La Venganza (Justin&Tu)

Capitulo 15

"La venganza"

Capítulo 15

Con los ojos reflejando su furia me miró a los míos, que demostraban terror, y me dijo:

-Hasta ahora he sido relativamente bueno, pero ahora conocerás lo que es el verdadero dolor, el verdadero sufrimiento, el verdadero infierno... porque el infierno es el que castiga a los que se han portado mal... y tú has sido una gatita muy malo, _____...- me tomó de los tobillos y tiró de ellos para que yo quedara acostada en la cama nuevamente, pero lo hizo tan rápido que mi cabeza golpeó la cabecera de el mueble. Gemí de dolor. Quitó su camiseta de su cuerpo y se colocó encima mío.

Tomó mi cara con fuerza y asaltó mi boca violentamente. Metió su lengua hasta mi garganta, privándome del preciado oxígeno. Arañé su pecho con desesperación, intentando separarlo, pero lo único que logré fue que riera a costa de mi agonía. Me revolví debajo de su cuerpo con fuerza, intentando zafarme, pero él aplastó mi pequeño cuerpo con el suyo, mucho más grande y pesado. En ésos momentos odié ser más baja. Cuando creí que moriría asfixiada por su boca y su lengua, se separó de mis labios. Tomé una enorme bocanada de aire, intentando tomar algo de oxígeno para mis adoloridos pulmones, aunque mi relativa tranquilidad duró apenas lo que logré respirar una o dos veces porque él volvió a utilizar sus labios, ésta vez en mis pechos. Mordió y succionó fuertemente, arrancádome lágrimas silenciosas de dolor. Me mordió los pezones, dejándolos moradas. En esos momentos yo sólo gemía de dolor y lloraba silenciosamente mientras dejaba que hiciera con mi cuerpo lo que se le antojara.

-¡Mierda, _____, has algo!, ¡Muévete!, ¡Pareces un muerto en vida!- Justin se veía desesperado y finalmente lo noté, estaba intentando hacerme reaccionar, intentando que yo diera señales vida o que hiciera algún intento de escapar, algo que haría una persona normal.

Pero no pude hacerlo. A lo largo de la prolongada tortura mi muñeca había comenzado a sangrar más abundantemente, menguando mis fuerzas hasta el punto de dejarme adormilada, así que sólo me quedé allí, inmóvil y en silencio, soportado su mirada que cada vez se intesificaba más.

Hizo algo muy extraño, aunque no tanto. Se desnudó completamente, tomó su miembro y lo estimuló hasta que tuvo una enorme erección. Volvió a acercarse a mí, tomó mis piernas, las separó. Me penetró fuertemente, con una enorme brutalidad. El agudo dolor de ésa salvaje intrusión me hizo despertar. Mis ojos se abrieron al máximo y mis sentidos volvieron a funcionar.

Comenzó a moverse dentro de mí hasta que comencé a gritar. En el momento que comencé a intentar escapar mientras aullaba de dolor una sonrisa se formó en su cara.

-Así me gusta, bien viva- dijo sin dejar de ensartarse en mi interior.

-¡Me duele, Justin!- aullé mientras seguía revolviéndome y retorciéndome intentando huir de él, pero sólo siguió embistiendo con una bestialidad tremenda, arrancando ruidos animales de mi garganta. Mis heridas estaban reabiertas y sangrando, yo llorando y aullando de dolor, y él matándome con cada estocada.

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