Secretos

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El día de la excursión  a Hogsmeade se acercaba y él tenía que hacer lo que Bellatrix le había ordenado en su carta. No podía fallar. Era su madre o era Dumbledore. Había pensado como hacerlo, había tenido ideas, pero nada concluyente. Tenía que moverse rápido y poner  en marcha el plan que había decidido ejecutar.  No podría retrasarse más si no pagaría las consecuencias ella, la mujer a la que amaba con todo lo que le quedaba de alma, su madre. 

Pero últimamente su mente estaba en unos ojos color miel avellana.  Qué le estaba pasando? Él no era así, porque no podía dejar de pensar el ella?
Tenía que decidir de una vez si enfocarse sólo en su misión o buscar a la chica Gryffindor.

- Oye Draquito amigo mío, llegó esto para ti. Es un paquete.  Zabini traía en sus manos un paquete envuelto en papel de regalo.

- dámelo, no hay que dejar que nadie lo vea. El rubio tomó el paquete y lo guardo en el fondo de su baúl.

- es eso que compraste en el callejón Knockturn, en Borg..... El rubio lo interrumpió antes de que terminara de hablar y  se le quedó mirando con rabia.

- si quieres ve y lo públicas en el tablón de anuncios Blaise. Dijo irritado. - quieres que mi plan fracase acaso?

- lo siento Drack, igual no hay nadie ya se fueron a desayunar ah y Pansy dijo que quería hablar contigo. El rubio hizo cara de fastidio.

- primero, no soy Drack, soy Draco. Segundo no tengo tiempo para las estupideces de Parkinson,  sabe que entre Granger y yo hay algo, eso realmente me preocupa. El  rubio miró a Zabini dejando ver su desagrado cuando hablaba de esa chica.

- primero, yo te digo así de cariño te guste o no, así  demuestro mi amor hacia ti.  Dijo imitando vocecilla de chica con las manos en la cintura y contoneándose 
-segundo, tan atarantado te trae la leoncita como para no querer saber nada de Pansy, y tercero no hagas caso a Pansy, lo hace para llamar tú atención?  Zabini lo miraba con una cara  impasible.

- por qué dices eso estúpido, nadie me trae nada. Pero el rostro de Draco cambio a un gesto más relajado y un poco ¿sonrojado?

- vamos Draco, dime la verdad ¿estás colgado de ella verdad? De la Leoncita Gryffindor.

- el que va a resultar colgado y sin pantalones en el gran comedor  eres tu si no dejas de fastidiar.  Ya el rubio estaba  molesto y lo amenazó sacando su varita.

- vale vale! No tengo la mas mínima gana de que me vean colgado patas arriba y con mis cositas expuestas. Repuso el moreno poniendo sus manos sobre sus partes.

Bajaron al gran comedor, ese día era viernes y ya la mayoría de los alumnos estaban cansados muchos de sexto curso tenías demasiados deberes y debían estudiar para los exámenes. Lo que más les estaba costando eran los hechizos no verbales que debían practicar.

Había un par de chicos a los que no les costaba realmente en lo absoluto conjurar sin la varita entre ellos estaba Harry, Hermione y Draco Malfoy.

Draco se sentó junto Theo que ya estaba  desayunando. Blaise se sentó junto al Rubio. De inmediato una chica pelinegra se acercó y se hizo espacio entre Blaise y Draco.

- ¿cómo estás Draco? La chica lo miraba tímidamente. Ella había estado enamorada de él desde primer año. El  nunca sintió más que cariño hacia la chica.

- ¿que quieres Astoria? ¿Vas a venir a preparar el terreno para Parkinson?  El rubio sabía que la había mandado Pansy ya que era mejor amiga de su hermana Dhapne.

- no, solo quería saber cómo estás, últimamente estas muy ausente y sales corriendo de las clases, no nos esperas, te pierdes.

- no es de tu incumbencia Greengrass. Tengo... Cosas que hacer. Así que no puedo darme el lujo de perder el tiempo como ustedes.
El chico en realidad salía corriendo al terminar cada clase para ver si pillaba a la chica Castaña de Gryffindor.

El león y la serpiente- Primera Parte. TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora