KING [H.S MATURE]

XIII

Evangeline miro por la pequeña ventanilla del carruaje el camino buscando algo en que poder entretenerse pero fracaso rotundame ya que todo lo que podía ver eran caminos cubiertos por nieve.

Habían salido hace medio día del castillo y aún faltaba medio día para llegar, era un viaje largo debido a que Bóreas era reino extenso, el más grande de todos y quedaban justo en el centro en los mapas, así que sus fronteras siempre estaban protegidas debido al riesgo que corria al estar rodeado de reinos pequeños como Apolo, pero que aún así era un reino lleno de riquezas y eso significaba que era uno con poder.

Esa era una de las razones del porque habían decidido unirse.

El carruaje se detuvo de un momento a otro y Evangeline decidido salir ignorando las protestas de una de las criadas que iba con ella y apretó la manta sobre sus hombros cuando vio a Lord Payne junto al Rey bajar de sus caballos.

El rey caminaba con una leve cojera pero eso lo hacía ver mucho más intimidante debido a su tamaño y la cicatriz en su rostro que le daba un aura sombría a quien no lo conocía.

Estos se acercaron a un hombre que estaba con una pequeña carreta rústica en el camino sujetando sus enormes espadas en precaución mientras que los guardias lo apresaban y otros expecionaban sus pertenencias.

- ¿Que sucede? - Está pregunto en voz alta con curiosidad viendo como el hombre de ojos verdes volteaba a verla.- ¿Por qué nos hemos detenido?

- Un forastero mi alteza, venía de un paso no habilitado desde la frontera.- Uno de los guardias respondió acercándose a ella para protegerla.- Y un traficante.

-¿Un traficante? -Esta dió un paso hacia adelante ignorando las palabras del mismo rey diciendo que volviera al carruaje y hecho una mirada sonriendo al ver lo que llevaba.- Un traficante de cachorritos.

- Un traficante de bestias.- Harry murmuró guardando su espada para tomar uno de los animales sobre la carreta del pelaje del cuello.- Son lobos Timber, están prohibidos aquí por qué son letales cuando atacan, llegan a crecer mucho más altos que una persona sobre sus cuatro patas y son salvajes, traficarlos es castigado con la muerte.

- ¿Salvajes? - Evangeline miro al cachorro que colgaba en las manos de este y negó tomándolo en sus propias manos sonriendo.- Ni siquiera está destetado, no puede ser así de peligroso es muy lindo.

- Mide lo mismo que un cachorro de cuatro meses de un lobo normal y no debe tener más de una semana desde que nació, a los seis meses llegan a ser de un metro de altura y al año ya han crecido el doble, es mejor sacrificarlos cuando están pequeños y no hacen daño.

- No pueden matar a un cachorrito.- La princesa murmuró con horror negando.- Eso es un pecado, ni siquiera puede defenderse.

- Mi alteza, creo que esta vez es mejor escuchar a su majestad.- Liam intervino en favor del rey guardando su espada, podía ver donde iba la situación con apenas ver el brillo en los ojos de esta.- Puedo conseguirle un cachorro de husky siberiano si lo desea.

- No lo deseo, deseo quedarme con ellos.- Apunto al animal que estaba en sus manos y el que descansaba sobre mantas en la carreta, eran dos lobos Timber blancos como la nieve.- Los quiero a ambos.

- Me temo que esta vez no la puedo complacer.- Harry murmuró sabiendo que tenía que ser el quien le arrebatará el cachorro de las manos así que se acercó aun más a ella para hacerlo.- Son animales salvajes, me temo que nunca los podrá domesticar.

- Pero quiero intentarlo.

- No puedo permitirlo.- Este negó nuevamente.- Puedo conseguirle otra mascota si tanto desea una.