Capitulo 20

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"La venganza"

Capítulo 20

Narra _____.

Que rabia. Tenía un sueño tremendo y me pesaban los párpados, pero no quería admitir que Justin tenía razón, aunque él estuviera dormido como un angelito. Ahora que lo pensaba, le quedaba. Su cara completamente relajada era hermosa; piel blanca cremosa, cabello castaño entre dorada, siempre peinado en punta, pómulos altos con la sombra de sus pestañas en ellos, nariz bonita y labios rellenos y color sandía muy besables... eh, digo... muy envidiables, sí, eso.

Me acomodé en el amplio y cálido pecho de Justin. Al poco tiempo me quedé profundamente dormida.

Narra Justin

Me desperté con unas sacudidas a mi lado y unos gritos. Abrí los ojos y miré a mi lado, a _____. Ella estaba retorciéndose violentamente, como si intentara safarse de algo o alguien, y gritaba mientras las lágrimas corrían por su cara.

-¡No, basta!- grito- ¡No, duele, Justin!- meciono mi nombre- ¡fuera, vete!

Hasta ése entonces no había comprendido mucho, pero en ése preciso instante supe que estaba teniendo pesadillas, conmigo, con alguna de las muchas veces que abusé de ella, de su cuerpo, salvajemente.

_____ aún seguía gritando y sacudiéndose, así que puse una mano en su pecho y la otra sujetando sus piernas para que no me golpeara. Me posicioné sobre ella y lo sacudí para que despertara.

- ¡_____, despierta, _____!- la sacudi- ¡Son sólo recuerdos!

Sus ojos se abrieron abruptamente. Estaba asustada, realmente asustada, y yo lo notaba.

-No... vete... vete...- seguía susurrando mientras me miraba con terror y se hacía cada vez más pequeña debajo de mí.

-_____, escucha. Tranquila- murmuré tomando su cara entre mis manos, haciendo que dejara de temblar- no voy a hacerte daño, está bien...- su cuerpo se relajó visiblemente cuando reparó en que en realidad no estaba haciéndole nada horrible como era en su pesadilla.

Rodó sobre sí misma para quedar de costado, retirando su cara de mi tacto.

-T-tengo miedo...- susurró.

Me senté a su lado antes de preguntar:

-¿De qué, _____?

-De ti- repuso con un hilillo de voz.

-No voy a dañarte, gatita.

-Gatita... gatita... gatita...- dijo con voz cantarina y, por un segundo, pensé que se había vuelto loca- me encanta ése apodo- giró su cabeza para mirarme nuevamente-. ¿De verdad soy una gatita?

Sus ojos resplandecían, ya no estaban apagados. No lo había notado, pero la vida había vuelto a ellos, quizá lo había tomado con la guardia baja y había hecho que volviera a abrir su alma. Sonreí.

-Sí, eres una gatita, una gatita, pequeña, tierna, bonita, hermosa, preciosa, eres una pequeña gatita preciosa.

-Justin- me llamó.

-¿Sí, ____?

-Me da vergüenza...- bajó la cabeza avergonzada, juraría que se había ruborizado.

-No tienes por qué- la animé.

-¿Puedo ser tu gatita?- preguntó muy bajito, lo que se me hizo infinitamente tierno.

Acaricié su cabello suavemente.

-Claro, eres mi gatita preciosa- sonreí.

Se retorció suavemente mientras cerraba los ojos y dijo en un murmullo:

-No hagas eso- una pequeña sonrisa mimosa se formó en sus labios.

-¿Por qué?- pregunté mientras continuaba acariciando las suaves hebras cobrizas.

-Me arrulla- dijo aún más bajo, estaba quedándose dormida.

-Duerme, mi preciosa- deposité un suave beso en su mejilla y seguí acariciándole el cabello.

Poco a poco fue durmiéndose hecho un ovillo. Me recosté detrás de su espalda y la abracé en cucharita. Metí mi cara entre su cuello y su hombro y poco a poco, respirando su aroma corporal, me quedé total y profundamente dormido, en un sueño sin sueños ni preocupaciones.

---------------------------------------->Siguee

La Venganza (Justin&Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora