Capitulo 12

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"La venganza"

Capítulo 12

-Eh...- dudó por menos de un segundo, pero rápidamente su cara volvió a endurecerse- Sólo yo puedo tener el placer de hacerte daño...- se acercó a mí peligrosamente y me tomó por el menton, haciendo que levantara la cabeza hasta quedar justo en frente de él, a centímetros de sus labios, respirando su aliento- sólo yo... ¿entendido?- me dijo con voz grave, mirándome a los ojos son los suyos, dos miel profundos que en esos momentos eran de fuego miel- ¿Entendido?- me repitió la pregunta con voz amenazante.

-S-sí...

-Bien...- de improviso me besó. Era un beso que marcaba territorio, fuerte. De un momento a otro tenía su lengua explorando, casi violando, cada rincón de mi boca. Por primera vez sentí la necesidad de corresponderle, dándole a entender que yo no era tan fácil de controlar y manipular, así que eso hice. Mi lengua encontró la suya y ambas iniciaron una danza salvaje y primitiva, estaban en guerra, peleando por territorio en mi boca. Su saliva pasaba de mi boca a la suya y la mía a la de él. Sabía bien, era una mezcla de menta, alcohol y algo de... ¿chocolate? Sí, chocolate. Dulce.

De improviso su lengua se retiró de mi boca, dejándome desconcertada, pero luego Justin mordió mis labios con pasión, a lo que, involuntariamente, respondí con un gemido. El sonrió un poco antes de bajar con un camino de besos por mi cuello, haciendo que los moratones dolieran, aunque sólo un poco, porque estaba calentándome muchísimo con unos besos.

Separó sus labios de mi cuello para llevar su boca hacia un punto detrás de mi oreja y lo lamió suavemente, como un gato. Respondí con un ronroneo y giré un poco mi cabeza para darle más acceso. Justin lamió el lóbulo de mi oreja antes de volver a atacar ése punto tan sensible en donde la cabeza se juntaba con mi cuello. Mientras seguía jugando con mi cuello comenzó a estimular mi clitoris. Lo rozó con uno de sus dedos, haciéndome jadear en su oído. Bruscamente presiono su dedo, haciendo círculos. Moví mis caderas al compás de su mano para lograr más contacto, a lo que él respondió con una sonrisa pícara. Subió al sofá donde yo estaba recostada y volvió a besarme, sin dejar de tocarme y acariciarme. Le correspondí y en un impulso de valentía subí mis manos hasta su cuerpo y las metí por debajo de su camiseta. Me deleité con la dura textura de sus abdominales definidos y marcados. Comencé a acariciar su torso mientras él seguía entretenido con mis labios y mi clitoris. De repente quito su dedo de alli abajo y se separó de mis labios para mirarme con una cara rara.

-Si pasamos de aquí, ya no podré parar aún si me lo pides...

-No importa- volví a tomar su boca apasionadamente y tomé el borde de su camiseta, dejando claras mis intenciones. Nos separamos unos momentos para que pudiera quitarle la ropa y quedó completamente desnudo sobre mí. Su gran erección rozaba mi vientre, exitándome aún más. Cuando descendió sus caderas para hacer presión con su polla sobre mi vientre suspiré de gusto.

Volvió a besarme mientras que con sus dedos tanteaba mi entrada, dándome algo de miedo al recordar lo que me había hecho.

Me abrio la piernas sin previo aviso. Lamió desde mi clitoris hasta mi entrada, dejándola bastante mojada y también limpiando un poco la sangre y el semen secos que quedaban en ella. Separó mis labios vaginales con sus dedos ajiles y comenzó a lamer entre ellas, desde mi clitoris hasta nuevamente mi entrada, pasando por un punto erógeno muy sensible que me hizo retorcerme y suspirar, incluso hasta jadear y decir su nombre.

Cuando me lubricó por completa me dijo:

-Lo haré despacio para no reabrir las heridas, ¿sí?

-Sólo házlo- le supliqué con la voz llena de deseo, estaba realmente exitada.

Observe como se situaba adelante de mi y me tomó de las caderas. La punta de su polla presionaba levemente en mi entrada, sin penetrarme todavía. No pude aguantarlo más y me movi un poco hacia delante, autopenetrándome. Mi entrada estaba muy dilatada por la exitación y además estaba muy lubricada por la saliva de Justin, así que su pene entró en mí con facilidad. Lo escuché jadear de sorpresa, no se esperaba que yo tomara la iniciativa.

-M... muévete- le dije con un suspiro de exitación.

-Mmm... s-sigues muy ap-pretada...- me dijo mientras se movía en mi interior suavemente.

Pequeños gemiditos escapaban de mi boca con cada dulce embestida, dentro, fuera, mete, saca...

Justin comenzó a tomar un ritmo algo más fuerte que el que llevaba hasta el momento.

Ronroneé por lo bajo. Cuando me penetró aún más duro sentí como algunas de las heridas se abrían nuevamente, haciéndome soltar algunas lágrimas de dolor que llegaron al sofá y quedaron marcadas en él.

-¿Estoy lastimándote?- me preguntó con un poco de temor.

-N-no... bueno... s... sí, pero sigue...- le rogué.

Se alzó un poco más, cambiando un poco la posición, para golpear con la cabeza de su polla ése punto tan dulce y sensible en mí. Para aumentar el placer, con uno de sus dedos empezo hacer circulos en mi clitoris. Mmm, delicioso.

-Ah... no pares- fue todo lo que salió de mi boca cuando alcanzancé un fuerte clímax.

-_____- gimio mi nombre cuando se corrió en mi interior- eres tan buena en esto- dijo cuando su orgasmo lo dejó respirar. Se inclinó hacia adelante y recargó su cara en mis pechos, lo cual comenzó a jugar con mis pezones, mordio un poco el derecho, mientras que el izquierdo lo masajeaba, despues de que dejo duro mi pezon derecho, imito el mismo proceso con el izquierdo. Despues de hacer esta accion me dio un guiño de ojo y se rescoto encima de estos, como una almohada.

Cuando mi mente volvió a su sitio, me horroricé al pensar lo que había hecho, ¿acababa de tener sexo con mi violador?

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La Venganza (Justin&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora