Momentos incomodos en la biblioteca

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Hermione seguía molesta por lo de su amigo. Ella siempre había sido la mejor de Gryffindor en pociones. Y Draco Malfoy el mejor de Slytherin, ¿como era posible que no hubieran ganado ellos?  aunque ella siempre había pensado que Draco era bueno  por la preferencia que Snape tenía sobre su ahijado, pero  mismo le había dicho  en la clase que las pociones eran lo suyo.

En fin, no era que no le gustara que su amigo hubiera hecho algo bien. El problema era que ella sabía que Harry había hecho trampa. Como? No lo sabía, pero estaba segura que lo había hecho.

Ella era leal hasta con los estudios. Creía que todo en el mundo necesitaba esfuerzo, y si uno ganaba algo, tenía que ser legalmente.

No tenía ganas de almorzar así que iba hacia la biblioteca, iba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta que iba a chocar con alguien, hasta que sintió un cuerpo duro frente a ella.

- Granger, cuidado. Gruñó la voz de Draco con odio.

- Malfoy. Dijo ella de la misma manera. No estoy de humor así que si me
Vas a insultar hazlo de una vez así me largo.

- que amargada estás! Deberías decirle a tu amigo comadreja que te dé una buena dosis de cariñito.  Al oír esto la chica se sonrojo, casi llegando al tono color rojo del escudo de su casa.

- que te pasa, deja de meterte conmigo! Gritó  esta recuperando su color.

- ¿que? ¿No tienes vida sentimental rata? El la miraba serio sin expresión alguna.

- veo que has recuperado tu mismo espíritu odioso y venenoso de siempre Hurón saltarin.

Al oír eso sus ojos se oscurecieron, no le gustaba para nada el apodo que le había puesto la comadreja Weasley. Se acercó peligrosamente a ella que  tuvo que retroceder varios pasos.

- No me interesa tu vida, contigo no me metería, jamás Primero besaria una tentacula venenosa que a ti.
Dijo con voz burlona. - no me apeteces para nada Granger.

- Créeme que si quisiera estar con un chico, tú fueras la última opción. Es más habría la posibilidad de estar primero con un troll que contigo. No te creas, no todas las chicas de aquí caen a tus pies.

A Draco nadie le hería su orgullo.

- ¿estás segura que no Granger?
Dijo acercándose más a la chica que retrocedió pegándose contra la pared.

- no es que te interese, pero quién está conmigo no me olvida nunca. ¿Quieres apostar?  rozó su fina nariz cerca del cuello de Hermione, la cual mantuvo la respiración. Pudo oler el perfume del chico y sentir su aliento a menta fresca, tragó saliva con dificultad. Pero recuperó luego la compostura, no  iba a permitir que el rubio se diera cuenta que la había descolocado.

- ni loca estaría contigo Malfoy, ni en mil años. Y lo empujó para salir del rincón y  salió de ahí corriendo.
El chico la miro alejarse con una sonrisa en los labios.

¿Qué Demonios fue eso? Le había gustado ver cómo la chica perdía la razón por un instante? ¿Le había gustado la forma en que la acoso? ¿Le había gustado el olor a Jazmín del perfume de ella? ¡Eso no podía ser!

Salió de la biblioteca tan rápido como la chica se había ido. Y se dirigió al baño sin usar de primer piso.

Draco Malfoy, era un joven muy orgulloso, lo que queria lo conseguía a toda costa. Nunca habia recibido un rechazo. Y menos de una chica, aunque esta haya sido una sangre sucia. Podría el intentar jugar un juego que no lo llevaría a nada bueno, solo para hacerle saber a esa chica que nadie podía con él, ni siquiera ella.

El león y la serpiente- Primera Parte. TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora