La sala de los menesteres.

984 58 3
                                    

Estaba furioso, No había podido dormir la noche anterior nuevamente, y no había podido reparar el armario evanescente. Tenía que poner más empeño en eso.

Su tía Bellatrix lo había regañado en una carta que le mandó.
Le dijo que por órdenes del señor tenebroso tenía otra cosa que hacer, el no podía creer lo que le estaban pidiendo no sabía si sería capaz.

Pero tenía que hacerlo o su madre pagaría las consecuencias de su desobediencia, según lo que le había dicho Bellatrix.

Se levantó de su cama y salió sigiloso para que nadie lo viera salir de la sala común caminó hacia el pasillo que lo llevaba a la sala de los menesteres. Visualizo la habitación y apareció la puerta por la cual entro.

*********************

Hermione estaba viendo el mapa del merodeador en el instante en el que Draco desaparecía. Cómo es posible, si dentro de los terrenos de Howgarts no se podía desaparecer nadie?
Estaba pensando cómo era eso posible pensando a donde podría haber ido el Rubio.

- que haces Herms? Pregunto Ginny curiosa viendo a su amiga envuelta en sus pensamientos.

- nada Ginny. No podía revelarle a nadie ni si quiera a su amiga que estaba vigilando a Draco Malfoy.

- a mí tratas de engañarme Herms? Te recuerdo que vivo con dos gemelos a los cuales reconocí cada vez que ocultaban algo. Dijo la chica levantando la ceja.

- es que... No puedo decirte Ginn es algo que me pidió Harry.

- tiene que ver con tu Hurón?
Por qué siempre tenía que saber ella las cosas? Cómo lo hacía?

-  Ehhh umm si Ginny, algo de Draco Malfoy y  es por hacerle un favor a Harry.

- y que es que te tiene tan ocupada?

- lo tengo que vigilar  Harry me pidió que no le apartara el ojo, quiere averiguar qué es lo que se trae entre manos.

- y no te da miedo que te descubra? Digo podría enojarse si se da cuenta que lo sigues.

- pues no lo sé ni siquiera sé qué somos él y yo, no tenemos ninguna relación el dijo que sólo es para divertirse un poco.

- pues entonces velo solo como diversión Herms así no corres el riesgo de enamorarte y sentirte mal si algo pasa. Dijo la chica encogiéndose de hombros.

- tienes razón Ginn, no puedo correr el riesgo ahora te dejo, creo que se donde puede estar. Y se levantó para ir hacia donde estaba él.

*****************

Era la tercera vez que enviaba una de esas avecillas y la tercera vez que no volvía. Qué estaba haciendo mal?
Debía darse prisa debía repararlo ya
estaba enojado, frustrado, su vida dependía de ello. Qué iba a hacer si no lograba hacer lo que él señor tenebroso le pidió? Su vida en realidad no le importaba, que podía perder él en ese momento si su vida había estado llena de lujos pero vacía al mismo tiempo?

Tenía el alma vacía también pero la vida de su Madre si valía la pena. Haría todo lo que fuera por ella, no le importó cuando su tía Bellatrix lo obligó a formar parte de ellos pues desde más pequeño sabía que eso no lo iba a poder evitar, había nacido con ese sello. Su padre se vanagloriaba de ello, prácticamente lo había entrenado para eso y  a sus cortos 16 años lo estaban ofreciendo como cerdo al matadero, pero si no podría salvarse él al menos salvaría a su madre  nada más le importaba.
Aunque todos lo vieran como el Rey de Slytherin el sólo se veía como un peón para el sacrificio del Rey.

Lo que no entendía era por qué habían cambiado los planes.
Su misión era otra, tenía que reparar el armario Evanescente, no matar a Albus Dumbledore.
Eso lo aterraba.

El león y la serpiente- Primera Parte. TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora