Lucha Incansable(LCDH2)

Capítulo 26

Despierto debido a los ruidos que hay dentro de la casa. A mi lado, Sam se encuentra plácidamente dormida con su cabeza recostada en mi brazo. Se ve tan tranquila en este momento, sin preocupaciones ni emociones que la mortifiquen. Me quedo un rato observándola detenidamente, mientras me pregunto qué diría si le confesara mis planes.

Sin embargo, aún no es tiempo, no con Beth en un estado delicado y con todo el desastre en Alexandría. Luego de unos minutos me levanto de la cama y abandono la habitación rumbo a la cocina, con la fe de encontrar algo caliente para comenzar el día.

En cuanto bajo las escaleras, mi padre se dentra a la casa con expresión cansada, su rostro denota preocupación, hay ojeras bajos sus ojos, los cuales están apagados. Parece que no ha dormido nada, tras pasar toda la noche con Beth.

Sus ojos azules me miran, entonces su mirada parece recuperar algo de brillo.

-Carl. - me saluda con asentamiento de cabeza.

Luego se dirige a la cocina a paso lento.

-¿Cómo está Beth? - pregunto siguiéndole, después de todo, yo también iba hacia allí.

-No ha despertado aún. - me responde con tristeza. - Pero el doctor dice que pronto lo hará.

Asiento ante su respuesta, y un silencio nos invade mientras buscamos algo de comer.

Minutos más tarde y tras desayunar, ambos decidimos caminar un rato por el pueblo.

-Papá ¿Si no fueras el líder, apoyarías esta guerra contra los Salvadores? - le pregunto mirándolo directamente.

Mi padre, que desde hace un rato tenía la mirada pérdida mientras parecía pensar, me mira frunciendo el ceño.

-¿A qué se debe esa pregunta? - interroga deteniendo sus pasos, por lo que yo también me detengo.

Coloco mis manos en mi cadera, contarle a mi padre sobre lo que deseo hacer, es algo que arruinaría mis planes. No puedo contarle nada a mi padre, antes de hablar con Sam.

-Solo es que pienso en mamá, en que tal vez ella no estuviera de acuerdo con todo esto. - digo una verdad a medias, pensar en mi madre a hecho que llegue a la conclusión de que no quiero ser parte de una lucha entre los vivos.

Los ojos de mi padre muestran nostalgia cuando menciono a mamá. Sé que él ama a Beth, pero tal vez el recuerdo de Lory Grimes aún es muy doloroso para mi progenitor.

-A tu madre no le gustaría esto. - me dice imitando mi posición, es decir colocando sus manos en su cadera. Ese gesto me hace pensar en cuán parecidos somos. - Pero si ella hubiera vivido lo que nosotros, entendería que esto es necesario, que debemos hacerlo.

Quizá sea cierto, tal vez mi madre estaría de acuerdo en luchar para defendernos, pero ¿Si hubiera otra forma? ¿Si esta guerra no fuera necesaria? ¿Si todos pudiéramos convivir juntos, para así evitar que mueran más personas? Ojalá supiera cuál sería esa forma para evitar que más mueran.

-Si existiera otra forma, una que no tengan que luchar contra los Salvadores, una en la que no mueran personas ¿Lo harías?. - pregunto y mi padre parece pensar en la pregunta.

Un vecino pasa cerca de nosotros refunfuñando, tal vez discutió con alguien. Lo veo alejarse mientras mi padre se toma un tiempo para responder.

-No existe otra forma, Carl. - dice rompiendo el silencio que se había formado. - No quiero esto, una guerra, porque mucha gente de la nuestra morirá, no quiero perder a nadie más. Esta comunidad, - extiende sus brazos señalando toda Alexandría, luego los baja de nuevo - Depende de mí, desde que Deanna murió, soy su líder, debo proteger a cada uno de ellos, y los Salvadores son una amenaza muy grande para ellos. Debo protegerlos, debo luchar con los Salvadores, porque ser líder implica tomar decisiones difíciles, a veces tienes que hacer cosas que no te agradan por el bien común. Espero que lo entiendas Carl, porque algún día, cuando yo ya no esté, espero que seas tú el líder.