Capítulo 15: Narrado por Sam.

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En el momento que divisé la figura del hombre que es mi padre, mi corazón dio un vuelco doloroso y no pude evitar correr a abrazarlo bajo la atenta mirada de la mujer llamada Sherry. Daryl Dixon no tardo en abrazarme con fuerza mientras yo comenzaba a derrumbarme en pedazos. Tenía varios días sin verlo, desde aquel día que me bañaron con una manguera de bomberos, pero ese día lo había visto a la distancia y había sido consciente de su desastroso aspecto.

Alce la mirada para escrutarlo, para ver como se encontraba su aspecto; sus ojos estaban apagados con unas marcadas ojeras, su aspecto era pálido, parecía que lo días que habían pasado allí hubiera echo mella en él, de tal modo que parecía haber envejecido unos años, los ojos de mi padre se mostraban cansados pero brillaban de preocupación al observarme.

No sé que aspecto tengo, pero en los ojos de mi padre puedo ver que no es uno bueno. Me pregunté que mal me veía pero no era una duda que quisiera resolver, no en este momento.

La presa que mantenía encerradas mis emociones se rompió, haciendo que lágrimas salieran de mis ojos, el calor paternal de mi padre me hacía recordar a Glenn y Abraham.

Mi padre tenía el rostro desfigurado en una mueca que no supe a que se debía.

-Fue mi culpa. - su voz áspera apenas sonó en un susurro. - Gleen murió por mi culpa.

Escucharlo culparse me hace sentir mal, al saber que se echa la culpa cuando no es suya, cuando el único culpable es Negan.

Otra razón más para odiar a Negan.

El recuerdo de el asesinato de Glenn viene a mi mente y si, mi padre provocó a Negan al golpearlo pero no es su culpa que Negan se descargara contra el esposo de Maggie.

-No fue tu culpa. - susurré segura de ello. - No fue culpa de nadie más que Negan y su estúpida gente.

Mi padre me abrazó con fuerza aferrándose a mis palabras.

-Saldremos de esta. - murmuro dándole apoyo a él pero también a mí misma, tratando de convencer me que así será.

-Samanta. - la voz de la mujer que me ha hecho el gran favor de ver a mi padre, me llama. - Debo llevarte a tu celda.

Me separé de mi padre con pesar, sin saber en cuanto tiempo lo volveré a ver de nuevo.

-Cuidate. - dice mi padre y yo le sonrió.

-Estaré bien.

Me encaminó hacia la puerta donde se encuentre Sherry con un gesto claramente alerta, vigilando que nadie nos viera. En silencio me guía hacia la que es mi celda y una vez que estoy dentro se prepara para irse, por lo que la detengo sosteniéndola del brazo.

-¿Por qué? - pregunté sabiendo que ella me entenderá, sabrá que me refiero que por qué dejó que viera a mi padre. - ¿Culpa por lo que hizo Dwigth? Porqué si es eso, dejame aclararte algo, no tengo nada contra ti, con Dwigth es otra cosa, pero si es lastima voy a decirte que odio que alguien me muestre eso.

La mujer sonríe, haciendo que frunza el ceño, ¿acaso me está tomando el pelo?, si es así, creo que tendrá unos cuantos problemas.

-Lo hago porqué me pareces buena persona. - habla y parece sincera. - No mereces estar aquí, ni nada por lo que estás pasando.

Me quedo atónita antes sus palabras.

-Eres parte de los salvadores - comienzo a decir con brusco ademanes de manos. - Porqué querrías ayudarme de algún modo.

La mujer sonríe triste.

-Porqué a diferencia de muchos, yo estoy aquí sin querer ser parte de ellos. - casi pude escuchar un: porqué no tuve opción. Pero no pude preguntar nada porqué la mujer se fue cerrando la puerta con delicadeza.

Lucha Incansable(LCDH2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora