillaje y hacerme peinados, además soy su caballo personal -dice con aire de grandeza

-En realidad su burro de carga -ríe y se suelta de el yendo a la escalera

-Que grosera -empieza a toser

-Estás bien -se acerca a el- Te sientes mal?

-Creó que -vuelve a toser- Me enfermé, no te acerques mucho no quiero contagiarte

-Deja de ser imbécil -lo golpea

-Auuu, me duele todo el cuerpo y tu me pegas -se hace a la víctima

-Ay amor perdón -besa dónde le pego- Voy a prepararte un té en lo que subes y te das una ducha de agua caliente -soba su espalda- Te pones la pijama y me esperas en la cama

-Si -tose- Mejor voy subiendo -en lo que sube las escaleras se escucha como tose

-Ay creó que me pasé -muerde su uña- No debí dejarlo afuera tanto tiempo -va a la cocina- Y menos con esté clima -le prepara el té junto a unas tostadas con manteca y mermelada

-YES, YES, YES -baila frente al espejo del bañó y tose- Ay su madre -tose como si no hay un mañana- Al menos estoy en mi casa -vuelve a bailar festejando y se mete a la ducha


Unos minutos después estaba en la cama todo cubejado con un poco de fiebre, Altagracia le deja todo a su alcance en lo que busca un termómetro, y si efectivamente tenía fiebre no mucha pero podía subir, le pone un paño frío en la frente en lo que el come sus tostadas.

Charla con el médico de cabecera de la familia, busca la medicina en el botiquín y se la da, si la fiebre aumentaba vendría personalmente a inyectarle algo para bajarla.

Se acuesta a su lado mientras el duerme, checa su fiebre cada tanto y sólo se duerme cuándo ya no tenía, al día siguiente el médico viene a revisarlo, le prescribe una receta con medicinas que debería de tomar toda la semana, Por ahora reposo absoluto.

En toda esa semana Altagracia cuido de el al pie de la letra, se sentó a culpable por haberlo dejado bajo la lluvia, Mónica cumplía su función de hermana mayor, ayudaba a Altagracia con los peques, creando juegos para distraerlos.

Con los gemelos fue más difícil por que eran más apegados a su mamá pero no podían estar todo el tiempo con ella, pues le podía contagiar la caracha de Javier.

Unos días después Javier sólo fingía seguir enfermó, disfrutaba de los cuidados de su prometida, era muy cariñosa con el además de que casi toda la atención iba dirigida a el, no quería que eso se fuera tan rápido.



-No te puedes ir -finge toser- Sigo enfermó

-No estás enfermó -hace la maleta- Parate y prepárate para volver al trabajo flojo -echa la ropa

-Noooo -se cobija hasta la cabeza- Sigo enfermó no puedo trabajar así

-Bueno quédate pero me voy con los niños a México, por cierto Lidia va conmigo, será el primer viaje de Megan -alza la voz

-Como que a México -se levanta de volada

-Lo que oiste, tengo que resolver unas cosas de la constructora y no lo puedo hacer desde aquí -cierra la maleta haciendo otra- Me llevó a los peques por que sólo los corrompes

-Yo también voy -va a hacer su maleta

-No que estabas enfermó? -lo ve

-Ni de chiste vas a México sola -se endereza quedando frente a ella- Y menos con ese tarado que tienes por ex

-Me encanta cuándo te pones celoso -se le sube encima besandolo

Dulces Para Momentos Dulces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora