Capitulo 8

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"La venganza"

Capítulo 8

Pulsó el, ya temido por mí, botón de "Fallido" y apareció mi castigo.

Leímos en voz alta al unísono:

-Dice: "Has un striptease para tu pareja"- al acabar de leerlo nos miramos el uno al otro, yo con horror y él con diversión y exitación.

Gemí por lo bajo con frustración. No, no y no. No iba a desnudarme en frente de Justin con mis propias manos y menos moviéndome de forma erótica.

-Vamos, _____, ¿a qué le tienes miedo?- me preguntó con diversión.

-A ti- le respondí secamente.

-¿A... a mí?, ¿Miedo?, ¿Por qué?- me preguntó extrañado y sorprendido.

-No puedo seguir con esto, Justin, no puedo- mi humor había cambiado tan rápida y drásticamente que me sorprendió hasta a mí. Mis ojos se aguaron con desesperación-. No... no puedo... no puedo... no... no... no...- mis labios temblaban, al igual que mi mandíbula, haciendo que las palabras salieran entrecortadas. No pude soportarlo mucho más y tomé mi cabeza entre mis manos al tiempo que mi cuerpo se acomodaba él solito en posición fetal de lado en la cama. Eso hizo que sintiera la presión del grillete de hierro en mi tobillo y me desesperara aún más. Comencé a sollozar inconscientemente y lo único que pude pensar fue

No, Smith, no puedes caer en una crisis emocional psicológica en este preciso momento.

Aunque tampoco es que le hiciera mucho caso, ya que seguí sollozando y temblando mientras sentía las lágrimas calientes resbalar por mi cara.

Pasé unas horas tendida en la cama. Temblando de frío, pero por alguna extraña razón, no me sentía con la fuerza suficiente para levantarme y vestirme. Había perdido la cuenta del tiempo cuando mi estómago gruñó fuertemente. Tenía un hambre voraz. Miré el reloj digital de la pared. Eran las ocho y tres minutos. Justin se había ido hace un largo rato y aún no había vuelto, o al menos no lo había escuchado desde entonces.

Pasaron unos minutos más y escuché la puerta cerrarse fuertemente. Luego de unos segundos la puerta del cuarto se abrió, pero se cerró rápida y fuertemente en menos de un segundo, volviendo a sumir la habitación en las sombras. Escuché el sonido de ropas siendo quitadas velozmente.

-¿Justin?- sentí la cama hundirse a mis costados y vi su silueta, algo más oscura que el resto del cuarto- ¿Justin, qué estás hacien...?- me calló con un beso violento, muy violento. Introdujo su lengua en mi boca a la fuerza antes de que pudiera impedirlo al mismo tiempo que me tomaba con fuerza del pelo. Su aliento y su lengua sabían a alcohol, un sabor demasiado fuerte, intoxicante. Me dieron náuseas y lo separé de mí como pude, débilmente.

-No... por... por favor... no otra vez...- supliqué con la voz temblorosa y sintiendo como las lágrimas llenaban mis ojos.

Esta vez no dijo nada, directamente me pegó una bofetada que resonó por todo el cuarto y me hizo girar la cabeza.

Aprovechó el ángulo de mi cuello para comenzar a succionar fuertemente, haciéndome gemir de dolor. Succionó todo mi cuello a consciencia, dejándolo adolorido, sensible y, obviamente, completamente rojo.

Mañana tendría todo el cuello lleno de moretones. Cuando se cansó se succionar mi cuello, despegó la cabeza un segundo y luego volvió a meter su cara en el hueco entre mi mandíbula y la clavícula. Cuando sus dientes me mordieron muy fuertemente, sin piedad la muy sensibilizada piel del cuello, solté un grito terrorífico, horrible, no sabía que esos sonidos pudieran brotar de mi garganta.

-Bas... basta... no más...- lloriqueé cuando las lágrimas comenzaron a brotar continuamente de nuevo. Ni siquiera me dijo "Cállate" o algo parecido, nada. Sólo acomodó su posición, me abrió la boca a la fuerza, tirando de mi nariz y mi barbilla, y me ahogó con su miembro en mi garganta.

Me tomó bruscamente del cabello y tiró de él brutalmente, casi me lo arranca.

-Chupa- dio la orden fríamente. Al ver que no le obedecía, me jaló, tirándome del cabello hacia él y empujó con su pelvis, metiendo su polla mucho más profundo en mi garganta, privándome de la capacidad de respirar. Mis ojos, sin dejar de derramar lágrimas, se abrieron con urgencia, me estaba ahogando. Asentí con la cabeza débilmente para darle a entender que le haría caso. Retiró su pene de mi garganta, dejándolo en mi boca. Comencé a chupar su dura erección fervientemente, con miedo de que si no lo hacía bien siguiera pegándome o haciendo amagos de asesinarme. Chupé lo mejor que pude, usando la lengua, moviendo la cabeza de adelante hacia atrás, aunque sin dejar de llorar.

Justin comenzó a gemir cuando noté que estaba cerca del orgasmo, tenso, y me detuve.

-Sigue- gruñó, volviendo a tirar fuertemente de mi cabello. Seguí, con miedo. En cualquier momento él se correría y yo me ahogaría con su semen caliente-. Joder...- masculló un segundo antes de explotar en un fuerte clímax, derramándose en mi boca. Su semilla llenó toda mi boca, haciéndome ahogarme como había previsto. Además su sabor era extraño y el hecho que estuviera haciéndolo a la fuerza no ayudaba- Traga- me ordenó. Abrí los ojos con horror e intenté tragar un poquito, pero no lo logré. Lo único que hice fue atragantarme y toser, expulsando todo su semen fuera de mi boca. Sacó su pene, ahora sólo medio erecto, y se frotó contra mi cuerpo. Sentí como su erección volvía contra mi pecho y abdomen y me aterré, ¿qué iba a hacerme ahora?

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La Venganza (Justin&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora