Corazón roto

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Hermione estaba enfadada, pues no entendía que pasaba con Draco. Quería ir a verlo a la enfermería pero a la vez no se atrevía, no sabía que le diría ella y que le diría él.

Necesitaba el consejo de su mejor amiga.

- Ginny... Podría... Podríamos hablar?

- por supuesto Herms, dime qué pasa?

Ella dudó por un momento pero habló.

- Crees que sea correcto ir a verlo?

- Al idiota de Malfoy? Creo que sí... Necesitas que te diga que pasó. He oído lo que dicen en los corredores de cómo te humilló, y lo que cuenta Ron, de cómo lo atacaste sin una gota de compasión.

- Bueno, estaba furiosa, aún lo estoy, pero quiero saber por qué, por qué actuó así, de esa manera.

- pues ve

- tú crees?

- por supuesto que sí! Él no vendrá a explicártelo sabes cómo es de orgulloso.

Ginny tenía razón, si quería respuestas debía buscarlas ella misma.

- Iré.... Ahora mismo
Estaba decidida a ir a hablar con él.

Se levantó, tomo su bufanda y su suéter y salió rápidamente de la sala común.

Caminó apresuradamente hasta la enfermería, mientras más rápido mejor pensaba ella.
Cuando llegó, la señora Pomfrey estaba atendiendo a un muchacho de tercero que tenía piernas de gelatina.

Espero paciente a que ella le dejara pasar.
Cuando hubo terminado con el chico la señora Pomfrey se dirigió a Hermione.

- Dime querida?
Hermione estaba nerviosa

- emmm este... Yo que ría ver si podría... Entrar a ver a... Al joven Malfoy.

La señora le sonrió amablemente.

- Me imagino que vienes a disculparte cierto?

- Si por supuesto... Le sonrió a la enfermera.

- Adelante, creo que está despierto.

- Gracias...
La chica caminó hasta donde le indicó la señora. Y sin tocar la puerta entró.

Él estaba acostado con los ojos cerrados. Pensaba en ella. Su Hermione.
Al oír que alguien entraba pensó que era uno de sus amigos.

- Que quieres Blaise?

La chica carraspeó y entonces el abrió los ojos y se enfocó en ella.

- Malfoy...

Y ahora que hacía? Cómo la tenía que tratar? La segiria tratando como los últimos días? O seguiría con su fingida actuación de desprecio hacia ella?

Que debía hacer? La amaba claro que sí.
Pero la amaba tanto que no permitiría que su vida de Mortifago la arrastrara también a ella. Así que no le quedó opción.

- Que quieres Granger.

Ella dudo un momento.

- quería... Quería ver cómo estabas.

-  estaba bien antes de que vinieras...

- Tienes que ser así de pesado conmigo?

- y como quieres que sea?

- pues yo... Solo quería decirte que lo lamento, por... Por haberte lastimado.
La voz de la chica temblaba un poco.

- No necesito tu compasión Rata! Vete quieres!

El león y la serpiente- Primera Parte. TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora