KING [H.S MATURE]

XXVIII

Liam al parecer había perdido el conocimiento, ya que en algún momento todo se había tornado oscuro y al abrir los ojos volviendo a ver con claridad se había encontrado en una tienda sobre un tumulto de pieles con alguien limpiando su herida suavemente que al parecer luchaba con controlar los sollozos de vez en cuando.

- ¿Que estás haciendo? - Murmuró cansado y confundido al ver que era Evangeline quien lo estaba limpiando, así que tomo su mano deteniendola.- No debería estar aquí, su majestad.

- ¿Que no debería estar aquí? Pensé que estabas muerto, no tienes idea lo que he pasado machacandome la cabeza con la aterradora idea de haberte perdido.- Se soltó bruscamente limpiando sus lágrimas.- Merezco estar aquí, porque este es mi lugar y es donde más quiero estar en este momento.

- No, su lugar es justo a su majestad el rey ya que es usted una reina por el amor de los dioses, Eve. ¿Quieres que te corten la cabeza? Te pueden acusar de adulterio.

- No estoy haciendo nada que no debiera, nada que manche mi reputación o manche el nombre de Harry.

- Soy solo su escolta.

- Eres un Lord.

- Pero no tengo sangre noble, soy un bastardo con suerte y la gente va a comenzar hablar.

- Si lo hacen serán comida para mis lobos.

- No puedes ir dándole de cenar tus súbditos a tus mascotas.

- Puedo hacer lo que se me de la gana, soy su reina, la reina de todos en este apestoso lugar.

- Eve, tienes que bajar tu ritmo, no eres muy querida en este momento y Leonard tiene una diana sobre tu cabeza, ha comenzado una guerra dónde se están perdiendo vidas, cientos de vidas.- Liam se sentó quejándose del dolor en su costado y sobre sus heridas.- Ya tienes enemigos, no hagas más. No te pongas en peligro.

- Pero ya estás aquí, tu me vas a cuidar.- Sonrió de lado acariciando su rostro limpiando un rastro de sangre seca sobre la comisura de su labio con su pulgar mientras que las lágrimas comenzaban a deslizarse suavemente por sus mejillas.- No sabes lo mucho que me hiciste falta, cada día era una tortura sin ti, ni siquiera mi corazón latía correctamente.

- Voy a cuidarla con mi vida si es necesario, eso ya lo sabe.

- No, con tu vida no. Si no estás conmigo no le encuentro caso a vivir, ya probe lo que se sentía y no me gusto.

- Lamento mucho irme, fui descuidado.- Bajo la mirada.- En el momento desapareciste de mi vista no me pude concentrar en otra cosa que no fuera lo que podría estar pasandote y de un momento a otro estaba siendo rodeado, vinieron por mi inmediatamente.

- Leonard sabe que eres mi punto débil, quería hacerme daño teniéndote.

- Al menos no lo consigo, pero yo no debería ser tan importante para ustedes su majestad, soy un simple escolta.

- Te amo y lo sabés.

- Shhh...- La silencio de inmediato poniendo una mano sobre su boca.- Lo se.- Susurro.- Pero no lo digas en voz alta, alguien pudo oírte.

- Está bien.- Asintio quitando la mano de su boca acercándose a él arrastrándose por las pieles para abrazarlo por el cuello pegando sus labios a los de el en un corto beso ya que este la había rechazado.- No, porfavor. No me rechaces ahora.

- Esto no está bien, su majestad.- Suspiro.- No soy digno de usted, lo sabe.

- ¿Me quieres?

- Claro que si.- Sonrió de lado.- Más que quererla la amo, no sabe cuánto.

- Cuando me desperté y Jane me dijo que no sabían dónde estabas, por un momento nada de lo que había conseguido valía la pena, tenía tantas ganas de retroceder el tiempo y detener todas esas absurdas decisiones llenas de ambición.

- ¿Y que caso hubiera tenido?

- Te habría pedido en su lugar que huyeras conmigo.- Río aún con lágrimas.- Que dejaras a Jane y a los niños para que huyeras conmigo, sé que es absurdo porque nunca lo harías, pero podría haberlo intentado.

- No habría funcionado aunque hubiera aceptado.

- ¿Por que?

- Porque nunca hubiera podido darte lo que mereces y te hubieras arrepentido tarde o temprano.

- Merecería la pena intentarlo ¿No?

- Quizás, no lo se pero eso ya no importa.- Se encogió de hombros sosteniendo su costado cuando esté punzo, tenía que recostarse porque estar sentado mucho tiempo dolía así que lo hizo con ayuda de la pelirroja.- Sea lo que sea que haya sucedido mientras que yo no estaba ya no importa.

- Perdí a un niño.- Evangeline confesó.- Hace poco más de una semana, quizás dos.- Sonrió con tristeza.- Te necesitaba a mi lado en ese momento, que me dijeras que todo iba a estar bien.

- Y lo estará.- Sostuvo su mano y le dió un apretón.- Ahora sé que sientes rabia y dolor, pero lo estás enfocando en la persona incorrecta.

- Fue culpa de Harry...

- No.- Liam negó, no quería oír de sus problemas de alcoba, la quería y oír cualquier cosa le era doloroso.- No se, pero él es tu mayor aliado aquí y ahora sí lo tienes de tu lado te podra mantener más segura que yo si alguien intenta hacerte daño así que tienes que evitar que recurra a los brazos de alguna concubina con tu evidente adversion hacia él.

- Me ha hecho daño.

- Y se lo devolveras más adelante, cuando ponga la cabeza de Leonard a tus pies y lo único que debas concentrarte es en el daño que te hizo, ahora mantente con vida.

- ¿Vas a estar bien?

- Claro que si, en un par de días estaré como nuevo.- Le guiño un ojo.- Está bajando el sol, deberías ir a ver a tu esposo y dejarme dormir un poco, no lo he hecho para nada bien estos días.

- Me alegra que estés a salvó, al fin en casa.

- A mi también ¿Sabes algo de Jane y los niños?

- Están en el castillo, seguros esperando por ti, nunca perdieron la esperanza de que estuvieras con vida.

- Me gustaría enviar una paloma o un cuervo para mí esposa.

- Haré que una criada traiga papel y lápiz.- Eve se puso de pie con la frente en alto sintiendo un dolor en su pecho, no quería compartirlo con nadie en ese momento y tampoco quería que simplemente la sacará. Había estado muerta en vida por él, no lo merecía.- Te enviaré algo de comer y a alguien que pueda poner vendas a esas heridas, lo que menos quiero que pase es que se infecten.

- Estaré bien.- Aseguro.- Soy fuerte.

- No dudo de tu valía Liam. Pero me sentiría más tranquila si alguien se encarga de ti.

- Muchas gracias, mi reina. - Liam hizo una extraña reverencia y Eve se alejó a paso rápido.

Realmente estaba dolida.

Camino hasta la tienda donde se habían dispuesto sus aposentos y se sentó sobre las pieles que formaban su casa antes de comenzar a sentir como la tibia sangre manchaba su entrepierna.

Había hecho mucho sobre esfuerzo olvidándose de su hemorragia.

Se acosto sobre la cama cuando una criada entro a toda prisa para asistirla.

Por ella podía quedase estéril y así nunca dar a luz a un heredero para Harry, aquel sería su peor castigó.

Nunca llevaría a su sangre.