El león y la serpiente- Primera Parte. TENTACIÓN

Encuentro Nocturno

AVISO: este capítulo tiene  un poco de contenido  Lemon si leen que sea bajo su propia responsabilidad y gusto jeje.
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Draco ya estaba más tranquilo, la había podido ver aunque sea por un momento. Aún seguía sintiéndose mal por haberla atacado.

Cuando salió vio que ni Blaise ni Theo estaban en la enfermería. La señora Pomfrey estaba en su despacho así que salió silencioso de ahí. Se dirigió a su sala común. Estaba satisfecho por verificar que ella estaba bien. Pero aún así se sentía preocupado y no era precisamente por ella. Tenía que poner en marcha su plan, no podía desviarse de su misión.  Esa noche trabajaría en ello.

Cuando llegó a la sala común estaba desierta todos estaban ya en sus dormitorios. No quiso ir a despertar a sus amigos así que subió a su habitación. Su padre se las había arreglado en primer curso para que a él le instalaran en una habitación propia sin tener que compartir.

Abrió la puerta y se sentó en su cama, estaba cansado, pero tenía que hacerlo.
De pronto sintió unas manos aferrándose a su pecho, reconoció su olor al instante

- ¿Que demonios haces en mi habitación Parkinson? Dijo este de manera irritada

La chica no respondió, solo se limitó a acercarse al rubio y besarlo en el cuello, sin dejar de acariciar su pecho firme.

El chico cerró sus ojos, estaba exasperado y aburrido de ella, acto seguido se quitó del agarre de la chica que estaba a gatas sobre su cama. Ella le lanzó una mirada de reproche.

- ¿Draco mi amor, puedes decirme que te pasa? Ella se sentó en el borde de la cama arreglando su cabellera negra.

- ¡No tengo nada Parkinson, déjame solo necesito pensar! El chico se pasó las manos por el cabello rubio.

- ¿Es la sangre sucia? ¿Por eso es que me estás rechazando Draco? Ella estaba enojada antes nunca la había rechazado cuando  había entrado a su dormitorio buscando del placer de estar con el rubio.

- ¡Eso a ti no te importa y  sinceramente no tengo porqué  explicarte nada!  Ya se estaba fastidiando.

La chica se levantó de la cama y caminó hacia donde estaba Draco. Este se había separado de ella y había caminado hacia su armario buscando algo. Pero en realidad estaba tratando de huir de ella.

- Sabes que nunca me ha importado que te enrredes con otras chicas mi amor, porque a pesar de estar con otras siempre estás disponible para mí. Yo siempre seré la oficial. Pero ahora estás raro me rechazas, y quiero saber por qué, tengo la sospecha que es por ella Draco, se que algo pasa con la sangre sucia y créeme si así es, voy a asegurarme de que sufra mucho antes de morir...

La chica estaba realmente molesta y quería que Draco le admitiera la verdad.

- ¿Estás?.Estás amenazándome  a mí Parkinson? ¿Se te olvida quién eres y quién soy yo? ¡A mí nadie me dice que hacer y menos tú!  Así que lárgate de mi habitación y déjame ¡EN PAZ!  Gritó Draco casi sacando chispas por los ojos grises dilatados por la rabia  y sujetándola por los brazos, empujándola hacia la puerta.

Había perdido el control pero estaba harto de ella.

- ¡Fuera de aquí largo! Ah y otra cosa Parkinson NO soy tu amor, la pasamos bien y todo pero ya me harté de tí.  Esto último lo dijo con su característica voz suave pero que denotaba odio.

La chica salió de ahí con los ojos rojos, estaba punto de llorar. El chico solo escucho un sollozo y no la vio más.

Pasó sus manos por su cabello rubio como hacia cada vez que estaba desesperado, frustrado o en este caso furioso. ¿Cómo demonios estaba Pansy tan segura que entre Granger y él había algo? ¿Había sido muy descuidado?
Esa información en manos de Pansy era muy peligrosa.
De pronto tuvo un pensamiento aterrador. ¿Y si había sido Parkinson la  que causó que los planes cambiarán?
¡No! ¡No podía ser! Tenía que averiguarlo.