La Catira De Kim Seokjin © √ K.SKJ

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Solo sigo la corriente
El mundo es diferente de ayer solo por tu alegría

Cuando me llamas soy tu flor
Como si hubiera estado esperando
Florecemos hasta que todo se enfríe
Tal vez esta es la manera del universo
Así es como es
Yo lo se , tu lo sabes
Tú y yo, yo soy tu

Tengo mucho miedo, tanto que mi corazòn late rápido
Porque el destino sigue teniendo celos de nosotros
Tengo tanto miedo como tú
Cuando me ves
Cuando me tocas
El universo se ha movido por nosotros sin perder ni una sola cosa
Porque nuestra felicidad ha sido planeada
Porque me amas
Y te amo..

Serenditipy - Park Jimin.

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Seokjin

Miré por unos segundos la esquina donde Andreina dobló. Tenía la urgencia de seguirla y decirle michas cosas que tenía atoradas en mi garganta, pero por otro lado había algo que me detenido y no sabía el porqué.

A la mierda.

Di unos pasos dispueto a ir con ella, pero inmediatamente Namjoon se puso al frente.

- Ni se te ocurra ir. - Me ordenó tocandome el pecho con su dedo indice.

- ¿Por qué no? - Lo miré con molestía.

- Porque te va a desfigurar la cara, debemos proteger nuestra imagen, eres el bendito visual de nosotros. - Declaró casi histérico, haciéndome reír. - Y si ella te quita la cabeza, todo estará jodido.

Encogí mis hombros. - Tomaré el riesgo.

- Jin..

- Yah, soy más alto que ella.

No dije nada más y salí corriendo, doblé la esquina y me detuve un momento; la vi a lo lejos caminando por la acera.
Empecé a correr otra vez mientras me quitaba el cabello de la vista, aún llovía y ya sentía mi ropa pesar en mi cuerpo.

- Andreina, esperame. - Llamé con la respiración agitada, caminaba detrás de ella ya que no se dignó a detenerse.

- Devuelvete por donde viniste y déjame en paz. - Ordenó sin parar de caminar.

Apreté mis labios, pasando mis manos por mi cabello mojado.

- ¿Él te gusta? - Pregunté en un momento de valentía, pero su respuesta me me daba miedo.

Finalmente se dió la vuelta con cierto gesto de irritación en su rostro.

- ¿De verdad quieres saber? - Indagó regresandose unos pasos hacia a mi. Yo asentí seguro y ella suspiró. - No me gusta.

Al instante la calidez de mi pecho volvió a mi. ¿Qué hubiera pasado si fuera otra respuesta? No lo sé, de seguro me iría corriendo como un maricon, llorando.

Sé como es ella, por eso nunca la presioné....o al menos, no tanto, puesto que le pedí que no tuviera tanto acercamiento a los chicos y hasta le confesé mis celos que a veces me atacaban, pero nada más eso. Creo que hubiera sigo una cagada que ella terminara con otro que apareció hace poco, teniendo un alboroto con una chica. Me hubiera desilusionado mucho.