et viginti tres.

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⎯⎯¡Jung, detente ahora mismo!

⎯⎯¡No lo haré!

Exclamé, mientras intentaba correr lo más rápido que podía. Después de cruzar tres calles seguidas, me giré hacia la derecha y después izquierda, en cada esquina, haciendo una pequeña maniobra para perderlas de mi camino y huir.

Cuando por fin no pude ver a ninguna de las chicas, dejé de correr y me escondí atrás de un auto. Saqué el celular de Yuju y empecé a buscar el lugar que supuestamente ya se tenía ubicado.

El lugar marcaba una casa que, aparentemente, estaba rodeada de muchos arboles, como si estuviera en medio de un bosque, aproximadamente a dos horas de aquí.

Nuevamente volví a ponerme nerviosa, algo me decía que SinB estaba en peligro; así que tomé un pequeño respiro, me puse de pie y nuevamente corrí, dispuesta a tomar algún transporte para llegar lo más rápido posible.

«...»

Me encontraba finalmente en frente de dicha casa que había visto por Google maps; la casa de dos pisos si aparentaba ser tétrica y, por ende, abandonada.

Sin perder más tiempo, ingresé a este lo más silenciosa y cuidadosa posible. Si la casa por fuera era horrible, por dentro era peor; las paredes estaban muy sucias, con algunos grafitis, acompañado de un olor húmedo.

Recorrí toda la planta baja y nada, no había rastro alguno de que alguien hubiera estado. Así que, siendo igual de sigilosa, subí al segundo piso.

Comencé a asomarme entre las primeras habitaciones, sin llegar a ver a la menor, hasta que llegué al ultimo cuarto, el cual, por alguna extraña razón, si tenía puerta y estaba cerrada.

Tomé la vieja perilla y abrí esta, causando que la puerta emitiera un pequeño chirrido. Ingresé a este y, al igual que los demás cuartos, no vi nada, a excepción de dos fotos pegadas en medio de la pared a mi izquierda.

Me acerqué a este para bien a la foto y lo que vi me dejó completamente helada.

En la primera foto salía yo y en la otra SinB, con los ojos tachados con lo que parecía ser un marcador rojo.

¿Por qué demonios estaban nuestras fotos en una casa totalmente abandonada?

De repente, sentí como algo muy duro chocaba en mi cabeza, causando que cayera al suelo y quedara totalmente inconsciente.

«...»

⎯⎯¡Eunha, Eunha! ¡Reacciona!

Abrí los ojos, con demasiada dificultad, debido a las sacudidas e insistencias de dicha voz llamándome, y me toqué la cabeza al sentir un inmenso dolor.

⎯⎯Despertó ⎯⎯. Después de recuperar totalmente la consciencia, pude darme cuenta que dicha voz era de Yerin.

Inmediatamente, vi que Sowon se acercó a mi.

⎯⎯¿Estás bien?

Asentí, aún sobándome la cabeza.

⎯⎯¿Cómo llegaron aquí?

⎯⎯Creo que la pregunta es algo tonta ⎯⎯. Responde la rubia ⎯⎯ Eunha, aunque te hayas llevado el celular de Yuju, aún teníamos el celular de SinB con las coordenadas.

Rodeé los ojos e intenté ponerme de pie, entonces, Umji entró a la habitación corriendo.

⎯⎯Encontramos a SinB.

Como si volviera a juntar mis fuerzas rápidamente, me acerqué a la menor de todas y la tomé del hombro.

⎯⎯¿Dónde?

Algo nerviosa, me señaló con el dedo hacia mi derecha, al girar a esa dirección, mi vista se topó con unas escaleras que, anteriormente no había estado ahí cuando recorrí el pasillo, y que daba hacia un tercer piso, era obvio que era el ático, así que corrí a este y subí.

Lo primero que vi fue a Yuna, llamando con otro celular a una ambulancia; después, en el piso, vi a Hwang inconsciente y sin su camisa, llena de muchos golpes y heridas grandes, tanto en el rostro como en la parte descubierta de su cuerpo.

































































⎯⎯Ya hablé con sus padres, no tardarán en venir ⎯⎯. Dice Yerin.

⎯⎯Muy bien ⎯⎯. Asentía Sojung, mientras me entregaba un vaso de té, sin poderme negar, acepté este y comencé a beber, mientras nos manteníamos sentadas en la sala de espera del hospital. ⎯⎯¿Estás segura de que no quieres que te revisen?

⎯⎯No, estoy bien, lo más probable es que sólo tenga un pequeño chichón ⎯⎯. Respondí, manteniendo la mirada abajo.

⎯⎯Bueno, como digas.

Las cinco nos mantuvimos en silencio por pocos, pero eternos minutos.

Seguía sin entender el por qué encontré esas fotos en la casa abandonada y el por qué SinB recibía esos mensajes. Era evidente que nos quieren ver destruidas, pero ¿quién podría ser el autor de todo esto?

¿Mi padre? Era una posibilidad.

¿Jennie y su bola de estúpidas? También era otra posibilidad, pero menos creíble, me odian, pero no creo que sean capaces de hacer algo como esto.

¿Jungkook? Imposible, él está encerrado por haber intentado abusar de mi aquella vez.

Le di otro sorbo a mi té, algo frustrada por no tener otras posibles personas en mente. Sea quien sea, no le perdonaré por lo que le hizo o hicieron a SinB.

Después de quince minutos, los progenitores de mi novia llegaron demasiado preocupados, Kim les tuvo que explicar lo que pasó y, cuando por fin se acercó un médico para informarnos que Hwang estaba estable y que sólo tenía una costilla rota, inmediatamente fueron a verla.

Igual a nosotras nos dieron autorización de ir, pero yo decidí quedarme; la culpabilidad no me permitía ir y verla frente a frente; aunque el alivio de que no le haya pasado algo más grave no se hizo notar.

Entonces, después de salir de la habitación donde estaba la de mechones, Yerin caminó hacia mi y se sentó a mi lado.

Como antes, se mantenía en silencio, y le agradecía internamente que lo hiciera, pues no tenía muchas ganas de conversar, hasta que por fin habló:

⎯⎯También vimos esas fotos.

La observé detenidamente, no me esperaba que así comenzaría la conversación.

⎯⎯¿Quién crees que haya puesto esas fotos?

⎯⎯No lo sé, pero te aconsejo que tengas cuidado y estés cerca de SinB ⎯⎯. Se pone de pie y me regresa la mirada ⎯⎯Quien sabe que podría pasar después si una se separa de la otra.

Lentamente comenzó a caminar a lado contrario, hasta que, de repente, se detuvo y se giró hacia mi.

⎯⎯Y por cierto, ella sabe que estás bien y que estás aquí, me dijo que quería verte.

Gᥣᥲss Gᥲrdᥱᥒ ┋2ᥱᥙᥒbι ·˚ ༘:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora