Las trompetas anunciando la esperada llegada sonaron tres veces segundos antes de que el salon comenzara a llenarse de gente desconocida, Evangeline volteo a ver a la mayor de sus hermanas Lyssa haciendo una mueca al ver su rostro desdichado no comprendiendo sus sentimientos.
¿Tanto le entristecia ser Reina? Habria tomado su lugar sin siquiera pensarlo dos veces, es más aquello era lo único que pensaba hacer.
Esta desvío la mirada de su hermana y vio la larga alfombra roja que comenzaba en la gran puerta doble de roble y que terminaba en los pies de su padre que esperaba junto a la reina, por está comenzaron a desfilar un sin fin de hombres que no le interesaba ver para nada, se inclino frente a cada uno y dejo que estos besaran su mano e incluso que la llenaran de alagos ocultando la mueca de desagrado que en cada momento amenazaba en aparecer.
Lo único que la llenaba en ese momento era que siempre iba a resaltar mas que sus otras hermanas, el cabello rojizo heredado de su madre era practicamente un iman de miradas y murmullos por todo el reino, en especial provenientes del sexo masculino.
El gran salon fue envuelto en un sepulcral silencio que hizo que mirara a las grandes puertas viendo a la persona que habia causado que todo el ruido en el ambiente desapareciera, aquel hombre era sorprendente.
Él Rey caminaba digno por la gran alfombra sosteniendo en una de sus grandes manos un baston mientras que la otra descansaba naturalmente en el mango de la que debia ser su espada, poseia una leve cojera y un par de cicatrices en su rostro, pero la que mas llamaba la atencion era aquella que cruzaba su mejilla sobre su ojo y ceja, agradecia infinitamente a los dioses que cuando había sido lastimado no perdiera el ojo, ya que eso hubiera sido una gran perdida para su salvaje belleza, pensó y siguio admirandolo hasta que este estuvo frente a sus hermanas saludandolas.
- ¿Tu quien eres? - Evangeline lo escucho preguntar frente a ella e hizo una pequeña reverencia antes de subir la mirada.
- La princesa Evangeline Collins, su majestad.- Respondio suavemente mirando sus ojos con intensidad, haciéndole frente con orgullo.- La tercera princesa de Apolo.
- ¿No posees una tiara, Princesa? Eres la unica de tus hermanas que no calza una en este momento.
- Yo poseo una su majestad, solo que no me gusta usarla.
- ¿Muy pesada para ti? - Harry fruncio el ceño cuando vio a la pequeña hada de cabellos rojizos sonreir y negar casi de inmediato. Se veía complacida por su pregunta.
- Es muy pequeña para mi gusto.- Evangeline respondio suavemente haciando una reverencia otra vez frente a él cuando siguio su camino hasta la gran mesa donde lo esperaba el banquete de bienvenida.
No pasaron mas de algunos minutos cuando el salon comenzo a llenarse de alegres melodias y los nobles comenzaran a bailar.
Era una celebracion despues de todo, no todos los dias se recibia a un rey, ni se unian los reinos.
Evangeline miro a su alrededor fijando su mirada en él hombre sentado en medio de la gran mesa junto a su padre, ambos habian comenzado a beber y a hablar cosas que realmente no le importaban, asi que se dejo guiar por una de las criadas hasta el lugar que ocuparian en la mesa del banquete notando la incomoda presencia de Lyssa junto al recien llegado rey.
Bebio un pequeño sorbo de la copa de vino frente a ella reteniendola entre su lengua y paladar para apreciar el sutil dulzor de la cosecha.
Evangeline vio a Lanna bailar un par de canciones con Sir Edmond Smith quien si tenia suerte algun dia seria su prometido, y tomo lugar en su asiento junto a la mayor de sus hermanas Lyssa sonriendole para tranquilizarla y procurar que su copa siempre estuviera abastecida de aquel dulce vino, así que cuando este comenzo a hacer efecto en ella y a ver que los ojos de sus hermanas comenzaban a pesar sonrio triunfante.
Seria la excusa perfecta para hacerla desaparecer por aquella noche al menos.
- Padre.- Evangenile murmuro en voz alta llamando la atencion de ambos hombres que pararon su conversacion para voltear a verla.- Su majestad, siento mucho interrumpir de esta manera.
-No pasa nada ¿Que sucede, hija?
- Lyssa se ha sobrepasado con el vino esta noche.- Murmuro con fingida pena suspirando.- ¿Crees que deba llevarla a su habitación? Esta a punto de dormirse sobre la mesa.
-No es necesario, quedate y hazle compañia a su majestad esta velada.- Él rey suspiro al igual que la menor de sus hijas y alzo una de sus manos llamando a dos criadas que se acercaron a el rapidamente.- Lleven a Lyssa a su habitación y metanla a la cama.-Ordeno a lo que actuaron rapidamente siguiendo las ordenes de este.
-Me siento muy apenada por usted su majestad, pero entiendo los motivos de Lyssa para beber.- Evangeline murmuro suavemente tomando asiento esta vez junto al rey en cuestion y sonrio timida.- Yo tambien me he puesto nerviosa debido a su presencia y he bebido una pequeña copa de vino, una mas de las que se me permite.- Le confeso en un susurro.
- No la he visto bailar esta noche princesa ¿Me consederia una pieza antes de finalizar la noche? -Harry pregunto con cautela y sonrio cuando esta asintio.- No soy un buen bailarin, pero si la llego a pisar prometo recompensarla con un poco mas de vino si tanto le gusta.
- No soy muy aficionada al vino.- Evangeline solto una suave risa casi armonica posando su delicada manos sobre la aspera del rey apretandola levemente.- Estoy segura que debido a la condicion desafortunada de mi hermana Lyssa esta noche no se lo ha pedido formalmente y seria descortez de mi parte no hacerlo ¿Le gustaría que lo lleve a recorrer los jardines mañana al atardecer? Tomo el té en una de las pergolas y seria un honor para mi que me acompañara.
- El honor seria todo mío, pensé que nadie lo haria sinceramente, la princesa Lyssa parecia mas interesada en su copa de vino que en mi.- Harry se lamento y sonrio de lado al ver la sonrisa de esta adornar su rostro.- Es usted realmente hermosa, una flor floreciendo en todo su esplendor ¿Se lo habian dicho ya? Estoy seguro que esta acostumbrada a recibir alagos constantemente ¿Cuantos estaciones posee la princesa?
- No tantos como cree y nunca habia recibido alagos de un rey asi que el suyo es el que me hace sentir mas afortunada, su majestad.- Evangeline sonrio aún mas quitando su mano de sobre la del rey llevandola a su pecho para jugar com el colgante que lo decoraba.- He cumplido ya 18 primaveras este año.
- ¿Ya esta prometida?
- No, aun no estoy lista segun padre.
- En Bóreas nuestras mujeres a su edad estan listas, una princesa a los 16 ya deberia estar prometida a algun hombre.- Harry fruncio el ceño bajando la mirada para observar el cuerpo de Evangeline descaradamente.- Tiene caderas anchas, va a traer hijos fuertes al mundo e hijas dotadas de su belleza.
- Asi los dioses lo escuchen, que hagan sus palabras y buenos deseos realidad, su majestad.
- Lo haran.- Harry aseguro poniendose de pie con la ayuda de su baston cargando el peso de su pierna mala en el ofreciendole su manos libre a Evangeline.- Me gustaria que me acompañara a bailar esta pieza antes de que me retire a mi habitación, estoy cansado debido al largo viaje.
- Seria un placer.-Evangeline murmuro y tomo su mano suavemente para dejarse asi guiar por él al medio de la pista de baile sonriendo cuando este puso su mano sobre su cintura y asi guiar los movimientos.
La velada estaba por terminar y habia salido tal como habia planeado, habia tenido la atencion del Rey por sobre Lyssa esa noche y la seguiria teniendo hasta que fuera necesario.
Miro a Liam que la veia con una sonrisa desde un rincón del gran salón y sonrió hacia él tambien apoyando su mejilla en el amplio y fuerte pecho del rey mientras que la cancion sonaba llenando los oidos de todos.
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KING [H.S MATURE]
RandomDos reinos estan muy cerca de unirse y de caer en la destrucción Evangeline Collins/ 18 años Harry Styles/ 34 años. Todos los derechos reservados, prohibida su copia parcial o completa. 6.055