XI

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Evangeline acarició sus mejillas sonrojadas y frías con la punta de sus dedos y camino cubriendo estás con las palmas de sus manos frunciendo el ceño, el frío cada día se hacía más insoportable al parecer ya que sentía mucho mas frio que el día que había llegado y aunque las paredes del castillo se mantenían calientes no era suficiente.

Había nacido en el eterno verano, la nieve era algo totalmente desconocido y no estaba segura que le gustaba del todo para ser sincera.

- Su alteza.- Está subió la mirada viendo a un alto sujeto hacer una reverencia con respeto.- ¿Que hace deambulando por esta parte del castillo?

-Lord Town .- Está fijo la mirada en la insignia brillante sobre el pecho de esta e inclinó la cabeza con respecto hacia la mano derecha del rey.- Estoy buscando a su majestad ya que tengo una petición que hacer.

-Todas las peticiones son entregadas a mí para revisarlas antes de llegar con él rey, si tiene algo que pedir puede decírmelo ahora.

- Es una petición personal la que quiero hacerle a mí futuro esposo, nada de valor.- Sonrió forzadamente.- He estado buena parte de la mañana buscándolo ya que no pude tener la presencia de él en la cena anoche y tampoco hoy en el desayuno.

- El rey debe estar en su habitación, acabamos de salir todos de una junta del consejo.- Este procuro mirar tras de ella y siguio hablando.- Pero me temo que eso ya lo sabe, ahora su escolta es parte del consejo y usted deambula sola, sin protección.

- Creo que el castillo es lo suficientemente seguro para no necesitar protección todo el tiempo.

- Y lo es, de eso no tiene que preocuparse, es una fortaleza impenetrable.

- ¿El rey asiste a todas las juntas del consejo? -Pregunto curiosa cambiando de tema.- ¿No sería muy cansador para él?

- El rey siempre quiere saber sobre lo que pasa en el reino, pero es cansador así que solo va a las que tienen más relevancias, tiene muchos asuntos de lo que preocuparse.

- ¿De que se trató la junta?

-Me temo que no soy la persona indicada para hablar de eso, no se manejarme con términos adecuados para los oídos de una dama y una princesa cómo usted, se lo dejaré a Lord Payne esta vez, pero cualquier otra duda o curiosidad que tenga no dude en venir hacia mi, incluso si es una petición simple.

-Muchas gracias, todos han sido muy amables conmigo aquí.

-En un futuro cercano usted será nuestra reina, no la tratan con amabilidad, la tratan con el respeto que merece alguien como usted.

- Ooh.- Evangeline asintió a sus palabras y sonrió.- De igual manera me siento agradecida, de momento solo soy una extranjera y una desconocida.

-Todo conocido comenzó siendo un desconocido.- Este murmuró volviendo hacer una reverencia.- Me temo que tendremos que seguir está conversación otro día su alteza, tengo cosas que hacer.

-Esta bien, ha sido muy placentero hablar con usted, una cara nueva y una conversación siempre es refrescante.

- Lo mismo digo yo.

-Entonces no le quito más tiempo.- Evangeline inclinó nuevamente la cabeza la pasar junto a en dirección de los aposentos reales.

Camino lentamente cruzando los brazos sobre su pecho para poder protegerse algo del frío y observo cada obra de arte en el pasillo, a medida que se acercaba resaltaban los detalles dorados en oro puro.

Bóreas no se le consideraba como un reino muy avanzado ya que aún cazaban y usaban pieles de animales como los salvajes, pero en verdad eran ricos en tal valioso mineral como lo era el oro y ahora se daba cuenta.

Leonard había apuntado a la cabeza a la hora de intentar aliarse con alguien y las cosas no habían salido como la había planeado, estaba deseosa por ver el fracaso en el rostro de este.

Había ganado una batalla pero aún tenía que ganar la guerra.

Toco la puerta suavemente y luego se anunció a si misma a ver que no habían guardias en las puertas de los aposentos de su majestad y espero hasta que está fue abierta por la persona que deseaba ver.

- Majestad.- Tomo los bordes de su vestido e hizo una reverencia.- He extrañado enormemente su compañía el día de hoy.

-Princesa.- Este respondió y se hizo a un lado para que está entrará cerrando la puerta luego.- Me disculpó, he estado algo ocupado y no he disfrutado de mi prometida como debiera.

- He oído que se dirige a RocaSeca con Sir Liam.- Evangeline comento de manera despreocupada dando un paso hacia él poniendo sus pequeñas manos sobre las solapas de la gruesa capa que lo protegía del frío.- Déjeme ir, no he disfrutado de su presencia desde que llegué y ahora se ira por un par de días dejándome aquí sola en dónde no conozco a nadie, solo a usted y a mi escolta.

- El viaje puede ser peligroso, ya la atacaron de camino hacia aquí, no quiero ponerla en un riesgo innecesario nuevamente además el frío puede ser algo insoportable para usted una vez fuera de las paredes del castillo.- Harry puso sus manos sobre las sonrojadas mejillas de esta que llamaban su atención he hizo una mueca al sentir lo frías que estaban.- Está fría.

- Por favor.- Está suplico endulzando la mirada mientras que movía las pestañas lentamente ignorando las palabras de este.- Sentiré frío de todas maneras si me quedo aquí... Lleveme con usted.

- Evangeline...- Este suspiro pegando sus labios en la frente de esta en un suave beso.- No puedo cumplir a tus caprichos siempre, pero esta vez lo haré solo por lo cautivado que me siento por ti.

- Gracias.- Está lo abrazo dejándose rodear por los brazos del rey y sonrió.- Espero que pueda en medio de tantas obligaciones hacer un tiempo para mí, soy nueva aquí y sería de mucha ayuda para mi tenerlo cerca para así lograr adaptarme más rápido a esta nueva vida que nos espera.

-Podrias mudarte a esta habitación conmigo, así siempre tendría tiempo para verte diariamente.

- Su majestad aún no estamos casados.- Está tragó saliva viéndose aún más sonrojada de lo que estaba debido al frío.- No es correcto que compartamos aposentos sin estarlo, la gente puede hablar y eso podría ser malo para usted y para mí desde luego.

- Nadie en este castillo se atrevería a decir algo, soy el rey y mis decisiones son incuestionables.- Está murmuró con seriedad.- Pero si eso es algo que te preocupa lo arreglaremos ¿Cuánto tiempo crees que se demoren en hacer un vestido de novia para ti?

-No lo se, debido a las capas no estoy segura, pero puedo usar el de Lyssa.- Está se encogió de hombros.- Sus cosas llegaron antes de que fuéramos atacadas, en uno de los baúles debe estar, si le hacen algunos detalles me puede quedar.

- Pero no quieres usarlo.- Este sonrió al ver la mueca en el rostro de ella.- Buscaré a las mejores y más rápidas modistas del reino, cuando despiertes el día siguiente tendras un hermoso vestido nuevo para ti, nos casaremos en cuanto lleguemos a RocaSeca por la mañana en un pequeña ceremonía y cuando volvamos aquí haré una gran fiesta para ti en tu honor.

- Se está tomando muchas molestias debido a mi.- Está sonrió complacida abrazándose al robusto cuerpo del rey.- Gracias.

- No agradezcas, el deber de un buen rey es tener a su reina feliz.- Este sonrió acariciando sus mejillas.- Ven vamos a dormir un poco, tú estás fría y yo no he logrado pegar un ojo en horas.

-Pero...-Harry la vio comenzar a murmurar temblorosa así que la interrumpió pegando sus labios sobre los de ella.

-Prometo no tocarte indebidamente hasta que seas mi esposa, aunque estoy dispuesto solo a aguantar unas horas más a que eso suceda.

KING [H.S MATURE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora