XX

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Harry frunció el ceño mirando a los tres niños frente a él que lo miraban con curiosidad sobre una manta extendida en el suelo, el mayor debía tener unos trece años si no tenía menos y no podía ignorar que este lo miraba con desconfianza al contrario de sus dos hermanos menores que increíblemente sonreían mientras que comían los bocadillos que su madre les daba cuales Evangeline había preparado.

Se sentó en la manta junto a su esposa y titubeó cuando ésta le ofreció cargar a la bebé y acepto dudoso poniéndola sobre su rodilla observándola con cautela.

- Puedes darle bocadillos pero tienes que vigilar que no se ahogue con ellos, apenas tiene algunos dientes y no los sabe usar bien.- Evangeline sonrió por la vista y tomo al otro más pequeño poniéndolo en su regazo cuando esté le pidió los brazos pero se soltó de enseguida yendo a jugar con el mayor de sus hermanos.- Solo trozos pequeños.

- Trozos pequeños.- Harry asintió tomando uno de los bocadillos rompiéndolo para tomar un trozo y ponerlo en la boca de la niña que lo acepto gustosa así que sonrió incrédulo de lo logrado mientras que miraba a su esposa.- ¿Viste? Le gustó.- Exclamó efusivamente.

- Le gustan los bocadillos, no necesariamente tu.- Está soltó una carcajada al ver la nueva faceta de este besando su mejilla cariñosamente.- Muy bien, ahora sigue así.

- Tenga cuidado su majestad, está en la edad en la que es 90% saliva.- Intervino la madre de los niños tomando un pañal limpiando el rostro de la pequeña.- No queremos que se ensucie.

- No importa si eso sucede Lady Payne.- Este sonrió bajando la mirada hacia la bebé.- Solo es saliva de bebé, se secara de todas formas si eso sucede.

- Está bien.- Está asintió poniéndose de pie sacudiendo el modesto vestido que cargaba.- Iré en busca de mi esposo ¿Puedo confiarles mis hijos? No tardaré.- Murmuró hacia Evangeline que asintió de inmediato.- Gracias.

- No sabía que Lord Payne tenía tantos hijos.- El rey dijo viendo cómo la madre de estos se alejaba.- ¿Cuánto años tiene el mayor?

- James tiene once años, cumple doce en unas dos semanas, Joseph tiene apenas seis y la pequeña Eve tiene siete meses.

- Muy afortunado de tener tantos hijos, el apellido Payne seguirá vivo en varias generaciones más.

- Eso espero, es una familia muy leal, hará falta más personas así en el futuro.

- Si tenemos un hijo lo prometeremos con la pequeña Eve.- Harry murmuró pensativo, no sabía la razón pero había quedado encantado con la bebé.- Así nos haremos cargo de su educación, apenas cumpla los diez años se trasladará al castillo con nosotros.

- No podemos robarle a Eve a Liam y a Jenny.- La reina frunció el ceño negando.- Ninguno de sus hijos será sacado de su hogar, no haremos las cosas así.

- Es normal que los niños se prometan incluso antes de nacer, Eve no será la primera.

- No quiero algo así, si mis hijos se van a casar algún día será con la persona que ellos escojan, no nosotros.

- Pero así formamos alianzas...

-Eso es cosa del pasado.- Evangeline soltó un suspiro recargandose en el hombro de su esposo.- No quiero que mis hijos sean usados, no quiero que sean carne de camión o los alejen de mi.

- Está bien, aún tenemos mucho tiempo para pensar en esas cosas.- Harry murmuró de manera suave para bajar la intensidad de la conversación abrazando a su esposa con la bebé en medio viendo cómo ambos niños jugaban y actuaban como si su presencia no significaba nada, eran niños y no sabían lo que significaba estar frente a un rey, este se sonrió besando los labios de su esposa.- Eres muy hermosa.

- Solo lo dices porque me quieres llevar a la cama.- Está susurro juguetona mirándolo con intensidad.- Pero vas a tener que esperar hasta que se haga de noche.

- Podemos huir a cualquiera de las habitaciones.- Harry murmuró sonriente, le encantaba lo vivaz que está le hacia sentir.- Podemos dejarle los niños a mis guardias.

