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El olor fuerte y agudo a medicamentos llegó a mi nariz, obligándome a estornudar y a fruncir la nariz por la comesón. Siempre había detestado con el alma esos olores a hospital.

Rápidamente en cuenta de aquello y terminé por abrír los ojos encontrándome con el cuarto de un hospital.

- El webo de chavez. - Chillé cuando intenté levantar mi brazo, pero una punzada astral mis venas y tuve que desviar la vista de esa parte, porqué la mamagueva aguja estaba dentro de mi piel. - Que fino. -Agregué ironicamente. Tuve la nrcesidad de sorber la nariz con asco. De pana yo odiaba los hospitales.

Me senté con cuidado en la cama y me vi solita en el cuarto. ¿Qué coños debería de hacer? ¿Salír y llamar a alguien o quedarme quieta?
Me quedé con la segundo opción, pues me sentía jodidamente cansada y estaba segura que iba a terminar en el suelo.

Que pena, no puedo creer aue me había dado un yeyero en plena clase. Dios mio, primera vez en la vida que me sentía fatalmente apenada y primera vez que me desmayaba.
Mis pensamientos fueron interumpidos por el sonido de la puerta abrirse, desvie la vista para mirar ese lugar.

- ¿Andreina? - Sonrió Ariana asomando su cabeza, pero enseguida fue chupada hacia atrás para luego ver como los siete entraban al cuarto. - Que amables, no me dolio. - Agregó entrando yiendo mal al resto.

- ¿Qué hacen aquí? Deberían de estar en la agencia. - Los regañe viendolos desde la cama.

- ¿Y tu aquí sola? Olvidalo brujita, el CEO nos pidió que estuvieramos contigo para mantenerlo al tanto de todo. - Taehyung se cruzó de brazos.

Abrí mi boca soltando un bajito "oh".

- ¿Cómo te sientes? ¿No te duele nada? - Preguntó Seokjin arrodillandose a un lado, me permití ver sólamente sus labios rosados mientras mantenía ambos brazos sobre la cama, a mi lado.

- Destruida. - Sonreí sin ganas, al instante comencé a toser, tenía la garganta muy seca. Seokjin se alarmó y rápido estiró su mano dandome unas palmadas en la espalda. - Mierda, tengo la garganta muy seca.

- Bebe. - Hoseok me extendió una botella de agua que estaba en la mesita cerca de un mini closet. Lo tomé sonriendole a medias. - No me veas así, me harás llorar. - Hizo un puchero encogiendo sus hombros y yo reí.

- !¿Dó-Dónde esta mi bebé?! - Todos volteamos a ver la puerta tras oír el escandalo en el pasillo. A los segundos, Sungjae abrió la puerta de coñazo. - !¿Andreina?! !Mi bebé! - Entró rapidamente y miró incrédula a los muchachos. - A ver, a ver, aquí hay mucho hombre. - Dijo mientras hacia volar a Suga y a Namjoon de un empujó de culo para quedarse casi encima de Seokjin sólo para abrazarme. - !Mi bebé! - Chilló sobando mi espalda.

- Mamá, por favor. - Pedí intentando controlar mis impulsos de apartarla. No quería ser odiosa o grosera con ella, pero es que me nacia ser así.

- Ay hija, estaba tan preocupada. - Dijo mientras que una mano acunaba mi cara y con la otra la pasaba por mi frente moviendo algunos mechones.

- ¿Mi papá sabe?

- ¿Cómo qué sabe? Obvio, está hablando con el Doctor y Baesoon fue a comprar algunas cosas y venía. - Suspiró, luego chasqueó la lengua arrecha. - Yo sabía que esa cosa de las clases era demasiado, ¿qué se creé ese viejo? Pareces una esclava trabajando a cada hora. - Se quejó.

- Señora..- Namjoon levantó la mano intentando llamar la atención.

- Ya demasiado tenías con ellos, ¿por qué aceptaste ese contrato? - Pusó ambas manos en su cintura.

Me reí por lo bajo al ver que los muchachos estaban detras de ella, viendola como si fuera una vaina del otro mundo.

- No fue culpa de ellos, fue mia. - Aclaré enseguida antes de que siguiera a ligas mayores, no quería que le echara la culpa a ellos porqué todo esto era por mi culpa.

La Catira De Kim Seokjin © √ K.SKJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora