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Piensa que eres tan criminal..

Moratones tanto en mis rodillas para ti..

No digas gracias o por favor,
hago lo que quiero cuando quiero..

Mi alma es tan cínica..

Bad Guy - Billie Eilish.














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- !Ve con cuidado! -Gritó mi jefe desde su pequeña oficina.

Le sonreí a medias levantando la mano agitandola, despidiéndome.

Repetí la misma vaina con mis compañeras y salí del negocio. Eran las dos y cinco, tenía que ir derechito hacia la BigHit. Llevé la lata de coca cola a mis labios y bebí, lo bueno de trabajar en un cafetin es que tenía a todas horas, un puto paraíso para mi.

Acomodé bien el dinero dentro del bolsillo de mi jean y comencé a caminar bajo el frío clima. Cerré mi chaqueta titubeando mis dientes, me sorprendía el frío tan arrecho que hacía algunas veces en Seúl pero esta vez tenía una razón, la mongólica navidad estaba a la vuelta de la esquina.

En ese momento, pasé al frente de una heladeria y me detuve en la vereda. Recordé que ante ayer le había dicho a uno de los pajuos que se había ganado un helado por haber dicho bien una palabra, a decir verdad, todos lo habían hecho bien.
Entré de inmediato y pagué el valor de siete tinitas.

Levanté la vista del mostrador donde estaban todos los sabores y me encontré de coñazo con una sonrisa tipo colgate de un asiático - porque no se si es chino, japonés, coreano. Todavía no diferencio a esta gente. - de cabello morocho.

- Buenos días, señorita. - Aun con su sonrisa, como era de esperarase me regaló una minúscula reverencia.

- Hola. - Le respondí para apartarle la vista y enfocarme en los sabores otra vez. No sabía que sabores les gustaban a los maricos aquellos, pero estaba decidida en llevarles a todos lo mismo. Triste si no se lo comen o no les guste. - Fresa y chocolate en los siete, por favor. - Le dí la factura que otro asiático me dió cuando cancelé en el cajero. Pero al chocar con unas rebanadas de cheescakes recordé a una minon morada. - !Ah! Y dame una revanada de cheescake también para llevar, voy a cancelar ahorita.

Me miró y asintió a la vez que tomó la factura, comenzó hacer los pedidos.
Fui al cajero otra vez pagando pero para lo que quería llevarle a Ariana, no me sentía cómoda regalandole a los siete cuando ella también era parte del grupo, aunque no le impartía clases.

Me quedé esperando paciente mientras el chamo servía los sabores en cada tinita para luego taparlas en un envase plastico.

- Aquí tienes. - Me pasó la bolsa donde estaba mis pedidos, junto a servilletas y cucharillas adentro.

- Gracias.

Salí de allí y volví a retomar mi camino hacia la agencia, pero al paso me detuve en otro lugar para comprarme una lata de coca cola. Es que se me había acabado la que tenía.

Caminé de forma tranquila, me quedaba algo lejos del negocio pero de igual forma llegaba justo a tiempo. Al llegar saqué mi teléfono para ver la hora, tres y cinco.

- Buenas trades. - Saludaba a todo el personal rápidamente, estos de igual forma me regresaban el saludo con apuro y cosas en sus brazos.

Entré al ascensor y marqué el piso.

La Catira De Kim Seokjin © √ K.SKJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora