KING [H.S MATURE]

XV

-Auch.- Evangeline se quejó en voz alta cuando una de las modistas le pincho la piel de la muñeca cuando ajusto las mangas del vestido para que le calzara perfecto.- Ten más cuidado.

- Lo siento.- Se disculpó la modista de inmediato siguiendo apresuradamente con su labor.- No se mueva porfavor.

- No me estoy moviendo.- Respondió volteando a ver a Liam que reía en voz alta cada vez que se quejaba por un pinchon.- Auch.

-Deja de moverte.- Este murmuró cruzándose de brazos sin borrar la sonrisa de su rostro.- Les estás haciendo el trabajo mucho más difícil.

- Me muevo porque me clavan sus agujas.

- Aguanta, están por terminar.- Liam intervino nuevamente en favor de las mujeres que le dieron un mirada llena de agradecimiento.- Te estoy viendo, no es necesario que voltees a verme a cada segundo, no me movere de aquí hasta que estés lista.

- No volteo a verte a ti, solo quiero ver mi reflejo.- Murmuró con las mejillas levemente sonrojadas frunciendo el ceño.- Desde que eres Lord cada ves me tratas con más confianza ¿Debería pedirle tu cabeza a mi esposo? No esa manera de tratar a tu reina.

- No es necesario que se la pida a él, si usted la quiere estaría feliz de obsequiarsela yo mismo, mi reina.- Comento de forma despreocupada alzando una de sus cejas divertido.- ¿La quiere en este momento o la quiere para después de las bodas?

- Creo que esperaré el momento correcto para arrancartela yo misma.- Evangeline murmuro en voz baja rodando los ojos para guardar silencio y mirar su propio reflejo sobre el espejo frente a ella.- ¿Falta mucho?

- No.- Una de las modistas murmuró dando las últimas puntadas alejándose sonriente para ver si trabajo terminado.- Ya está lista.

- ¿Lista? - Evangeline sonrió tomando los bordes de la falda para ponerse más cerca del espejo y ver su reflejo detalladamente y luego voltear a ver a Liam que estaba observándola en silencio.- ¿Como me veo?

- No merezco ser observador de tanta belleza.- Este apoyo su rodilla sobre el suelo tomando la mano de esta besando el dorso de su mano.- ¿Lista para el gran paso?

- Nunca me he sentido tan lista.- Mordió su labio nerviosa asintiendo llena de emoción.- He estado esperando este momento toda mi vida y que estés aquí a mi lado es lo mejor.

- Siempre estaré a su lado si los Dioses me lo permiten.- Se puso de pie ofreciéndole su brazo a esta para poder comenzar a escoltarla.- Su majestad la espera, debe estar ansioso debido al tiempo que ha tomado para estar lista.

- Entonces no lo hagamos esperar más.- Evangeline rodeo su brazo con el propio soltando un suspiro profundo, sonriendo de lado viéndolo mientras que hablaba en dirección a las modistas.- Ya pueden retirarse, nosotros ya estamos saliendo.

- Eres la novia más hermosa del mundo.- Liam susurro lo suficientemente bajo para que solo ella escuchará ganándose una sonrisa de parte de esta y su rostro levemente sonrojado, ambos salieron tomados del brazo a un pasillo lleno de guardias que caían sobre una de sus rodillas como muestra de respeto para la que en un momento iba a ser su nueva reina.

Ambos caminaron lo que quedaba del pasillo en completo silencio, no uno que fuera incomodo si no en uno lleno de entendimiento por parte del otro, Liam estaba realmente feliz de verla cumplir uno de sus mayores propósitos y Evangeline estaba feliz de poder tenerlo junto a ella en el momento de lo que lo esperara sucediera.

Las puertas de donde se haría la pequeña boda se abrían lentamente a medida que estos se acercaban revelando una pequeña pérgola en medio de un pequeño jardín, estaba estaba cubierta de blanco por la nieve que caía en ese momento lo que hacía que el camino lleno de pétalos rojos destacarán y al Rey esperando en el altar vestido impecablemente de pieles negras y con brillantes broches sobre estos hechos de oro.

Harry imponente apoyando su algo de su peso sobre su bastón sonrió mostrando los dientes haciendo que su mirada se suavizará notablemente y la cicatriz en su rostro se tenzara cuando la vio caminar hacia el, era un ángel a su pensamiento, y sentía que era un ángel lo que necesitaba. Alargó la mano para que la tomara y sonrió besando el dorso de esta entrelazando sus dedos.

- ¿No posees una tiara, princesa? - Harry preguntó sonriendo al ver que está no traía una al igual que la primera vez que la había conocido.

- Yo poseo una, solo no es la apropiada para mí.

- ¿Es muy pesada para tus pequeños hombros? -Volvió a preguntar divertido esperando la respuesta de esta.

- Es muy pequeña para mi gusto.- Evangeline respondio sonriendo haciando una reverencia hacia el sacerdote que los iba a casar para luego volver a ver al rey.- Y necesito una de reina, no una de princesa para el día más importante de mi vida.

Harry sonrió mordiendo su labio divertido por la respuesta de ella aguantando una carcajada, le conmovía la sinceridad con la que esta se expresaba en cada momento cuando estaba junto a el, con ella había sido la primera persona con la que se realmente se sentía agusto en años, era un rey por derecho de nacimiento y las personas solían mostrar una cara falsa cada vez que se dirigían a el, pero ella era auténtica, sabía que ella quería ser reina pero no veía maldad en ella para conseguirlo.

El sacerdote comenzó a dar los sermones habituales en cada inicio de ceremonia mientras que ambos eran cubiertos por una enredadera sobre sus hombros para simbolizar la unión de ambas almas en matrimonio, uno que por las leyes de Bóreas iba a durar hasta que la misma muerte hiciera de las suyas y los separara.

Harry tomo la mano de Evangeline con excesiva delicadeza poniendo en su dedo anular un brillante anillo con un rubí en medio, era la misma joya con la que el siempre solía describirla y con ella la estaba desposando en ese mismo momento para siempre.

Ambos se pusieron de rodillas sobre la nieve recibiendo la bendición de los dioses que era dada por el sacerdote un para luego besarse de manera apasionada frente a todos los espectadores y testigos del momento.

Se pusieron de sonriendo mirando al otro tomándose de las manos para dar un paso al frente recibiendo de parte de todos una reverencia.

- Me temo que ahora no podré dejar que andes por ahí sin una corona apropiada.- Harry le sonrió a su nueva esposa haciendo un gesto con la mano para que uno de sus lacayos se acercara sosteniendo algo entre sus manos.- Se qué no es una ceremonia apropiada para ti, pero quiero que te acostumbres desde ahora a su peso y de las responsabilidades que conlleva tenerla.

- Mi rey...- Está titubeó un poco al ver de qué se trataba y sonrió de lado inclinándose levemente hacia adelante tomando los volantes de su vestido.- Gracias.

- No agradezcas aún.- Este tomo la corona de sobre las manos de su lacayo y la puso sobre la cabeza de Evangeline tomándose su tiempo para que quedara perfectamente colocada, poniéndose luego sobre su rodilla con la cabeza gacha en señal de respeto hacia ella.

Evangeline se recompuso mirando a su alrededor con el corazon acelerado al máximo, estaba hecho, al fin tenía una corona sobre su cabeza y a un rey de rodillas por ella, no había nada que no pudiera hacer en ese momento, todo lo que siempre había perecido inalcanzable ahora estaba en la palma de su mano.

Volteo a ver a alguien en especial y sonrió al ver la sonrisa en el rostro de el, estaba feliz por ella y eso la llenaba completamente porque sabía que era sincero.

- ¡Larga vida a la reina!- Liam vociferó conectando la mirada con ella sacando la espada de la cinturilla de su armadura alzandola por el aire orgulloso seguido por el corrillo de personas que estaban presentes.- ¡Larga vida a la reina!