- Tus guardias son toscos, no saben tratar con niños.- Evangeline soltó una carcajada al ver un puchero en el rostro de su esposo y se puso de pie dejándolo solo en la manta con la bebé.- Iré a jugar con los niños.

- ¿Jugar?

- Si, solemos jugar mucho.- Está tomo los volantes de su vestido para caminar más cómoda y se acercó a los niños que la rodearon de inmediato sumergidos en risas.

Harry miro a sus esposa saltar con los niños y sintió que en ese precisó momento el tiempo se detenía, ella reía fuerte sin importarle nada y la felicidad que sentía desborda por sus ojos, pero todo se volvió gris cuando de un momento a otro una fecha salió de la nada y aterrizaba apenas uno centímetros de ella.

¿Que era lo que sucedía? Todo se había vuelto un caos de un momento a otro, el jardín se había llenado de sus hombres que sacaban sus grandes espadas desde sus fundas y comenzaban a pelear con otros que salían como plagas desde los arbustos, y en ese momento comprendió, estaban  atacado Rocaseca.

-¡Harry! - Este se puso de pie con la bebé en uno de sus brazos cuando oye el grito desesperado de su esposa que estaba abrazada a ambos niños siendo resguardada por sus hombres, estaba asustada.

Harry esquivo un cuerpo que cayó muerto junto a él y quito la espada que estaba clavada en su pecho con una de sus manos mientras que intentaba acercarse a su esposa, necesitaba ponerla a salvó a ella y a los niños.

Levantó la espada soltando un gruñido cuando alguien intento atacarlo chocando espadas mientras que con todas las fuerzas levantaba una sus piernas y le daba un fuerte golpe en el pecho para alejarlo el tiempo necesario para poder alejarse.

Cuando al fin logro llegar donde Evangeline puso la bebé en sus brazos y la tomó ayudándola a ponerse de pie.

- Tiene que buscar un lugar seguro.- Este dijo de inmediato buscando una vía de escape con la mirada, pero todo estaba lleno de hombres peleando a muerte, era peligroso pasar por junto a ellos.- Mierda.

El rey jalo su cabello desesperado sin saber que hacer, nunca había tenido que preocuparse de la seguridad de nadie más que la propia, no sabía cómo sacar a Evangeline y a los niños de lo que se había transformado en un campo de batalla.

Empuñó la espada con ambas manos y la clavo en el pecho de un hombre notando por primera vez el emblema que este estaba cargando.

- Leonard.- Susurro para si mismo cuando vio el sol brillante y el León que representaba a Apolo.

Harry se vio rodeado por tres hombres más cuando sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, los habían atacado por estar con la guardia baja en tiempos de guerra.

Si algo sucedía solo sería su culpa.

Esquivo uno cuántos golpes cuando llegó algo de ayuda a su lado, miro para este y noto que era Liam con quién luchaba codo a codo para proteger a su familia.

- Tienen que salir de aquí.- Liam murmuró agitado golpeando con fuerza a sus oponentes dejándolos en el piso apenas con un par de golpes volteando a ver a sus hijos y a Evangeline.- Necesitan ponerse a salvó.

- Tu también, tienes que ponerte a salvo con nosotros.- Evangeline murmuró agitada con el rostro lleno de lágrimas cuando esté negó.- No te pregunté, es un orden.

-Lo siento, no puedo hacer caso a esa orden.- Liam sonrió de lado y volteo a ver al rey que asentía cargando a la pequeña Eve y a Joseph.- Cuida a los niños, Jenny está desesperada, hazle compañía hasta que yo llegue, volveré a salvo, lo juro.

- No, no jures en vano.- Evangeline sollozo con fuerza viéndose alzada por otros de los hombres del rey cuando negó a marcharse por si sola mientras que intentaba soltarse para ir a los brazos del simple hombre frente a ella.- ¡Liam! ¡Liam, porfavor no me dejes! - Suplico está completamente desesperada viendo como se comenzaba alejar a la fuerza de este.

Tenía un dolor fuerte en el pecho, se sentía como si fuera la última vez que lo vería en un largo tiempo.

- ¡Liam! ¡Lo prometiste, prometiste no morir! - Grito con todas las fuerzas que tenía con la esperanza de este la fuera a escuchar.- Prometiste siempre volver a mí...- Susurro para si misma segundos antes de que todo se volviera completamente negro y frío.

KING [H.S MATURE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora