El león y la serpiente- Primera Parte. TENTACIÓN

Siguiendo sus pasos

Era sábado, los alumnos estaban disfrutando de sus actividades favoritas, caminar a las orillas del lago negro, ir a  ver y a provocar al sauce boxeador, pasar el día comiendo, y algunos en la biblioteca, o tomando el sol, otros jugaban al Quidditch. Ya eran los últimos días de sol porque pronto llegaría el invierno.

Harry, Ron y Ginny habían bajado al campo de Quidditch tenían entreno por que su primer partido era contra los de Slytherin y no se podían dar el lujo de perder.

Hermione como siempre, se había encaminado hacia la biblioteca ella no sabía jugar al Quidditch así que buscaba adelantar sus tareas.

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Zabini y Nott estaban esperando a que Draco bajara de su dormitorio.

- Oye Dracki, estaremos en el campo de Quidditch si qui... El rubio lo interrumpió

- no soy Dracki, soy Draco Blaise. A caso te gustaría que yo te dijera Blaisito, o Blaisi, o que sé yo?

El moreno puso cara de enamorado
- Hay sabes que me encantaría, que me llamaras así de forma cariñosa, ese ha sido mi sueño siempre. Dijo Fingiendo la voz y pestañeando varias veces.

- no seas imbécil Blaise. Repuso ya que Theo empezaba a reírse y no le gustaba que se burlaran de él.

- En fin, par de enamorados, te decía Blaise que estaremos en el campo de Quidditch. Cuando termines de hacer eso que tú sabes, si quieres nos alcanzas allá. Añadió  el castaño bajando la voz.

- si, está bien, vayan al entreno. Yo llegaré en un rato. Dijo el rubio saliendo de la sala común.

Tenía que ir a la sala de los menesteres. Aprovecharía que era sábado ya que todos estaban afuera distraídos en sus cosas y no habría nadie que lo interrumpiera.
Cuando llegó al séptimo piso, cruzo al pasillo y se colocó frente a la pared cerro los ojos concentrado en lo que él necesitaba. Pronto una puerta se materializó frente a sus ojos. Y el viendo que no hubiera nadie cerca entró a la habitación.

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Hermione estaba en la biblioteca buscando información para hacer su tarea de runas antiguas. Los chicos estaban en entreno y ya había pasado como dos horas desde que se habían despedido así que iría a buscarlos al campo de Quidditch.
Recogió todos los libros que había tomado y camino hacia una de las altas estanterías para colocarlos.

- ¡Granger! Le susurró alguien en el oído, la chica se estremeció y sus bellos de la nuca se erizaron.

- ¿comiendo papel? ¿No te has llenado al desayuno?  Añadió la voz arrastrando las palabras.
La chica se dio la vuelta al reconocer la voz de Rubio, chocando de frente con su mirada intensa y penetrante. Esos ojos grises tan hermosos la dejaron anonadada por un instante.

- ¿Malfoy, que haces aquí? ¿No tenías entreno hoy? Preguntó apartando la mirada de los ojos del chico.

- que bien informada estás de mi vida he, Granger. Refutó este levantando una ceja.

- no es que me interese tu asquerosa vida Malfoy Vi a tus amiguitos yengo hacia el campo. Repuso ella con desdén.

- ¿y eso que no estás con tu poty, y con la comadreja? ¿Ya te aburrieron? No son tan interesantes verdad... Dijo el rubio riendo de lado.

- que te importa Malfoy, ¿no tienes cosas importantes que hacer más que joderme la vida? El chico la miro serio

- claro que si, tengo cosas importantes que hacer pero ya las hice así que me vine a divertir sabía que te encontraría aquí. Draco se encogió de hombros restándole importancia a lo que ella decía.